La revolución fiscal

En las administraciones públicas el modelo impositivo no puede ser ideológico y si, tras una revisión catastral y un minucioso análisis, las arcas municipales lo permiten y no se compromete la estabilidad presupuestaria, es nuestra responsabilidad aligerar la carga impositiva a nuestros vecinos y vecinas.

Pues bien: objetivo cumplido. En Bétera iniciamos la legislatura con la promesa de rebajar la presión fiscal en los hogares beterenses, un objetivo que cobra más importancia tras la pandemia y aflorar una crisis en las economías domésticas que afectaba de lleno a nuestra ciudadanía.

Con este objetivo y en este contexto, bonificamos en un 95 % del impuesto de plusvalía ‘mortis causa’. Un impuesto totalmente injusto que comportaba grandes cargas tributarias a la hora de heredar, siendo una situación totalmente involuntaria e imprevista para la ciudadanía. Así, desde agosto de 2021 los vecinos y vecinas de Bétera no pagan por heredar.

Dos meses después, bajamos el IBI en 5 puntos y además bonificamos a las familias numerosas y a aquellos ciudadanos que hayan instalado placas fotovoltaicas en sus domicilios apostando por el desarrollo sostenible y ecológico en Bétera.

En octubre de 2022 también bonificamos el IBI rústico en parcelas en producción. Una medida que supone beneficios para nuestros agricultores y el sector agrícola, motor de nuestra economía local, y que tiene como objetivo fomentar el empleo en el campo, promover el cultivo de las tierras y evitar el abandono de las mismas.

Unas medidas fiscales que no sólo mantendremos sino que aumentaremos en la próxima legislatura puesto que es nuestro objetivo aliviar la presión fiscal a las familias de Bétera, al tiempo que colaboramos en la reactivación de nuestra economía local.