Jesús Carbonell: "Los proyectos que ideó el anterior gobierno eran letales para el tráfico de València"

Jesús Carbonell tiene 55 años, nació en València y es funcionario de carrera de la Generalitat Valenciana. Su último destino fue la Autoridad Metropolitana del Transporte, de donde lo reclutó la alcaldesa María José Catalá, con la que ya trabajó en la Conselleria de Educación. El concejal de Seguridad Ciudadana y Movilidad de València presume de haber trabajado «con lealtad, con diferentes gobiernos de todos los colores en puestos de responsabilidad» y ahora «ejerzo mi derecho a participar en la acción política según mi ideario», subraya.

¿Cómo es el trabajo con María José Catalá? ¿es muy exigente?

La alcaldesa sabe gestionar muy bien equipos y estimular a la gente que trabaja con ella. Valora mucho a su equipo. Te otorga confianza para que trabajes con tranquilidad, pero al mismo tiempo es exigente y exige resultados.

En el área de movilidad han bastado seis meses para darle la vuelta a la ciudad. Se ha cumplido esa parte del programa con todos los cambios en Colón y la vuelta de las líneas de la EMT al centro, eran compromisos electorales que han cumplido a toda velocidad...

Bueno, la autocomplacencia no es una de las características de la alcaldesa y mía tampoco. Sí, sabemos que hemos cumplido con los compromisos electorales grandes, varios de los compromisos electorales que teníamos. Pero esto no acaba aquí. Acabamos de empezar. Llevamos solo seis meses, queda mucho trabajo por hacer.

Cuando accedió al cargo, ¿cómo se encontró la EMT? ¿se llevó alguna sorpresa?

Nos encontramos con que se estaban dejando de prestar más de 1.100 servicios al mes. Por la falta de conductores. De hecho, la primera medida que adopté fue contratar 75 conductores. Posteriormente hemos contratado otros 25 más para las nuevas líneas al centro. Porque el cambio de los recorridos exige el incremento de chóferes para no perder frecuencias. Por tanto, en torno a 95 trabajadores hemos contratado ya desde que llegamos. En la actualidad, el servicio que presta la EMT cumple la programación. Y eso nos ha permitido aumentar viajeros, batir el récord de 2019 y encontrarnos ahora con 400.000 usuarios diarios.

El fin de semana pasado hemos vuelto a ver aglomeraciones en la calle San Vicente que han obligado a desviar las líneas de la EMT que entran por esta calle. ¿Eso tiene alguna solución? ¿O se van a seguir desviando las líneas cuando haya esas aglomeraciones?

Hay que desmitificar los desvíos, porque diariamente entorno al 40% de las líneas de la EMT se desvían por uno u otro motivo. En concreto, en el año 2022, la línea C1, que discurre por el mismo itinerario que discurren las nuevas líneas, se desvió en 171 ocasiones. Por lo tanto es algo normal. La red de la EMT está viva. Además, este año se ha dado la circunstancia añadida de que tras ocho años de apagón navideño, pues se ha hecho un esfuerzo por iluminar el centro de la ciudad y construir un itinerario de belenes y luz que ha ilusionado a la ciudadanía. Esto ha provocado esa masificación. Cuando ocasionalmente se produzcan masificaciones, se desviarán las líneas.

El Comité de Empresa ha denunciado que las nuevas rutas por San Vicente son peligrosas y presentan riesgo de accidente, ¿qué piensa usted como presidente de la EMT?

Me resulta llamativa la queja porque para la puesta en marcha de estas nuevas líneas la actual corporación ha recabado todos los informes necesarios. Pero además, los informes de seguridad nos han recomendado hacer modificaciones de nivel menor. Por tanto, estamos tranquilos acerca de la seguridad de las líneas que llegan al centro porque tampoco hemos inventado itinerarios nuevos. De hecho, si esas líneas no fueran seguras, los trabajadores de la EMT, los conductores, no hubieran solicitado prestar servicio en dichas líneas, cosa que sí ha ocurrido.

La reforma de líneas de la EMT realizada en 2020 ¿por qué había que cambiarla?

Con aquella reforma se produjo una disminución de los usuarios que venían desde el norte de la ciudad o de las pedanías del norte, que son los grandes beneficiados con las modificaciones actuales. No hay más que preguntar a esos barrios o a los comerciantes del centro para saber lo que opinan de los cambios actuales. Además, antes de la remodelación estábamos duplicando los servicios y robándonos los viajeros entre el Metro (FGV) y la EMT.

¿Qué actuaciones tiene pendientes para la EMT?

Hemos licitado la compra de 57 autobuses por importe de 30 millones de euros que llegarán a finales de 2024. Además, vamos a acompasar la elaboración del Plan Director de la EMT con la llegada de nuevos autobuses, que esperamos que esté acabado también en esa fecha y que debe fijar la estrategia de la empresa de aquí a 2030. Las pedanías necesitan mejorar sus servicios. Por otro lado, València ha crecido mucho y hay nuevos barrios. En definitiva, hay que repensar las líneas de la EMT que llevan muchos años con el mismo diseño.

¿Qué balance hace de la reapertura de la calle Colón al tráfico privado?

La ventaja de las actuaciones en las vías es que efectivamente son fácilmente comprobables los resultados. Cualquier ciudadano ahora puede pasar por la calle Colón y comprobar cómo está funcionando. Que yo sepa no se están produciendo atascos y desde luego, si se producen serán puntualmente como en cualquier otra ocasión a lo largo del año.

A la alcaldesa la ha bautizado la oposición como «María Coché Catalá» y a usted como el concejal del coche, ¿qué opina sobre este calificativo?

La oposición hace su papel de la mejor manera que sabe o puede. Pero es evidente que no existe un modelo de ciudad que tome al coche como eje de la movilidad. Las modificaciones que hemos realizado son para devolver el transporte público al centro. En ningún caso se ha incrementado el número de vehículos al centro. Y el único supuesto en el que quizá podría decirse que se ha facilitado el tránsito del coche privado es en la calle Colón. Y los resultados a la vista están: no existen las aglomeraciones vaticinadas por la oposición.

Engarzando con la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), ¿van a implantar un plan de mínimos?

Por el momento vamos a implantar una primera ZBE en el ámbito del Área de Prioridad Residencial de Ciutat Vella porque los objetivos son coincidentes. Cumpliendo lo previsto para el APR se cumple lo previsto en la normativa de ZBE y esa es la primera zona de bajas emisiones de la ciudad de València. Cuestión distinta es la ordenanza definitiva que está pendiente de definir que contemplará otra ZBE diferente a esta y que abarcará toda la ciudad. Ahora bien, en la ZBE, hay que ponderar todos los intereses implicados. Por un lado, la protección del medio ambiente. Y por otro, la protección de los intereses de vecinos y comerciantes. Las decisiones deben ser mesuradas y la ordenanza definitiva solamente establecerá las limitaciones que sean estrictamente necesarias.

En Pérez Galdós van a quitar el túnel pero con una solución menos ambiciosa que la diseñada por el equipo de Ribó, también han aparcado el plan para convertir el eje San Vicente con Gaspar Aguilar en una vía de único sentido, y descartan quitar el túnel de Guillén de Castro y renaturalizar Ausias March... ¿por qué han revisado o van a revisar todos esos planes?

La combinación del Bulevar Cultural en Guillén de Castro, la renaturalización de Pérez Galdós, el único sentido para San Vicente y Gaspar Aguilar, ... Todo eso suponía un colapso importante en el tráfico. Esos proyectos que ya hemos abordado y otros que ha mencionado, tal como estaban diseñados por el anterior gobierno suponían un colapso total y absoluto del tráfico. Eran letales para la ciudad. Por eso, cuando se acometan los proyectos de reurbanización Gaspar Aguilar y San Vicente, se introducirán las adecuaciones que sean necesarias y sin perder los fondos europeos. Los otros proyectos que cita son urbanísticos y Movilidad informará sobre ellos cuando se nos solicite.

Es usted también el concejal de Policía Local, ¿qué se encontró al asumir esta cartera?

Lo que me encontré es una plantilla infradotada. De recursos humanos y materiales. Por ejemplo, la policía de barrio, que es otra de las promesas electorales de María José Catalá, ha desaparecido de muchos de los barrios de la ciudad por falta de personal. Me he reunido con numerosas asociaciones de vecinos en la sede de cada una de las comisarías. Y hay una demanda recurrente que es la recuperación de la policía de barrio y eso es un objetivo prioritario para este gobierno. En este mandato recuperaremos la policía de barrio en todos los barrios.

¿ A qué otras carencias de medios materiales se refiere?

Me encontré una situación de las infraestructuras tecnológicas alarmante. En particular en la Sala 92. Hay veces que es imposible literalmente coger llamadas, incluso registrarlas. Por dificultades de carácter técnico. Por eso, para resolverlas, en el presupuesto de 2024 hemos incluido 1 millón de euros. Aparte vamos a construir la comisaría de Malilla.

Tienen previsto poner en marcha la unidad policial contra el botellón, ¿estará operativa en fallas?

Ese es el objetivo, que esté operativa en marzo. Estamos en proceso de selección de personal para la denominada Unidad de Seguridad, Apoyo y Prevención (USAP). Va a ser una unidad especializada en combatir las actuaciones incívicas como el botellón, las reyertas, el ruido... A corto plazo contará con 120 agentes y el objetivo es que llegue a 180.

¿Cuál es el modelo de policía del PP y Carbonell para València? ¿Es un modelo más intervencionista, incluso cercano a la Policía Nacional ? porque les han colgado este sambenito...

Bueno, ese sambenito nos lo han colgado precisamente porque estábamos queriendo dar solución a la constitución de la unidad que al anterior gobierno le anuló una sentencia. Y por tanto había que actuar rápido para recuperar esa nueva unidad. Pero nuestra prioridad es la prevención y la policía de barrio.

La oposición dice que hace falta un concejal de policía que esté en la central, que usted está ausente, ¿qué tiene que decir a eso?

Que no es cierto y que calentar silla no equivale a trabajar. Le pondré varios ejemplos. El anterior concejal de policía dejó de reunirse con las asociaciones de vecinos en las diferentes comisarías. Yo voy prácticamente a todas. Yo me reúno con los sindicatos de la policía, voy a las mesas técnicas y la mesa general. El anterior concejal tampoco iba. Por tanto, que yo esté físicamente en un despacho o en otro es irrelevante. Lo importante es trabajar para la policía.

Otra de las promesas electorales más importantes de la ya alcaldesa es que va a incorporar a 500 nuevos agentes en los próximos años, ¿llegarán a tiempo?

Ya hemos incluido en la relación de puestos de trabajo 100 nuevos puestos de trabajo de policía para la ciudad de València. Por tanto, no nos hemos dormido en los laureles. Ahora bien, es necesaria una planificación coherente