El verano en el Valencia pasa por las grandes ventas

En los últimos años, el club se ha visto obligado a traspasar a sus jugadores con más cartel en el mercado para cuadrar las cuentas y poder acometer nuevos fichajes para reforzar la plantilla

Yunus, Soler y Guedes han sido las últimas grandes ventas del Valencia.

Yunus, Soler y Guedes han sido las últimas grandes ventas del Valencia. / SD

Manel J. Ghelli

La venta de Yunus Musah es un hecho. El traspaso del jugador norteamericano ejemplifica en lo que ha convertido el Valencia en los últimos años y que está generando una peligrosa tendencia en el mercado de fichajes valencianista. 

Alrededor de 20 millones de euros es la cifra que va a ingresar el club por el estadounidense. Esto, unido a la rescisión de Cavani le va a permitir al Valencia tener algo de maniobra en el mercado, pero sigue siendo insuficiene para poder acometer fichajes de cierto ‘peso’ sin excederse en el Fair Play financiero. Una constante que viene repitiéndose desde el año siguiente de la pandemia, en el que Javi Gracia se encontró con las ventas de jugadores importantes como Parejo, Coquelin, Ferran Torres, Rodrigo Moreno, Kondogbia o Garay (que terminó contrato), con las que el club ingresó más de 75 millones con ventas. Un despropósito que le pudo costar la categoría al Valencia, y por el que el propio técnico navarro quiso hacer las maletas y marcharse, algo que finalmemte no se dio. 

La temporada siguiente se aguantaron las ventas de jugadores como Guedes o Soler, que apuntaban a salir, pero que con la inyección del fondo CVC aligeró las cuentas de los equipos de la liga y permitió que se realizasen fichajes. 

Un oasis en el desierto, ya que en el verano posterior se siguió con la venta de los jugadores con mejor cartel de la plantilla. Empezando por Gonçalo Guedes, que desde hacía varias temporadas tenía colgado el cartel de «Se vende» en la frente y que si no había salido antes era porque su rendimiento había decaído, al igual que su precio. Nada más lejos de la realidad, en cuanto se revalorizó y antes de que finalizara su vinculación contractual, hizo las maletas al destino menos sorprendente posible: el Wolverhampton inglés, con un núcleo de jugadores portugueses y con un vínculo común en cuanto a representación se refiere. 

Ese mismo verano también harían las maletas Soler junto con Cilessen y Maxi Gómez ante la necesidad de ventas, lo que permitió las compras de Hugo Duro y André Almeida

La consigna es clara y es una constante de cada año. Los jugadores con los que se puede sacar dinero son venta clara. Primero, para cuadrar las cuentas; y si se ingresa lo sufiente, entonces hablar de fichajes. 

Este verano el Valencia ya ha vendido a uno de los jugadores con los que más caja podía hacer y en la plantilla ya no hay demasiados jugadores ‘jugosos’ para el mercado. Salvo Mamardashvili y por supuesto Gayà, no parece haber un jugador que se aproxime a los 20 ‘kilos’. Lo que parece claro es que en la próxima ventana estival dejará como mínimo una venta de peso para seguir con pulso en el mercado, mientras deportivamente la recesión es exponencial.