En venta la aceitera de los Casanova, artífices del “Hollywood español”

En la Avenida del Puerto y haciendo esquina con José Aguilar destaca un edificio de ladrillo rojo y piedra blanca que a principios del siglo XX albergó la fábrica de Industrias Aceiteras Casanova y hoy, remodelado en su interior para un uso mixto, se vende por 5.800.000 euros. El edificio conserva la fachada original de la fábrica que tantas alegrías dio a los Casanova, una ilustre y polifacética familia de empresarios valencianos.

Este apellido empezó a despuntar en las primeras décadas del siglo pasado gracias a la producción de aceite de cacahuete y su posterior reconversión hacia el aceite de oliva, obligados por las medidas proteccionistas del gobierno de Primo de Rivera en 1926. Algunas fuentes documentales hablan de la fábrica de aceites española más próspera de aquel entonces, una nave de la que aún se conservan vestigios: un panel cerámico con un dibujo de un ancla (logo de la empresa) y un texto que dice: "Fábrica de Aceites", así como una una prensa de aceite de 1918. 

Más tarde, gracias a las ganancias del negocio aceitero el empresario Manuel Casanova tomó el mando, en marzo de 1932, de la Compañía Industria del Film Español SA, la que fue considerada por muchos la mayor productora del cine español. Entró en la industria del cine con el objetivo de dejarle un medio de vida a dos de sus hijos, Vicente y Luis, y por el camino logró construir el denominado “Hollywood español”, una aproximación al modelo norteamericano a través de un equipo estable, estudios propios y un elenco admirado en la época. 

Cifesa –según glosa Fèlix Fanés en su obra ‘Cifesa: la antorcha de los éxitos’, publicada por la Institució Alfons El Magnànim y La Mostra de València– arrancó con la producción de ‘La hermana san Sulpicio’, de Florian Rey; se consolidó con acuerdos como el firmado para la distribución exclusiva de las películas de Columbia en España; y se desfondó durante un Franquismo al que se le ha vinculado y desvinculado en función de quién narre su historia. 

De todo aquello fue germen el edificio remodelado en el año 2000 que ahora sale a la venta en plataformas inmobiliarias como posible coworking, centro comercial u hotel acompañado de la siguiente descripción: “El edificio está compuesto de un total de 4 Plantas: planta sótano aparcamiento de 592 m2, con 16 plazas de garaje. Planta baja diáfana ideal para restauración/comercio de 588 m2, con gran altura y con 14 entradas de luz. Planta primera de 600 m2, ideal para actividades profesionales /despachos. Planta alta de 600m2, diáfana abuhardillada que permite diferentes usos. En conjunto el activo suma 2.380 metros cuadrados.

Otro edificio histórico la zona

Se da la circunstancia de que este no es el único edifico histírico puesto a la venta recientemente en Avenida del Puerto. Tal como publicó este periódico a principios de octubre, el empresario Jon Fatelevich ha puesto a la venta el edificio Casa Calabuig de València, además de un solar adyacente, por un precio que ronda cinco millones de euros. Este edificio, el último de la avenida del Puerto (número 336), alberga el mítico Bar Calabuig y cuenta con otras cinco plantas.