Pedro Martínez escala en la ATP y se acerca de nuevo al Top-100 mundial
El tenista alzireño ha cerrado 2023 con mejores sensaciones al sumar a su palmarés los torneos ATP Challenger de Brest (Francia) y Maspalomas
David Chordà
El tenista alzireño Pedro Martínez Portero ha finalizado 2023 con la firme esperanza de volver a ser el tenista que en 2022 llegó a estar el 40 del mundo en la clasificación ATP. Por lo pronto, tras meses vagando por los torneos sin superar primeras o segundas rondas «en los que tenía que defender muchos puntos del año anterior», los dos triunfos en los torneos ATP Challenger de Brest (Francia) y Maspalomas le han permitido volver a rozar el Top 100 mundial. De hecho, ha acabado el año (y por tanto empezado el nuevo) como el número 106 del planeta.
Inició el año 2023 en el top 60, jugando el torneo ATP en Pune (India) en el que Karatsev lo eliminó en la tercera ronda. El polaco Hubert Hurkacz, actual número 9 del mundo, le ganó en primera ronda del Open de Australia. En marzo dejó de disputar asiduamente los torneos ATP para participar en Challenger como el de Girona, donde llegó hasta semifinales. Aún jugaría los prestigiosos ATP de Montecarlo, Conde de Godó en Barcelona o Madrid y, a finales de mayo, superó la previa de Roland Garros para disputar la primera ronda del cuadro final. Haber salido del top 100 le impedía jugarlo directamente y tenía que volver a disputar tres rondas clasificatorias. En Heilbronn (Alemania), volvió a alcanzar las semifinales de este torneo Challenger, pero duras fueron las eliminaciones en la primera previa de Wimbledon y el US Open. En mayo cayó hasta el puesto 142.
Cambio de entrenador
El cambio más sustancial en su juego se produjo cuando pasó a ser entrenado por el argentino Gastón Gaich. Entre finales de agosto y principios de septiembre, Martínez alcanzó la primera final del año, en Como (Italia), aunque fue superado por el brasileño Seyboth Wild en la lucha por el título. La primera gran alegría llegó a continuación, sin embargo, en el torneo Challenger de Sevilla, ganando el dobles junto a Alberto Barroso Campos. A finales de octubre volvió a sonreír, imponiéndose en la final del Challenger de Brest (Francia) al galo Bonzi por 2-0 en dos apretados sets que se resolvieron en el tie break. «Fue duro porque tuve que ganar a tres top100 y dos más que están cerca», comenta el ribereño al recordar aquella gran victoria. El último torneo del año que disputó, al poco de ser padre a sus 26 años, fue el de Maspalomas, que también ganó. Se impuso 2-0 al rumano Ionel, el lituano Gaubas y a Gulín. En semifinales remontó un 3-6 al austriaco Misolic y en la final acabó venciendo al suizo Feldbausch, también por 2-1. «Ahora juego menos ansioso que cuando estaba mucho mejor clasificado y esa tranquilidad se traduce en el juego y los resultados», indica sobre el cambio de mentalidad que ha realizado.
Aunque los tenistas profesionales tienen siempre entre ceja y ceja citas como Wimbledon, Roland Garros los Master 1.000, el alzireño Pedro Martínez reconoce que los torneos inferiores han mejorado su reputación y que, tras ampliar su palmarés, se ve con fuerzas para buscar grandes resultados: «La ATP ha hecho más atractivos los torneos Challenger -el nivel previo a los ATP 250- con más puntos y remuneración económica proporcionalmente que un ATP. Ahora, con una posición más alta, quiero jugar más torneos ATP y volver al top 100 para volver a disputar los cuadros finales de los Grand Slam», concluye el tenista ribereño.
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