Una decena de especies invasoras amenazan el ecosistema del Xúquer

El mejillón cebra, los cangrejos azules y rojos, la caña o la planta acuática ludwigia comprometen la sostenibilidad del río 

Una barca retira la presencia de azolla del Xúquer en su curso bajo.

Una barca retira la presencia de azolla del Xúquer en su curso bajo. / Levante-EMV

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

Las amenazas no han parado de crecer. El Xúquer, eje fluvial vertebrador de la Ribera, ha visto en los últimos años cómo se instalaban en sus aguas especies invasoras que son, en mayor o menor medida, una amenaza para sus ecosistema. La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) cifra en una decena aquellas más representativas de entre un listado de más de 70 que se han detectado en los diversos cauces que componen su demarcación. 

De hecho, la CHJ trabaja actualmente en la elaboración un informe sobre la presencia de especies invasoras en la cuenca del Xúquer a partir de las 140 que conforman la guía de especies exóticas invasoras ligadas al dominio público hidráulico. Se ha documentado la presencia de hasta 71 de ellas en ríos, afluentes o embalses de su ámbito territorial. 

El cangrejo azul provoca daños en los arrozales.

El cangrejo azul provoca daños en los arrozales. / GERMAN CABALLERO

De entre todas, el organismo de cuenca pone el foco de atención en una decena que considera las más representativas: caña común (‘Arundo donax’), mejillón cebra (‘Dreissena polymorpha’), ‘Azolla filiculoides’, ‘Ludwigia grandiflora’, tortuga de Florida (‘Trachemys scripta’), almeja asiática (‘Corbicula fluminea’), cangrejo rojo americano (‘Procambarus clarkii’), falsa acacia (‘Robinia pseudoacacia’), alianto (‘Ailanthus altissima’) y cangrejo azul (Callinectes sapidus).

Cada una de ellas genera problemas específicos que alteran la naturaleza del ecosistema del río y también afectan a la actividad humana, según se extrae de la guía ministerial. El cangrejo rojo, por ejemplo, es capaz de degradar las orillas del cauce al ser un animal escarbador, lo que se traduce en muchas ocasiones en la destrucción de vegetación. Asimismo, es capaz de reducir las poblaciones de anfibios y peces, cuyos huevos utiliza como alimento, y de desplazar a las especies autóctonas por su carácter territorial y agresivo. A ello le añade los daños que ocasiona en la agricultura, especialmente en los cultivos arroceros. 

La almeja china disminuye la abundancia y diversidad de las especies nativas al competir con ellas por el alimento, mientras que el mejillón cebra afecta gravemente a los ecosistemas acuáticos por el consumo de fitoplancton, desplaza a los bivalvos nativos y coloniza todo tipo de canalizaciones de agua. La tortuga de Florida, por su parte, se encuentra entre las cien especies exóticas invasoras más perjudiciales, también por el desequilibrio que genera al competir con las variedades autóctonas y alterar la vegetación.

El cangrejo rojo se alimenta de peces y anfibios autóctonos.

El cangrejo rojo se alimenta de peces y anfibios autóctonos. / Levante-EMV

Labores de vigilancia

Los perjuicios son también similares entre las especies vegetales mencionadas, ya que destacan por su gran capacidad colonizadora, con lo que arrinconan a las plantas propias del ecosistema del Xúquer; agotar las reservas de oxígeno y, en definitiva, menoscabar la calidad de las aguas y su biodiversidad.

La vigilancia es la clave para mantener a raya a estas especies y poder preservar el medio natural. Por ello, la CHJ realiza seguimientos periódicos de la calidad del agua, por ejemplo. También se analiza la evolución de la población de estas especies. «De igual forma, nuestro equipo de agentes medioambientales trabaja diariamente sobre el terreno y alertan sobre su presencia, al igual que puede ocurrir con los avisos de ayuntamientos, vecinos u otras organizaciones», explica la confederación, que también destaca la importancia de trabajar en coordinación con la Generalitat Valenciana, ya que «la gestión de las especies, y por ende de las exóticas invasoras, es competencia de las comunidades autónomas».