La ‘cremà’ funde el sueño de tener en Alzira una falla municipal

La JLF se había marcado 2024 como el año en el que plantar un monumento para la ciudad, pero las elecciones frenaron su aspiración

El alcalde de Alzira, Alfons Domínguez, junto al presidente de la JLF, Bernardo Cortés.

El alcalde de Alzira, Alfons Domínguez, junto al presidente de la JLF, Bernardo Cortés. / Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

La continuidad de Bernardo Cortés al frente de la Junta Local Fallera (JLF) de Alzira quedará en manos de las 35 comisiones de la ciudad en cuestión de meses. Ya habrá cumplido su ciclo de dos años como presidente y tiene una espina clavada en el corazón, pues no ha podido llevar a cabo uno de sus proyectos estrella: plantar un monumento municipal. Cortés reconoce a Levante-EMV que las elecciones locales resultaron un impedimento a la hora de convertir en realidad la deseada falla este año, como tenía previsto en un primer momento, y confía en que 2025 sea el ejercicio en el que la ciudad tenga un un monumento de todas y todos. Si resulta reelegido.

El programa electoral de Cortés y su directiva incluía diversos puntos. Uno era el de ampliar los espectáculos pirotécnicos, algo que este año ya se ha podido ver. Siete ‘masceltaes’, dos ‘nits del foc’ y un disparo adicional el día de la Crida. Aunque una de las promesas más destacadas era la de plantar una falla municipal, como sí tienen València y «otras ciudades con menos tradición fallera que Alzira», manifestó en su momento.

«La realidad se impone»

Tras ser ratificado como presidente de la JLF en 2022, Cortés fijó 2024 como el año en el que Alzira tendría un monumento que representase a toda la ciudadanía. Sin embargo, no ha sido así. «Nos habría gustado plantar ya este año, es cierto, pero la realidad se ha impuesto. Venimos de un año electoral, hay cambios en el gobierno municipal y, por motivos de agenda, ha sido imposible planearlo todo como queríamos», admite el representante de las fallas alzireñas.

Con todo, Cortés se mantiene firme en su idea de dotar a la ciudad de un monumento propio. «Sigue siendo nuestro deseo. En breve volveremos a tener elecciones y, si continuamos al frente de la junta, nos reuniremos con el equipo de gobierno actual para intentar que el año que viene sea una realidad», comenta al respecto.

La JLF logró el pasado ejercicio 2023 sanear su economía al saldar sus deudas, lo que sumado al apoyo externo de diversos patrocinadores interesados en la iniciativa haría posible la ‘plantà’. También debe existir cierta implicación por parte del consistorio. La intención de Cortés siempre ha sido la de contar con una falla municipal que, por calidad técnica, podría formar parte de la Primera Sección, aunque no entraría a concurso. «Una ciudad como Alzira debería tener una falla que represente a todo el mundo, como sucede en València», concluye.