Toda la lista del PP dimite en Antella al quedar impunes las pintadas a su líder el 28-M

Enrique Escrihuela lamenta la «falta de apoyo» de sus compañeros de corporación

«No nos metimos en política para tener que soportar esto»

Pintadas que se encontró Escrihuela en su casa la noche electoral.

Pintadas que se encontró Escrihuela en su casa la noche electoral. / Levante-EMV

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

La candidatura que presentó el Partido Popular de Antella ha renunciado, al completo, a formar parte de la corporación municipal durante la presente legislatura. Todos sus integrantes han declinado recoger las actas como representantes públicos al no sentirse respaldados por los que debían ser sus compañeros en el ayuntamiento tras el acto de vandalismo que sufrió la noche electoral su cabeza de lista, Enrique Escrihuela. Al llegar a su casa, encontró varias pintadas en la puerta. Con el paso del tiempo, los populares han optado por renunciar a la primera línea política al sentirse desamparados y creer que sucesos como aquel pueden repetirse.

«La política no es esto, es muy triste que en vez de avanzar vayamos hacia atrás», indicaba Escrihuela a Levante-EMV tras la renuncia colectiva a recoger las actas como concejales de todos los integrantes de la lista. El Partido Popular tendrá que buscar ahora un reemplazo para cubrir los dos puestos de concejal que obtuvo en las elecciones del 28-M, que dieron una mayoría absoluta al PSPV. Aquella misma noche, cuando Escrihuela llegó a su hogar, se topó con unos grafitis en la puerta. Además, con la misma pintura se había tapado la cámara del videoportero. Un acto de vandalismo en el que detectó cierta intencionalidad política y que denunció a las autoridades. De hecho, en su momento reconoció el desconcierto que le provocaba encontrarse unas pintadas que parecían las siglas del partido, junto a varios garabatos, pero no había un mensaje claro.

Preocupación familiar

Escrihuela reconoció, igualmente, que existía cierta inquietud en el seno de la formación local, lo que ha propiciado la renuncia colectiva. «Somos personas normales con nuestras familias, estas actitudes deprimentes nos llevan a pensar que esto no nos compensa. Hemos trabajado mucho para hacer una lista, preparar un proyecto e intentar hacer las cosas de otra manera en beneficio del pueblo y lo que hemos recibido ha sido esto», lamentaba el que fuera candidato del PP a las elecciones. Con todo, decía estar dispuesto a conservar su afiliación al partido y colaborar «en lo que haga falta», aunque desde la segunda línea y con una menor exposición pública.

Tras producirse los hechos, Escrihuela presentó la pertinente denuncia ante las autoridades. A día de hoy, la autoría del acto vandálico todavía es una incógnita. «Resulta imposible saberlo, si por aquí ni siquiera ha pasado la Guardia Civil», comentaba al respecto el político popular, con cierta frustración. Aunque la mayor de las decepciones para Escrihuela es la tibieza con la que, según su relato, se ha tomado el asunto en la población. «Que tengamos que llegar a este punto es indigno. Desde que pasó aquello hasta ahora han pasado más de dos meses y en ningún momento nos hemos visto apoyados por el resto de integrantes de la corporación», enfatizaba.

Antecedentes

Escrihuela y sus compañeros recordaban que ya en el pasado se produjeron lamentables sucesos fruto de la rivalidad política en Antella. «Se han destrozado campos de cultivo o se han llegado a enviar esquelas para amedrentar a antiguos concejales», relataban. Aunque en esta ocasión no se ha llegado a tal extremo, insistía en repudiar cualquier acto que exceda de un diálogo razonable: «Los políticos estamos acostumbrados a discutir y expresar nuestras opiniones. Pero siempre desde el respeto, en Antella se han cruzado líneas rojas», concluía.

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