Retienen a tres menores durante más de dos años en una casa de Cullera para huir de la Justicia

Los menores no estaban escolarizados y presentaban unas deficientes condiciones higiénicas

La madre de los niños, maestra esotérica, está en prisión por hacerse pasar por abogada e intentar estafar más de 50.000 euros a una mujer

El padre tenía una orden de búsqueda y detención y constaban sobre él cinco requisitorias judiciales también por delitos de estafa

La mujer detenida por maltrato infantil fue condenada por un delito de estafa

La mujer detenida por maltrato infantil fue condenada por un delito de estafa / I. Cabanes

La Policía Nacional ha detenido en Cullera a un hombre y una mujer como presuntos autores de los delitos de malos tratos en el ámbito familiar y abandono de menores por maltratar y mantener aislados y encerrados a tres menores de edad, durante más de dos años. Según han explicado las autoridades policiales, sobre el hombre también constaban en vigor cinco requisitorias judiciales por delitos de estafa, dos de ellas de detención e ingreso en prisión.

Implicados en delitos de estafa

Se da la circunstacia de que los dos detenidos fueron encausados por la Audiencia Provincial de Valencia en el año 2021 por cooperación en un delito de estafa junto a la madre de los menores maltratados, Fátima L. P., quien se encuentra en prisión por acumular cuatro condenas firmes por el mismo delito. Según ha podido saber Levante-EMV, junto a esta mujer vive en la cárcel una cuarta menor, hija de ella y del ahora detenido, que en ocasiones acudía al chalé donde se han localizado a los otros tres niños desatendidos.

La mujer encarcelada, maestra de un centro espiritual de productos esotéricos en València, fingía ser abogada en ejercicio y aprovechando el conocimiento sobre la situación personal de una de sus clientas del taller esotérico, le hicieron creer que Fátima era abogada y que podía encargarse de los procedimientos judiciales que ésta tenía pendientes, como víctima de una supuesta negligencia médica y para presentar un recurso de apelación ante el Tribunal Supremo.

Para llevar a cabo el procedimiento legal, la madre de los menores junto a su pareja sentimental y una amiga -los ahora detenidos- exigían a la víctima de estafa el pago de tasas y el abono de adelantos que se ingresaban en una cuenta bancaria a nombre de esta amiga. En total, la estafada llegó a pagar a los acusados 5.882 euros, aunque pretendían que les abonara hasta 52.000 euros.

En este juicio, Fátima L.P. fue condenada a un año y nueve meses de cárcel, la amiga colaboradora, a seis meses y el padre de los menores no pudo ser juzgado porque se hallaba en paradero desconocido y pesaba sobre él una orden de búsqueda y detención, que ha concluido con su arresto en Cullera e ingreso en prisión decretado por el juzgado de Instrucción número 5 de Sueca.

La madre de los menores, en la cárcel, tenía un centro espiritual en València

La madre de los menores, en la cárcel, tenía un centro espiritual en València / I. Cabanes

El detenido, prófugo de la Justicia

Precisamente, la Policía Nacional de Xirivella inició su investigación en marzo dentro del operativo para localizar y detener al hombre, huido de la justicia, tras detectar varios cambios de domicilio. En ese momento, tuvo constancia de que varios menores podrían estar sufriendo episodios de malos tratos y abandono. Los investigadores averiguaron que los menores podrían ser los hijos del prófugo y que estarían viviendo al cuidado de una conocida, ya que la madre biológica se encontraba cumpliendo condena en prisión

Tras una ardua labor de investigación dificultada por los precisamente por los cambios de residencia de los investigados, los cuales habrían ocupado diferentes viviendas en localidades de la provincia de Valencia y, con la colaboración de la Policía Local del municipio de la Ribera Baixa, hallaron a los sospechosos en un inmueble de esta localidad en el que también se encontraban de ocupas. En el chalé también localizaron a los menores.

Sólo la mujer salía de casa

Tras establecer un dispositivo de vigilancia, los investigadores observaron que las ventanas de la vivienda siempre se encontraban cerradas y las persianas bajadas, imposibilitando la entrada de luz natural. Además observaron que al exterior sólo salía una mujer. En algunas ocasiones se la veía acompañada de una bebé de aproximadamente un año de edad.

A lo largo de la investigación los agentes corroboraron que ninguno de los hijos estaba escolarizado desde hacía al menos tres años, lo que unido a la situación de confinamiento y control absoluto en las que podrían estar viviendo los menores hizo que los agentes solicitaran inmediatamente una autorización de entrada y registro del inmueble para realizar una protección efectiva de los niños.

En el registro llevado a cabo en el domicilio, los agentes policiales identificaron junto a los sospechosos a una joven de 18 años y tres menores de 15, 11 y 1 año de edad, todos ellos hijos del varón. Además de acreditarse la situación de maltrato y desamparo en la que se encontraban. Los menores, al encontrarse privados de libertad, no acudían a ningún centro escolar. De hecho, ni siquiera se encontró material escolar que indicara una formación a distancia o parental. Además, tenían un notorio déficit de higiene debido a las condiciones de inhabitabilidad e insalubridad de la vivienda. 

Las investigaciones apuntan a que la madre, presuntamente, era conocedora de la terrible situación en la que vivían sus hijos en la casa ocupada de Cullera aunque por el momento no se imputa ningún delito por ello.

Ingreso en prisión

Ante tales hechos, los agentes detuvieron al hombre y la mujer, de 51 y 57 años respectivamente y de origen español, como presuntos autores de los delitos de malos tratos en el ámbito familiar y abandono de menor de edad. Además al hombre también le constaba en vigor cinco requisitorias judiciales por delitos de estafa, dos de ellas para su detención e ingreso en prisión. Los arrestados, con antecedentes policiales, han pasado a disposición judicial, decretándose el ingreso en prisión del hombre. Según ha podido saber este periódico, los menores se encuentran a cargo de una de las abuelas.