Arte para reivindicar la igualdad en la Semana Santa saguntina

Una pintora saguntina ilustra un logo que se reproducirá en chapas para pedir la inclusión de la mujer

Mujeres partidarias de la inclusión, con el logo que ilustrará sus chapas.

Mujeres partidarias de la inclusión, con el logo que ilustrará sus chapas. / Tortajada

La reivindicación de la entrada de las mujeres en la Semana Santa saguntina se ha revestido también de carácter artístico. Una pintora de la localidad, Pilar Ariño, ha ilustrado un logo que se va a reproducir en chapas para pedir así también la inclusión de la mujer, de una forma discreta pero evidente.

"La idea de hacer estas chapas es promover el diálogo ciudadano sobre la igualdad en la Confraria de la Puríssima Sang de Sagunt a través del arte y los símbolos que nos identifican a todos, mujeres y hombres, y por los que sentimos un orgullo especial. Queremos fomentar la cultura como puente a la conversación, en armonía, pensando en nuestro patrimonio como ciudad y en los valores que transmitimos a nuestras hijas e hijos, porque tenemos una gran responsabilidad seguir avanzando para construir una sociedad justa, respetuosa e inclusiva", explicaba Maria Josep Picó desde la ya denominada "Assemblea de Dones de Sagunt per una Setmana Santa Inclusiva".

Mientras cuelgan crespones negros en sus balcones y preparan la concentración del próximo martes ante la ermita de la Sang, desde el colectivo insisten en que "no cabe apelar a la tradición",  en palabras de Anabel Teruel, médica saguntina y profesora asociada de la Universitat de València, cuyo marido y sus dos hijos están integrados en la Sang.

Para ella, ese argumento «hoy en día no cabe para excluir a la mitad de la población de una fiesta que no es exclusiva de un sexo Para ella, "hoy en día no cabe apelar a la tradición para excluir a la mitad de la población de una fiesta que no es exclusiva de un sexo y que es de todos. Si hablamos de tradición, probablemente no habrían médicas, ni prácticamente mujeres trabajando fuera de casa", decía tras admitir que para ella fue "una sorpresa" que, el año pasado, los cofrades rechazaran por mayoría la inclusión de mujeres en la entidad.

También Antonia Aleixandre se manifestaba en parecidos términos. "Es una cuestión no sólo de igualdad, sino más bien, de no exclusión", opina. "A las mujeres se las deja de lado, sólo por una cuestión de tradición. En el siglo XXI, hay tradiciones que deben desaparecer y otras, como ésta, deben adaptarse a su tiempo, donde la igualdad de género debe permitir que tanto hombres como mujeres podamos participar plenamente de la tradición que se nos ha inculcado en casa desde pequeñas. Es muy difícil explicar a nuestros hijos que el simple hecho de pertenecer a un sexo u otro te capacita para participar o no de la fiesta", afirma.

desde el colectivo también han querido mostrar "su más profundo agradecimiento a Pilar Ariño por aportar su talento, compromiso y creatividad para dibujar esta imagen tan bonita y elegante por una Setmana Santa Saguntina inclusiva, creada con tanto cariño".

Logo muy pensado

Desde el coelctivo han querido mostrar «su más profundo agradecimiento a Pilar Ariño por aportar su talento, compromiso y creatividad para dibujar esta imagen tan bonita y elegante por una Setmana Santa Saguntina inclusiva, creada con tanto cariño».

El grupo de mujeres que está reclamando con varias acciones la inclusión no dudó en contactar para este fin con Ariño, una artista que hace años diseñó uno de los carteles anunciadores de la Semana Santa y también dio forma a las vidrieras de la Iglesia del Buen Suceso. 

En este logo tan especial, la elección de la imagen de la ermita de la Sang, con una cúpula pintada en color morado, no es casual. "Es un icono único, un espacio emblemático donde late el corazón de nuestra Setmana Santa. La cúpula con su cruz cristiana tan estilizada, además, encierra un simbolismo especial por su espiritualidad, porque acoge y aporta hospitalidad, pero también constituye un faro, un referente en nuestra Ciutat Vella, que debe proyectar futuro, innovación y compromiso con la ciudadanía y el progreso", afirma Picó.

A esto se le suma una justificada elección de los colores. "La cerámica azulada la transformamos en violeta, el color de la reivindicación de las mujeres por la igualdad y, al mismo tiempo, el morado que simboliza la esperanza de encontrar a Jesús. Un abrazo que queda reflejado a través de la luna llena que siempre nos acompaña en esta celebración", apuntaba Picó.