Quart recuerda a un exiliado que dejó huella en México

 El ayuntamiento y l'Associació memorialista "El Molí" recibieron a los familiares de uno de los fundadores de la Casa Regional Valenciana

Un momento del acto.

Un momento del acto. / Levante-EMV

Júlia Cavaller

Quart de les Valls sigue dando pasos por la memoria histórica. El último de ellos ha sido el recordar a Juan Antonio Pérez Alfonso, uno de sus exiliados republicanos que formó parte de los alrededor de 20.000 que llegaron a México al finalizar la guerra civil española.

Aprovechando una estancia de sus familiares, el Ayuntamiento de Quart de les Valls y l'Associació memorialista "El Molí" recibieron en el consitorio a su hijo Miguel Pérez Arias, acompañado de su mujer María Elena Gallegos Salcedo, en un acto que reunió también a algunos sobrinos.

Ambas entidades les obsequiaron con unas placas en forma de libro en las que aparecen imágenes de Juan Antonio y de su localidad natal, así como una poesía en memoria de los exiliados y una dedicatoria de parte del municipio hacia esta figura hasta ahora desconocida en la localidad.

En el acto también estuvo invitado el profesor de la Universidad de València y investigador José Ignacio Cruz Orozco, quien conoció personalmente a Juan Antonio durante su trabajo de investigación en México y cuyo fruto fue la edición del libro "La Casa Regional Valenciana en México" en 2007, acompañada de una exposición en la que fue también el comisario.

Trayectoria

En la vida de Juan Antonio, como explican desde la asociación memorialista El Molí, todo cambió a los 20 años al ser llamado a incorporarse al frente en 1936 para defender al gobierno de la República. De valores republicanos y comunistas, participó entre otras, en la famosa batalla del Ebro, donde fue herido perdiendo un ojo por un disparo.

Con la caída de Cataluña, pasó la frontera francesa y fue internado en el campo de refugiados de Sant Cyprien, en el sur de Francia. Con el inicio de la segunda guerra mundial y con la invasión de la Alemania Nazi de Francia, poco antes de llegar los alemanes a la ciudad francesa de Burdeos, pudo embarcar en uno de los últimos barcos de exiliados republicanos rumbo a México.

Durante su estancia en el país americano, junto con más exiliados valencianos, fundó la Casa Regional Valenciana en octubre de 1942, en la calle París 13, en México DF. "Juan Antonio tuvo una involucración notable durante todos los años en los que estuvo operativa esta entidad y llegó a obtener los cargos de secretario y de presidente en una de las renovaciones de las juntas", explican desde la asociación El Molí.

Junto a ello, subrayan que la Casa Regional Valenciana "fue el espacio de encuentro por antonomasia de los exiliados valencianos, alicantinos y castellonenses en tierras mexicanas. Contó con sus propios salones, que sirvieron fundamentales para realizar actividades lúdicas y recreativas como representaciones teatrales, comidas, bailes, actos de hermandad y multitud de encuentros informales. Todo ello, a modo de los casinos republicanos que jalonaban los pueblos y las ciudades de su tierra natal antes del triunfo del franquismo", afirman desde una entidad que lleva ya años trabajando de forma activa por recuperar la memoria histórica

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