La oferta en los establecimientos de alimentación en lo que a vinos valencianos se refiere es amplia y diversa. Si eres de esos winelovers a los que les gusta probar cosas nuevas y descubrir vinos valencianos capaces de sorprender. Aquí tienes referencias 'made in Comunitat Valenciana' que te ofrecerán una nueva visión de la cantidad que plantean en cada botellas las bodegas valencianas
El verano es la época del año en el que planificamos vacaciones, en algunos casos apostando por hoteles de playa o destinos de interior, pero en otros muchos reservando apartamentos cerca del mar o incluso regresando a esa segunda residencia a la que recurrimos siempre que el trabajo nos lo permite. Tanto si estamos fuera o no nos ha quedado más remedio que quedarnos en casa podemos aprovechar estos días para descubrir (o en su caso redescubrir) vinos valencianos que encontramos en el lineal del supermercado y que te van a sorprender por sus cualidades y por su extraordinaria relación calidad-precio.
Alma Mística (Bodegas Murviedro)
La variedad de uva Moscatel es una de las castas que mejor representan la tradición vinícola en la DO Valencia. Desde hace años, Bodegas Murviedro produce, dentro de su gama Murviedro Colección, un blanco fresco, frutal y goloso elaborado con este varietal de origen mediterráneo. Una de sus peculiaridades se encuentra en el método de elaboración, ya que se emplea la técnica de maceración carbónica y fermenta a temperatura controlada.
Está amparado por la DO Valencia y destaca por su color amarillo con reflejos verdosos, sus intensos aromas de frutas tropicales, cítricos y notas florales y su paso por boca fresco y sabroso, con cierta untuosidad y buena pesistencia. Un vino muy interesante para disfrutarlo bien frío por copas o como compañero de aperitivos y snacks.
Nebla Chardonnay (Bodegas Vicente Gandía)
Otro interesante blanco que podemos encontrar en supermercados de toda España es este Nebla de Bodegas Vicente Gandía. Se elabora con uvas seleccionadas de una de las variedades más elegantes de uva, la Chardonnay, que cultivada en los parajes de la DO Utiel-Requena se muestra fresca y con cierta complejidad aromática. Tiene una breve crianza sobre lías que le aporta volumen en boca.
De color amarillo dorado y aspecto brillante, este blanco de Chardonnay ofrece aromas de fruta de hueso como el melocotón, notas de piña, matices de flor blanca y recuerdos de bollería que le aportan el contacto con las lías. En boca es amplio y largo, de tacto denso y sedoso y retrogusto frutal. Un vino que podemos disfrutar como aperitivo o acompañando platos de pasta y ensaladas.
Pasión de Bobal Rosado (Bodega Sierra Norte)
El verano es el mejor momento del año para disfrutar de los vinos rosados y en el lineal de nuestro supermercado más cercano tenemos interesantísimas opciones. Este que firma la bodega de Requena Sierra Norte es una de las opciones de mejor relación calidad precio. Se elabora de manera exclusiva con uvas de la variedad Bobal vendimiadas al amanecer para evitar el sobrecalentamiento del fruto.
Avalado por el sello de calidad de la DO Utiel-Requena, es un rosado de estilo provenzal que llama la atención por su color rosa pálido y sus nítidos aromas de fruta roja. Fresco y goloso, tiene un paso por boca untuoso, con una acertada acidez que potencia su sensación de frescor. Servido bien frío es el perfecto aliado de arroces y frituras de pescado.
Authentique (Dominio de la Vega)
Aunque tendemos a asociar el cava a celebraciones familiares, es una bebida perfecta para disfrutar en verano. Una de las mejores opciones que podemos encontrar en el lineal del supermercado es este Dominio de la Vega Authentique, un espumoso de segunda fermentación en botella. Se elabora con uvas de Macabeo y Xarel.lo cultivadas en el término municipal de Requena.
Es un Brut Nature (con menos de 3 gramos de azúcar) Reserva (con más de 18 meses de crianza en rima) fresco y aromático, de fina y persistente burbuja, aromas de fruta blanca y notas de bollería y un tacto en boca denso, con el carbónico muy bien integrado. Un cava perfecto para tomar bien frío solo o con platos de comida asiática, mariscos o un buen jamón.
Huella de Garnacha (Bodegas Vegamar)
Aunque tradicionalmente la variedad de uva Garnacha Tintorera se ha destinado a vinos tintos con crianza, Vegamar propone una opción más fresca para el verano con un vino hecho con uvas cultivadas en altura, en la zona del Alto Turía, amparada por la DO Valencia. La vendimia se realiza por la noche para evitar oxidaciones. Es uno de los vinos valencianos más finos y reconocibles, con un perfil frutal y goloso que no deja indiferente.
De color rojo rubí con ribete amoratado, tiene aromas de alta intensidad que recuerdan a grosella, compota de fresa y frutillos del bosque y un sutil fondo de madera de roble. Carnoso y bien estructurado en boca destaca por su tanino redondo. Acompaña con solvencia barbacoas de carne y embutido.
Enterizo Reserva (Coviñas)
Si hay un vino valenciano que ha vestido nuestras mesas generación tras generación ese es, sin duda, Enterizo Reserva, un vino de perfil clásico que es capaz de ganarse el beneplácito de los consumidores más tradicionales y de convencer a aficionados al vino que buscan vinos con cierta capacidad de sorprender. Amparado por la DO Utiel-Requena, Enterizo Reserva es un vino que se elabora a partir de un ensamblaje de cuatro variedades de uva diferentes (Bobal, Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Garnacha).
Con una crianza en barrica de roble de entre 18 a 24 meses, es un tinto de aspecto brillante, con un elegante color rojo rubí y unos aromas que recuerdan a la fruta roja madura, ciruelas, especias dulces y marcados matices tostados propios de su crianza en roble. En boca es franco y potente, con acidez equilibrada y tanino pulido.
Barón de Turís Crianza (Baronía de Turís)
Pocos vinos están tan asociados a nuestro ideario como Barón de Turís, uno de los sellos más tradicionales del vino valenciano. Con una colección de referencias que comprende toda la tipología de vinos tranquilos, es probablemente el tinto de crianza el que mejor resume el buen hacer de una entidad, La Baronía de Turís, con más de un siglo de historia.
Barón de Turís Crianza se elabora a partir de uvas de Tempranillo y Merlot, esta última una variedad que se muestra en toda su plenitud en los viñedos de esta zona de la DO Valencia. Se elabora siguiendo pautas tradicionales, y tras la fermentación descansa al menos seis meses en barrica de roble americano. Es un tinto de porte elegante, con aromas de fruta roja madura, notas de especias propias de la crianza y fondo balsámico. En boca destaca por sus taninos dulces y su tacto sedoso.
Juan de Juanes Petit Verdot (Bodega La Viña-Anecoop)
Pocos vinos son capaces de ofrecer tanto como los que componen la colección Juan de Juanes, uno de los sellos de mayor penetración en el mercado de cuantos elabora Bodega La Viña – Anecoop. Y de entre toda la colección merece la pena descorchar una botella de Juan de Juanes Vendimia Plata Petit Verdot, un tinto elaborado a partir de las uvas de un varietal que muestra toda su plenitud en el terroir del valle de Alforins.
Sus nueve meses en barrica le aporta complejidad aromática. Es un tinto de color rojo picota brillante con aromas de fruta roja madura, notas de grafito y un elegante fondo tostado. En boca se muestra pleno, con un tanino muy bien suavizado y notable persistencia. Un vino perfecto para cuando salimos de picnic al campo.
Amatista al Mar (Bodegas Reymos - Anecoop)
Bodegas Reymos – Anecoop es la principal productora valenciana de vinos de la variedad de uva Moscatel, una casta de origen mediterráneo de alta intensidad aromática, frutosidad y dulzura. La bodega con sede en Cheste basa sus estrategias en diferentes líneas de productos, tanto de espumosos, vinos de aguja de baja graduación alcohólica, blancos secos y mistelas.
Una de sus etiquetas más interesantes es éste Amatista al Mar, un blanco seco pero goloso y muy frutal, con aromas que recuerdan a cítricos, fruta de hueso y azahar, que condensa todas las cualidades de un vino muy fácil de entender que resulta perfecto para disfrutar muy frío al atardecer en una terraza o acompañando arroces marineros, ensaladas y pastas. Un vino divertido y sin complejos que refresca y sabe muy bien.
