Las dudas del gobierno de Alzira sobre el barrio bioclimático frenan su ejecución

El proyecto de construcción de un barrio bioclimático en el bajo Torretxó de Alzira, capaz de albergar trescientas viviendas de nulo consumo eléctrico que revitalizarían el exiguo mercado de alquiler inmobiliario local, se ha estancado pese a haber sido seleccionado en el concurso de arquitectura European 16. Ha pasado de ser una de las iniciativas más emblemáticas del gobierno anterior a mirarse ahora con recelo pese a que el ayuntamiento sigue controlado por Compromís y el PSPV como socios mayoritarios. Las razones del atasco son económicas, ante la envergadura inversora que requiere una iniciativa que también contempla la construcción de una nueva carretera de acceso al hospital, pero también conceptuales ante las dudas que despierta el destino de los inmensos solares que se sitúan entre las barriadas de l’Alquerieta y la Muntanyeta del Salvador. 

El sector Torretxó abarca una superficie de 126.392 metros cuadrados. Ese enclave es una de las escasas zonas urbanas de Alzira que se salen del mapa de riesgo de inundación. El último alcalde socialista, Pedro Grande, proyectó allí la construcción de un polideportivo al aire libre, aunque el acceso del PP al gobierno local en el año 2003 conllevó el traslado de esta infraestructura a Tulell y el gran descampado quedó durante años a merced de los arbustos y de los tribunales, donde se resolvió el litigio promovido por algunos propietarios que se negaron a ser expropiados en las condiciones que impuso el consistorio.

La izquierda recuperó el ejecutivo municipal en 2015 y le dio otra vuelta al calcetín. Promovió la creación en ese espacio de un gran centro de emergencias que incluiría la sede de la Policía local, la de Protección Civil, un helipuerto y el parque comarcal de bomberos. Con esa mudanza se aseguraba que esos servicios esenciales no volvieran jamás a inundarse, pero el único traslado materializado hasta ahora es el de los agentes municipales. Todo lo demás sigue por hacer. 

La adjudicaria se queja ante el Síndic del retraso del barrio bioclimático de Alzira

El diseño de esa inmensa franja de tierra elaborado hace cuatro años gustó mucho. Tanto que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana lo escogió para que compitiera en el certamen europeo European 16 y fue seleccionado. Con las subvenciones aseguradas, el gobierno local dio un empujón al proyecto al impulsar la gestión indirecta de la urbanización, que incluía la construcción de una gran manzana con cinco bloques de cinco alturas en torno a un gran patio interior que albergaría las 300 bioclimáticas de alquiler asequible. La empresa Palinuro 2000 SL se adjudicó la condición de agente urbanizador, pero tras año y medio de espera planteó una queja por el retraso ante el Síndic de Greuges, que ha acabado dándole la razón.

La parálisis administrativa amenaza el plan de viviendas bioclimáticas de Alzira

El nuevo concejal de Urbanismo, que también gestiona el área de Hacienda, Andrés Gomis, se escuda en la complejidad económica de la iniciativa para justificar la demora. «Se trata de un proyecto urbanístico con una posible afección muy relevante a la Hacienda municipal que podría ascender a 8’3 millones de euros en cargas urbanísticas», defiende el edil, que también destaca que otros proyectos previstos en el Torretxó podrían elevar hasta los 40 millones de euros la suma que deberá asumir el ayuntamiento. 

La iniciativa se impuso en un certamen europeo de arquitectura pero su financiación genera suspicacias políticas

El barrio bioclimático, que ya generó suspicacias y tensiones en el área de Intervención en la última legislatura, también despierta recelos entre los nuevos representantes de Compromís en el consistorio. «El destino de algunas parcelas está por perfilar, todavía se tienen que definir algunos detalles», justificó Gomis hace unos días. Y también aseguró que han surgido dudas en el traslado hasta allí del parque comarcal de bomberos. La espera continúa.

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