Confiscados en València 200 kilos más de cocaína en un envío legal de café en grano

El cargamento, que procedía de Colombia, eleva a 7,7 las toneladas de esta droga llegadas por el Puerto de València confiscadas en los últimos tres meses

A prisión 5 miembros de una banda que cultivaba droga en las montañas de Algar

Levante-EMV

Teresa Domínguez

Teresa Domínguez

Suma y sigue. Séptima operación policial en el Puerto de València contra el tráfico de cocaína por vía marítima a gran escala con destino final en València. Resultado: 200 kilos más de esa droga sacados a tiempo del mercado negro. Esta vez, sin detenidos. Con estos 200 kilos, una cantidad que antes era importante y que hoy, tras las últimas incautaciones milenarias se antoja escasa, son ya cerca de ocho las toneladas confiscadas en poco más de tres meses, lo que posiblemente garantiza a los muelles valencianos seguir siendo el número 1 en decomisos en España y el tercero de Europa tras, por ese orden, los recintos portuarios de Rotterdam, en los Países Bajos, y Amberes, en Bélgica.

La última incautación, por ahora, se produjo el miércoles pasado durante la revisión de un contenedor sobre el que ya pesaban las sospechas de los responsables del control del tráfico de drogas, tanto de la Policía Nacional, como de la Guardia Civil, como de Aduanas.

Un gancho perdido

Las sospechas fueron confirmadas primero al pasar el contenedor por el escáner que manejan los funcionarios de la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera (DAVA), que confirmó la presencia de posibles pastillas de cocaína ubicadas en la parte trasera de la carga, algo que pudo ser certificado enseguida, durante la revisión física del depósito.

En esta ocasión, los narcos han utilizado, de nuevo, el sistema del gancho perdido, esto es, enviaron la cocaína oculta en grandes mochilas colocadas junto a la carga legal, sin que ni el exportador ni el importador de la mercancía -esta vez, sacos de café en grano llegados desde Buenaventura (Colombia)- supieran de la existencia de la droga.

Sin tiempo para rescatar la droga

La intervención de los tres organismos fue tan rápida que el grupo de rescatadores a quien se había encomendado la extracción de la droga del interior del contenedor no llegó a tiempo, por lo que son otros 200 kilos que pierde una organización y que se suman a los 7.700 confiscados desde finales de septiembre después de haber entrado por el Puerto de València. La incautación anterior a esta se produjo el 11 de diciembre en Cehegín (Murcia) y permitió detener a ocho personas y sacar 1.300 kilos de cocaína oculta dentro del tres bloques de mármol.

Tal como ha venido adelantando Levante-EMV, entre finales de septiembre y este miércoles ha habido siete golpes policiales a las grandes redes del narcotráfico, con 33 detenidos, de los que la mayoría siguen en prisión. El primero, con 210 kilos de cocaína y cuatro detenidos, se produjo en una nave de Villarrobledo (Ciudad Real), adonde fue llevada la droga, oculta dentro de dos piezas huecas declaradas como chatarra y procedentes de Panamá, en un camión que partió del puerto valenciano. Los cuatro fueron encarcelados.

La moda del doble fondo

Días más tarde, a principios de noviembre, la Udyco y nuevamente funcionarios de Aduanas de València recuperaban 1.561 kilos de la misma droga ocultos dentro de la estructura metálica de un contenedor vacío en València, esa vez sin detenciones. Era la segunda operación.

El día 8 de noviembre llegaba la tercera operación, igualmente de la Udyco y Aduanas y con cuatro detenidos, tres hombres y una mujer. Como en el caso de Villarrobledo, la cocaína, 561 kilos, fueron recuperados del interior de seis cilindros metálicos que formaban parte de otro envío de chatarra procedente también de Panamá y que fue descargado en una chatarrería de Almassora cuyo dueño es uno de los arrestados. En ese caso, los cuatro arrestados fueron a prisión por orden judicial.

A finales de noviembre, agentes del EDOA de la Guardia Civil de València detenían a ocho hombres, siete españoles y un albanés, cuando recuperaban 600 kilos de cocaína ocultos en el doble fondo de un contenedor vacío en una terminal logística de Quart de Poblet, adonde fue llevado tras haber descargado en Málaga los aguacates que había transportado desde Perú, tal como adelantó, también en exclusiva, Levante-EMV. Era el cuarto mazazo.

En ese caso, uno de los presuntos narcos perdió un pulgar cuando trataba de huir de los agentes, que les sorprendieron de noche, en plena descarga de la droga. Los ocho fueron a prisión.

Un mes bajo vigilancia

La quinta operación antidroga llegaba el 1 de diciembre, pero había empezado a gestarse un mes antes. Ese día, agentes nuevamente de la Udyco de València, junto con funcionarios también de Vigilancia Aduanera, apresaban a once hombres cuando abrían con radiales el doble fondo de un contenedor vacío en una nave de Xirivella, para recuperar casi 3.300 kilos de cocaína ocultos en bolsas. Ocho de los once apresados fueron a la cárcel por orden de la juez de Instrucción número 1 de Mislata.

En ese caso, la incautación fue posible gracias a la cooperación entre fiscalías antidroga, ya que fue la de Quito quien puso en alerta a la de València, lo que permitió a esta última poner en marcha una entrega controlada que llevó a la Policía Nacional a vigilar durante un mes los cuatro contenedores bajo sospecha, hasta que por fin los narcos los recogieron y los llevaron a Xirivella, donde fueron apresados cuando iban a recuperar la droga.

Dos de los detenidos con casi 3.300 kilos de cocaína sales del juzgado de Mislata de camino a la cárcel.

Dos de los detenidos con casi 3.300 kilos de cocaína sales del juzgado de Mislata de camino a la cárcel. / Fernando Bustamante

La sexta operación permitió a la Guardia Civil incautarse de 1.300 kilos de cocaína más, en esta ocasión, en una nave industrial alquilada en Cehegín (Murcia). Se produjeron ocho detenciones, seis en la nave y dos en València, aunque una de estas últimas correspondía a la de la mujer del presunto cabecilla, que quedó en libertad tras pasar por el cuartel del instituto armado. El resto fueron todos a prisión. Esa intervención policial, llevada a cabo por el EDOA de Palma de Mallorca con apoyo de un grupo especialista en vigilancias de la unidad central operativa (UCO) de la Guardia Civil, se producía el 11 de diciembre pasado y era el colofón a una investigación nacida justo un año antes, tal como ha informado este diario.

7,7 toneladas en dos meses

Con este último cargamento de 200 kilos ya son 7,7 las toneladas de esta cocaína que las fuerzas de seguridad han sacado del mercado negro tras haber accedido a territorio europeo a través del puerto valenciano, el tercero con más incautaciones de cocaína de toda Europa, por detrás de los de Amberes y Rotterdam, recintos portuarios que han desbancado al valenciano en los últimos años.

Hasta entonces, y desde hace prácticamente dos décadas, el Puerto de València era la principal puerta de entrada a Europa de la cocaína enviada por vía marítima desde Suramérica. O, al menos, el recinto con mayor número de incautaciones.

Marihuana en la montaña

Por otro lado, la Guardia Civil ha desarticulado un grupo criminal que cultivaba marihuana en plantaciones ocultas en plena montaña entre las provincias de Valencia y Castelló con la detención de siete personas, cinco de las cuales han ingresado en prisión, y la incautación de media tonelada de esa sustancia.

La bautizada como Operación Grown comenzó a principios de octubre, cuando los agentes averiguaron que había una plantación exterior de cannabis en Algar de Palància, concretamente de cannabis denominado de 'guerrilla', oculta en lugares remotos en la montaña para garantizar su discreción, según informa este viernes la Guardia Civil.

La banda usaba motobombas con las que extraían agua de un afluente natural próximo a las plantaciones; esta agua era canalizada y llevada a la zona más elevada de la plantación mediante mangueras hasta llenar las balsas que antes habían construido perforando el suelo y cubriéndolas con lona.

Los agentes detectaron la presencia de un grupo de personas asentadas en un municipio de Castelló, las cuales habían confeccionado un entramado en el que cultivaban plantaciones de entre 2.000 y 3.000 plantas.

Estructura jerárquica

Se comprobó también cómo dentro del grupo había un líder, que era el encargado de distribuir las tareas o roles. El resto del grupo se encontraba perfectamente estructurado donde cada integrante tenía su rol asignado (de cultivo, guarda, elaboración o venta).

Las personas que se encargaban del cultivo y guarda habían confeccionado campamentos en los que vivían con tiendas de campaña, balsas de agua y un comedor para poder cuidar y vigilar la plantación.

Además, habían instalado volumétricos a lo largo de la plantación con el fin de ser alertados de la presencia de terceras personas; otros integrantes del grupo eran los encargados de suministrarles todo lo necesario para subsistir en el monte y solo lo abandonaban durante unos minutos para recoger su avituallamiento y hacer entrega de bolsas de marihuana de unos seis kilos.

Otros siete detenidos

La operación culminó con la investigación de un hombre y la detención de otros siete, con edades comprendidas entre los 30 y los 43 años, todos de origen albanés, por un delito contra la salud pública, falsedad documental, grupo criminal y atentado contra la autoridad.

En los registros practicados en Oropesa de Mar, Villanueva de Alcolea y Fanzara se han intervenido media tonelada de marihuana, tres motobombas de agua, un generador eléctrico y múltiples medios para el envasado de la droga valorados en unos 6.500 euros, así como útiles de limpieza de un arma de calibre 9mm.

Las diligencias han sido entregadas en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Sagunt, cuyo titular ha decretado el ingreso en prisión de cinco personas.