Foro ODS

La sostenibilidad, eje central en la estrategia de desarrollo de València

Levante-EMV reúne a representantes de la administración pública, de la empresa privada y de los institutos tecnológicos valencianos para conversar sobre ciudades sostenibles y consumo y producción responsable

Foro ODS 11 Ciudades y Comunidades Sostenibles y ODS 12 Consumo y producción responsable

Candela García

Candela García

Foro ODS 11 y 12.

Foro ODS 11 y 12. / ED

La sostenibilidad nunca ha sido una obligación para València. Especialmente en los últimos tiempos, el compromiso de la administración pública por reducir la huella de carbono de la ciudad y del área metropolitana se ha materializado en apuestas innovadoras en materia energética, de movilidad, de urbanismo, de turismo, de gestión de recursos o de gobernanza que permiten mejorar y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Tanto es así que, en octubre de 2022, la Unión Europea premió todo este trabajo de décadas con la Capitalidad Verde Europea para 2024, convirtiéndose en la segunda localidad española en conseguirlo (Vitoria-Gasteiz lo fue en 2012) y la primera del Mediterráneo.

 Este esfuerzo se extiende, además, al tejido empresarial valenciano, que impulsa iniciativas para mejorar procesos de producción ante una normativa y unos clientes cada vez más exigentes. Con todo, la colaboración público-privada se vuelve fundamental para crear sinergias y acelerar al máximo la descarbonización, así como para trasladar a toda la sociedad la importancia de ser responsables con el medio ambiente.

Sobre los ODS 11 (Ciudades y Comunidades Sostenibles) y 12 (Consumo y producción responsable) conversaron representantes del sector público valenciano, con Antonio García, director general de València Capital Verde Europea 2024, y Sylvia Andrés, directora gerente del Palacio Congresos de València; de la empresa, con José Claramonte, director general de Facsa, del Grupo Gimeno; y de los institutos tecnológicos, con Laura Olcina, directora gerente de ITI. El encuentro, moderado por Silvia Tomás, directora de Relaciones Institucionales de Prensa Ibérica en València y organizado por Levante-EMV, en colaboración de Facsa, Palacio de Congresos, Redit y Keraben Grupo, contó también con la apertura institucional de Carlos Mundina, concejal responsable del Área de Mejora Climática y Gestión del Agua en el Ayuntamiento de València, y con el cierre de Marta Torrado , concejala responsable del área de Bienestar Social del consistorio valenciano.

Cuando la Unión Europea elige la Capitalidad Verde tiene en cuenta muchas variables: parques y jardines, innovación, ruido, calidad ambiental, amabilidad, eficiencia, gobernanza... «No evalúan cómo estamos en este momento, sino dónde queremos llegar. Hemos hecho muy bien los deberes. El estado actual de València es tan bueno que acabaríamos el año muy contentos, pero queremos mejorar aún más y sacar con buena nota este 2024. Y, por supuesto, llegar a 2030», comparte Antonio García. 

Así, a partir del 1 de enero, la agenda de la ciudad viene cargada de actividades para profundizar en materia de sostenibilidad y hacer divulgación a toda la sociedad. Algunos de los actos tendrán alcance internacional, como la conferencia sobre humedales o el encuentro con otras ciudades verdes. El objetivo es conseguir integrar al ciudadano en el proyecto de Capital Verde, igual que lo consiguió Vitoria en su momento. «Debemos conseguir que la gente interiorice que es un premio de todos. Estamos en un proceso de escucha activa, recibiendo propuestas para luego tratar de aplicarlas. Queremos que los valencianos sientan orgullo», apuntó.

Dar ejemplo

Pero la sensibilización de la ciudadanía al respecto pasa primero por dar ejemplo. Algo que desde el sector público tienen muy claro. Uno de los ejemplos más representativos es el Palacio de Congresos de València, que rige su actividad sobre ejes estratégico como sostenibilidad, digitalización e innovación, experiencia y excelencia en la gestión.

«El edificio tiene ya 25 años. Debemos seguir apostando, invirtiendo, siempre buscando la reducción al máximo la huella, digitalizarnos para mejorar los procesos e innovar para estar posicionados y ofrecer la mejor experiencia a nuestros clientes, todo el foco se pone en ellos.Tenemos que dejar la imagen de València a la altura, pero siendo social y medioambientalmente responsables», destacó Sylvia Andrés. Este ejercicio cuentan con 1,8 millones de fondos Next Generation para impulsar iniciativas punteras como la introducción de gemelos digitales, la instalación de una cubierta fotovoltaica para el autoconsumo o la conversión del aparcamiento en un parking disuasorio de la ciudad. 

En cuanto a la aportación concreta del organismo con los ODS 11 y 12, la directora gerente señaló en su papel como motor económico. «Hemos generado 2,5 millones de pernoctaciones. Esto ha generado un impacto. Hace 25 años no había nada en la avenida de las Cortes Valencianas. Ahora tenemos mil habitaciones para alojarse a una distancia a pie y restaurantes de todo tipo», añadió. Respecto al consumo, Andrés explicó que tanto la plantilla como los proveedores se les exigen unas pautas concretas en materia de sostenibilidad. Para los clientes se ha creado un manual de recomendaciones.

Innovación y recursos limitados

En el lado de la empresa privada, hay innumerables ejemplos de buenas prácticas. «La colaboración público-privada es fundamental», indicó José Claramonte. Facsa se encarga de la gestión del ciclo integral del agua, un auténtico desafío para las ciudades ya que se trata de un recurso limitado y necesario casi todos los ámbitos. Por ello, desde la entidad son conscientes de que la innovación constituye una gran oportunidad .

Afectados por el cambio climático, que deja periodos más largos de sequía y una pluviometría con una intensidad muy diferente, aseguró Claramonte, « el reto que tenemos es mantener la cantidad y calidad del agua suficientes para nuestro Estado del Bienestar, eso requiere inversión continua». Para el experto, la garantía de futuro pasa, además de  las fuentes convencionales de agua superficial o subterránea, por la aplicación de tecnologías innovadoras al ciclo del agua o procesos punteros como la desalación. «Tenemos que implementar estas tecnologías, con la sensorización y optimización de procesos, la Inteligencia Artificial y los gemelos digitales, para tener las mejores estrategias y tomar las iniciativas mas adecuadas», indicó Claramonte, quien quiso dejar un mensaje rotundo: «O mejoramos en la eficiencia o no vamos a tener agua para todos», reivindicó. 

Al respecto, Laura Olcina valoró el protagonismo que pueden tener las nuevas tecnologías en la toma de decisiones cuando se trata de asignar unos recursos de manera eficiente sin comprometer la calidad de vida de las generaciones presentes y futuras. El Internet de las cosas (IoT), el big data, los gemelos digitales, la Inteligencia Artificial... Todas ellas permiten recopilar datos cruciales para la ciudad en tiempo real:  conocer la calidad del agua, el estado del tráfico, la ocupación de las aceras, cuál es la temperatura ambiente, entre otros. 

«Desde ITI generamos conocimiento en todas estas líneas y lo ponemos a disposición de las empresas tecnológicas en formato de proyectos para trabajar con ellas y asegurar que estas tecnologías llegan al mercado o a las ciudades», detalló Olcina. De esta manera, la directora gerente del ITI sostuvo que «una buena incorporación de las tecnologías va a ayudar a mejorar la productividad, reducir costes, mejorar la calidad de productos y servicios... Pero primero es necesario tener un buen diagnóstico de la compañía».