Proliferan los taxis piratas en el entorno de las grandes discotecas

Los taxistas llevan años denunciándolo sin tener solución

Taxis, en una imagen de archivo

Taxis, en una imagen de archivo / Daniel Tortajada

José Parrilla

José Parrilla

Viernes o sábado. Cuatro de la madrugada. Salida de las discotecas o los pubs. Y no hay taxis para tanta gente en esas horas punta del fin de semana. Esta es la situación que encuentran cientos de personas cuando salen por la noche y tratan de volver a sus casas. Hay una demanda no satisfecha que muchos aprovechan para atender estas personas por la vía ilegal. Taxis piratas. «Funcionan en todas las discotecas, es lo normal», asegura un conocedor de la situación y usuario de estos «servicios». «La policía no está haciendo nada porque dice que pueden hacerse pasar como amigos y no hay forma de demostrarlo», lamentan los taxistas, que llevan seis años denunciando esta situación sin que haya una intervención directa de las autoridades.

Según este usuario anónimo, estos taxis están en todas las discotecas. Se colocan en las inmediaciones de estos locales y van haciendo traslados toda la noche. En unos casos quedan directamente con los posibles clientes y en otros prestan servicio a quienes se lo pidan en el momento. La mayoría son conocidos. «El boca a boca hace mucho y todo el mundo sabe a quién puede recurrir», asegura. El caso es que a día de hoy se trata de una práctica muy extendida que no tiene atajo.

Lo dicen los taxistas, que están hartos de esta situación y de que no se les haga caso. «Llevamos cinco o seis años denunciándolo en la Mesa del Taxi y nada», dice Fernando del Molino, presidente de la Federación Sindical del Taxi de València, que asegura que el problema «va a más» y que «tiene mala solución», aunque lo circunscribe principalmente a las discotecas de ambiente latino y africano.

«Es muy difícil pillarlos porque dicen que son amigos y los tienes que creer. La única forma sería que un policía se hiciera pasar por cliente y los pillara, pero la policía no quiere porque dicen que eso es incitación al delito. No tenemos colaboración», lamenta del Molino.

Tampoco por la vía de las inspecciones al transporte han encontrado una solución. «Nos dicen que no tienen medios para esto y nos remiten a la Policía Local»

Y cuando lo comentan cada año en la Mesa contra el Intrusismo, un espacio en el que salen todos los problemas del taxi, «la atención y los medios se la llevan las VTC, que es un problema muy grave también».

En el caso de los ciudadanos chinos, este representante del taxi asegura que tienen una aplicación por la que hacen los contactos, pero «es muy difícil pillarlos porque está en su idioma».

Fernando del Molino asegura, de todas formas, que el problema del intrusismo en el taxi no se limita solo a las discotecas de València. Ocurre en el aeropuerto de Manises, aunque «no proliferan», y ocurre sobre todo en el aeropuerto de Alicante. «Allí hay verdaderas flotas para alemanes, ingleses, rusos.... Tienen hasta locales con furgonetas», asegura.