Toni Gaspar se despide del Corpus recordando su experiencias en el Pregón

El presidente de la Diputación compara la danza de la Moma con los problemas de la sociedad actual

El presidente de Amics del Corpus, Francisco Esteve, con Toni Gaspar

El presidente de Amics del Corpus, Francisco Esteve, con Toni Gaspar

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

«Que este lugar sea testigo de una de mis últimas intervenciones como presidente de la Diputación es un regalo y un privilegio». Así se expresó Toni Gaspar como pregonero de la fiesta del Corpus. El día litúrgico, desplazado al fin de semana, sirve en València para albergar el inicio del mismo con un acto en el Patriarca que contó primero con una misa oficiada por el arzobispo Enrique Benavent y posteriormente el discurso del dirigente provincial, en el que habló de su etapa de monaguillo, cuando llevaba la Custodia «como una carrera de obstáculos, con tapices que no podías pisar antes del palio, mesas llenas de flores que no debía tocar o recibías la regañina de la vecina que lo había engalanado...», la revelación que supuso para él contemplar la octava del Patriarca. «Harían falta muchas y grandes palabras para describir un momento incomparable» y su participación como «Cirialot» el año pasado.

También recordó la simbología de la Eucaristía, recordando la imagen del papa Francisco, en plena pandemia, oficiando misa "en la plaza de San Pedro. Un hombre solo en la inmensidad y silencio atronador de aquella plaza majestuosa, sosteniendo un trozo de pan en una custodia. Millones de personas de toda nacionalidad rezando juntos gracias a la tecnología. Me impresionó aquella imagen. Nos unía a millones de personas la esperanza en la ciencia para curar el maldito virus… pero qué grande aquello que nos unía también sin saberlo. Todas las preguntas y quizás todas las respuestas. Toda la esperanza y quizás todo el dolor mirando fijamente ese trozo de pan en medio de Roma".

Por último, hizo una inteligente comparación de la situación actual con los pecados capitales que acompañan a la Moma, que definió como "el día a día de la humanidad en todas las trincheras posibles".

. «¿No es acaso la Moma, la representación de nuestros anhelos de vivir en paz, respetando la diferencia, en equilibrio con el resto de la Creación, desde el respeto absoluto a la grandeza de la condición humana?"

"¿O no son las violaciones de los derechos humanos, de la integridad física e intelectual de las personas de toda condición una plasmación de la lujuria?"

El arzobispo Benavent ofició la misa del Pregón

El arzobispo Benavent ofició la misa del Pregón

"¿O que unos tiren los frutos de la tierra que le sobran mientras otros no los pueden comer sea una evidencia de la gula?"

"¿O no son y continuarán siempre siendo las guerras en este mundo fruto de la avaricia desmesurada de algunos pocos?"

"¿O no es la ira, la envidia y la pereza esos males que dinamitan desde dentro instituciones, asociaciones y relaciones personales?"

"¿O no es la soberbia el peor de los males, porque no reconocemos que por mucho que sepamos no podemos juzgar lo que desconocemos?"

Los ediles Nuria Llopis, Rocío Gil y Santiago Ballester

Los ediles Nuria Llopis, Rocío Gil y Santiago Ballester

"En definitiva, es la batalla de cada día, seas creyente o no. La batalla de la humanidad desde que existe. La batalla de los instintos de los que unos pretenden liberarnos y otros pretenden que nos entreguemos a ellos".

Por último, definió al Corpus como "una fiesta de colaboración, de personas y de instituciones, una fiesta de unión, que aúna lo humano y lo espiritual, la razón y la fe, lo lúdico y lo litúrgico, las raíces con la actualidad. Una fiesta de recuerdo y de esperanza". Y parafraseando a Serrat, "una celebración, como dice la canción, de gentes de cien mil raleas, donde el noble y el villano bailan y se dan la mano. Una celebración solemne y alegre, piadosa y desenfadada, de fervor y admiración".

Gaspar, con Francisco Esteve y Ernesto Barchino

Gaspar, con Francisco Esteve y Ernesto Barchino

Tras el Pregón, el Corpus sale definitivamente a la calle. Las dos Rocas autorizadas para ello estarán en las Alameditas de Serranos a primera hora y serán llevadas a la Plaza de la Virgen, a mano, a las ocho de la tarde.