Decenas de edificios de Sueca y Cullera necesitan una rehabilitación urgente

El casco antiguo de la capital de la Ribera Baixa y la zona litoral de ambas localidades concentran la mayor parte de los inmuebles con desperfectos; Una sola construcción de Sueca necesita 32 obras para superar la inspección técnica

Mapa de Cullera que muestra los edificios que necesitan obras de forma urgente.

Mapa de Cullera que muestra los edificios que necesitan obras de forma urgente. / Institut Cartogràfic Valencià

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

La casuística es diversa. Pero independientemente de su origen, decenas de inmuebles de Sueca y Cullera requieren una rehabilitación urgente. Se trata de viviendas que superan el medio siglo de vida y cuyos desperfectos se consideran de gravedad ya que representan un riesgo para sus inquilinos o, incluso, para transeúntes.

Es lo que refleja el informe de evaluación de edificios de uso residencial de vivienda (IEEV), un documento que están obligados a solicitar los propietarios de todos los pisos levantados antes de la década de 1970, así como quienes quieren optar a algún tipo de ayuda pública. Los técnicos encargados de la inspección ya detectaron algo más de 50 inmuebles que necesitaban una o más obras solo en Alzira. La cifra es similar en Cullera (51) y algo menor en Sueca (37).

A pesar de que la población de la localidad turística es bastante inferior a la de la capital de la Ribera Alta, el número viviendas es superior al contar con numerosas segundas residencias además de los hogares habituales de sus vecinos. La inspección se saldó de forma favorable para 187 inmuebles en la última ronda realizada, aunque detectó 51 en los que las tareas de reforma no podían demorarse más. Alrededor de una veintena se encuentran en la amplia zona situada entre la montaña y el río. El resto, de forma mayoritaria, se ubica a lo largo de la costa, con algunas zonas del cabo o la playa de Sant Antoni como los lugares que albergan más edificios deteriorados. 

De los más de 50 edificios que registraron algún tipo de deficiencia, dieciséis debían solventar más de una decena de problemas. Un bloque de apartamentos en primera línea, por ejemplo, estaba obligado a realizar 19 obras de forma urgentes para obtener el correspondiente certificado.

En el caso de la capital de la Ribera Baixa, los técnicos que han revisado estas construcciones para la emisión del preceptivo informe de evaluación han dado su visto bueno a algo menos de 90 viviendas y han detectado desperfectos en 37. El casco antiguo concentra varios de los inmuebles que necesitan obras de forma urgente, así como las calles Mare de Déu y la antigua nacional. Otro foco de edificios con desperfectos se localiza junto a las vías del ferrocarril. De igual modo, más de una decena se localizan en la zona del litoral, tanto en El Perelló como en Les Palmeres. 

Vigas y muros

Al igual que sucede en otros municipios, los inmuebles más degradados presentaban más de una deficiencia. En el caso de Sueca, un solo edificio necesita 32 obras que los técnicos consideraban de urgencia. Un par sobrepasaban la veintena y hasta ocho acumulaban, como mínimo, una decena de intervenciones necesarias.

Las deficiencias, en todos ellos, son de lo más variadas y afectan elementos diferentes dentro de las construcciones: arreglos de carpintería, en el cableado eléctrico, en la red de evacuación de aguas fecales, en las cubiertas, problemas de fachadas, forjados, muros, vigas, contadores, etc. Los dueños de los edificios construidos entre 1951 y 1970 tienen hasta que acabe este año para cumplir el trámite. En caso contrario se enfrentan a multas de hasta 6.000 euros.

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