Gandia estudia cómo utilizar los grandes espacios que deja la limpieza del Serpis

Hace décadas que el cauce del río Serpis no ofrecía una imagen como la que está dejando la tremenda limpieza de cañas en un proyecto que desde hace unos meses ejecuta la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) con un presupuesto aproximado de millón y medio de euros.

Esa actuación avanza desde la desembocadura y consiste en el corte y triturado de millones de cañas y otras especies vegetales invasoras. En estos momentos el proceso ha llegado al puente de Carrefour y seguirá en las próximas semanas hasta el Pont Nou. Desde ahí hasta Pont Vell también está ya limpio de cañas.

Los elementos vegetales triturados se depositan sobre el cauce, preferentemente en las orillas, y se cubren con una lona geotérmica que acelerará la pudrición de ese material. Después la lona se retirará y a los árboles ya existentes, que no se cortan, se plantarán especies de ribera fluvial autóctonas para devolver la imagen que el Serpis y otros ríos tenían hace décadas. El proceso durará aproximadamente dos años.

Mientras se está ejecutando ese proyecto, en el Ayuntamiento de Gandia ya trabajan en aprovechar los grandes espacios que la retirada de cañas está dejando a la vista y que son «aprovechables». Obviamente el cauce del río nunca podrá sufrir alteraciones que menoscaben ni un ápice su función esencial, la de conducir el agua al mar, pero desde el departamento de Medio Ambiente se piensa en las larguísimas temporadas en que el río mantiene un exiguo caudal que discurre por el centro de la rambla, de manera que los laterales pueden cumplir otra función lúdica y ambiental.

No se trata de proyectos como el antiguo cauce del Túria en València, que quedó liberado de caudal con el proyecto del Plan Sur, pero sí, como ya se ha hecho en otros tramos del Serpis, en habilitar caminos, e incluso zonas verdes de considerable tamaño, que puedan ser disfrutadas por los ciudadanos.

Hace años, cuando se canalizó el río en el centro de la ciudad, Gandia ganó un gran parque entre el Pont Vell y el Pont de Ferro, y esa es la idea que está en la cabeza de quienes piensan que algo similar se podría hacer ahora en otros segmentos. Eso sí, siempre bajo la supervisión de los técnicos y la autorización de la CHJ, porque, como se ha visto en muchas ciudades, ya hay ejemplos de parques y zonas verdes inundables que no obstaculizan el curso del agua durante los episodios de fuertes lluvias y crecidas de caudal pero que, el resto del tiempo, actúan como zonas y parques de recreo y paseo.

Entre las primeras actuaciones anunciadas por responsables del Ayuntamiento de Gandia figura la habilitación de un camino desde el puente de Carrefour hasta la desembocadura, continuando la ruta peatonal ya existente desde ese punto hasta el Pont de Ferro.

La mejor manera de combatir la invasión de jabalís en la ciudad

Nadie duda de los efectos beneficiosos, para el paisaje, el ecosistema y la biodiversidad, que está teniendo el proceso de limpieza de cauces de ríos y barrancos que durante años fueron invadidos por las cañas hasta el punto de quedar ocultos a la población. Entre esas ventajas no solo está el uso y disfrute que los ciudadanos pueden hacer de sus ríos, sino también el hecho de ir «destruyendo» los espacios en los que se ocultan las piaras de jabalís que usan los cauces como sus propias autopistas para desplazarse por el territorio y, de noche, invadir muchas zonas urbanas, con el riesgo que ello conlleva. La limpieza del Serpis en Gandia ya ha permitido que muchos jabalís abandonen este entorno y vuelvan a su hábitat natural, que está en las montañas. Por eso hay ayuntamientos de la Safor que ya están en contacto con la Confederación del Júcar para ejecutar proyectos similares en sus respectivos términos.