El último paso de Costas en Sagunt no convence en las Casas de Queralt

Una resolución firmada por el jefe de la demarcación en València, Javier Estevan, inicia de oficio la concesión de ocupación y aprovechamiento por 30 años de una decena de viviendas

Las Casas de Queralt en una imagen del pasado verano.

Las Casas de Queralt en una imagen del pasado verano. / Daniel Tortajada

La Demarcación de Costas en València ha sorprendido con su último movimiento, al iniciar de oficio los expedientes de concesión de una decena de viviendas que se encuentra en las conocidas como Casas de Queralt. Esta zona marca el extremo norte tanto del término municipal de Sagunt como de la provincia, un tramo que, hasta el puerto deportivo de Canet d’en Berenguer, sigue pendiente de la ejecución del prometido proyecto de regeneración del litoral, después de que las obras ejecutadas más al norte en Almenara hayan agravado el deterioro que sufren estas playas de Almardà, Corinto, Malvarrosa y Canet

La resolución firmada la semana pasada por el jefe de la demarcación de València, Javier Estevan, apela a la disposición transitoria primera de la Ley 22/1988 de Costas para abrir los expedientes a favor de los propietarios de diez fincas que se encuentran en dominio público marítimo-terrestre. A estos inmuebles, según el criterio del organismo estatal, se le aplica el segundo punto de esta disposición, que señala que «los titulares de los terrenos que no hayan podido ser ocupados por la administración por estar inscritos en el Registro de la Propiedad pasarán a ser titulares de un derecho de ocupación y aprovechamiento por treinta años, respetando los usos y aprovechamientos existentes».

Según se recoge en el expediente, donde solo se aporta la ficha catastral de nueve de las diez propiedades, el conjunto de estas parcelas se extiende por cerca de 875 metros cuadrados, principalmente en la calle Moncofa, aunque hay una en la avenida Vall de Segó. Las construcciones alcanzan los 775 metros cuadrados, de los que casi 560 metros cuadrados se corresponden con viviendas y el resto con almacenes.

Alegaciones

Los interesados en este procedimiento, tanto administraciones como particulares, tienen hasta el 11 de enero para presentar las reclamaciones, alegaciones e informes que "estimen convenientes" para lo que podrán emplear tanto el formato telemático como el presencial en la sede de la Demarcación de Costas de València en "horas hábiles de oficina y solicitando cita previa".

Estas concesiones no convencen en las Casas de Queralt. Desde la asociación de vecinos de Almardà, Corinto y Malvarrosa aclaran que «esto es algo que se tenía que haber hecho en 2007, cuando se aprobó el deslinde» y no se fían de esta maniobra «en un momento crítico como el actual, en el que nuestras playas están en peligro de desaparecer, precisamente porque Costas no las protege». Así, la concesión de estos inmuebles «no significa nada, porque lo único que quieren es que siga pasando el tiempo hasta que nuestras casas se caigan por su propio peso y se las lleve el mar».

Playas como canteras

Estas mismas voces, integradas en la plataforma Somos Mediterránea para ejercer de dique contra las erráticas políticas de Costas, insisten en que «la sensación es que tienen muy claro que no van a ejecutar ningún proyecto de regeneración» del litoral norte de Sagunt, "ni siquiera el trasvase de arena, que de todas formas, aguantaría poco". Desde el colectivo vecinal desvelan que «técnicos de Costas nos han reconocido que nuestras playas son para ellos como canteras donde suministrarse, como se demostró con las obras de Almenara», un caso que ya fue denunciado ante el Seprona.

Las Casas de Queralt en uno de los últimos temporales.

Las Casas de Queralt en uno de los últimos temporales. / Daniel Tortajada

Por contra, «nosotros no tenemos hoteles ni grandes restaurantes, aquí no hay el negocio que hay en Almenara. La única forma de conseguir que se haga algo para regenerar nuestro litoral es la unidad de todas las playas», aunque desde las Casas de Queralt se temen que para ellos ya sea tarde, porque «el próximo temporal puede ser catastrófico y entonces ya será momento de pedir responsabilidades penales». Y es que en la situación actual, "nada detiene la erosión. El material no se queda, cada vez hay más profundidad y las olas llegan sin romper".

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