València capturará palomas y las "trasladará" a zonas rurales

El ayuntamiento licita el nuevo contrato de control de la avifauna con el anterior caducado desde principios de año y el censo desbocado

Compromís critica la "crueldad" de los mecanismos de control previstos y advierte de la vuelta al sacrificio en cámaras de gas

Sistema de captura con una red de palomas que se usaba hace años en València

Sistema de captura con una red de palomas que se usaba hace años en València / Fernando Bustamante

València vuelve a métodos expeditivos para mantener a raya la población de palomas y estorninos. Frente al control basado casi exclusivamente en el reparto de pienso esterilizado y el control de los puntos de alimentación de las aves impulsado por el anterior gobierno progresista, el nuevo contrato del "Servicio de control integrado de palomas urbanas y estornios de la ciudad de València", que está ahora en licitación con un presupuesto de casi medio millón de euros y dos años de duración, recupera las capturas selectivas de palomas (dos veces al año al menos) como sistema de control de esta típica ave urbana.

A diferencia de lo que se hacía en otras épocas, las aves capturadas no serán a priori sacrificadas. El contrato especifica que "se trasladarán a palomares controlados urbanos" y en caso de que en estos no haya espacio (como ya ocurre, puesto que los nueve palomares ecológicos existentes en València con capacidad para 200 aves están ya al completo) serán "reubicadas en palomares rurales en distintos puntos de la Comunitat Valenciana", sin especificar más. Palomares rurales que tendrán que tener certificado de la conselleria "competente" para garantizar el bienestar de las aves, evitar el hacinamiento, y garantizar una buena ventilación y orientación del espacio.

El nuevo contrato llega tras varios meses con el anterior caducado y la población de palomas desbocada en distritos como Algirós, Saïdia, Eixample, Quatre Carreres y Patraix. El pliego de condidiones del nuevo contrato de control de avifauna impulsado por el responsable actual de la oficina de Bienestar Animal, el popular Juan Carlos Caballero, incluye las clásicas capturas con redes de palomas mediante cañones lanzadera o jaulas trampa (que se instalan con cebo vivo en puntos estratégicos como terrazas y azoteas).

Para el control de los estorninos, que junto con las palomas es la especie más numerosa en las grandes ciudades, se contemplan medidas para "dispersarlos de los puntos conflictivos que generen molestias a los vecinos", en concreto, la empresa adjudicataria tendrá que pertrecharse de cañones de aire "disuasorios" que se utilizarán por las tardes para dispersar las bandadas de estorninos antes del anochecer.

Huevos falsos y tramperos

Los métodos de control de la población de palomas y estorninos pasan también por el control de los nidos y puestas y la sustitución por huevos falsos.

Entre obligaciones de la empresa contratistas previstas en el contrato se incluyen que impartan a sus trabajadores cursos de bienestar animal en el transporte, cursos de tramperos y cursos de trabajos en altura.

La concejala de Compromís Gloria Tello asegura que el gobierno del PP y Vox, que eliminó cómo tal la Concejalía de Bienestar Animal creada por Compromís, impulsa un control poblacional de palomas y estorninos que "supone un retroceso en toda regla respecto al anterior". "El nuevo contrato es menos efectivo, menos proteccionista, menos respetuoso y paradójicamente más caro", asegura la que fue delegada de Bienestar Animal.

Las palomas aprovechan los restos de comida olvidados en las mesas de las cafeterías

Las palomas aprovechan los restos de comida olvidados en las mesas de las cafeterías / M.A.M.

Tello asegura que el pliego de condiciones incluye "prácticas que suponen un claro maltrato animal como son las capturas con jaulas trampa, que implican que durante varios días otras palomas se utilicen encerradas como reclamo en el interior de estas jaulas". La concejala de la oposición recuerda que València ha sido en las dos pasadas legislaturas referente nacional en protección animal, con medidas como prohibir las prácticas taurinas que suponen maltrato animal como el "bou embolat" (donde el nuevo gobierno ha vuelto a abrir la mano) o el fin del sacrificio por gaseamiento de palomas.

El contrato de control de aves (paloma "bravia" y estornino) sale a licitación por dos años con nuevos métodos de control más allá del pienso esterilizado con capturas con redes y cañones de aire

Tello critica además que el nuevo pliego "se olvida el respeto hacia estas aves", a las que considera "especies oportunistas, que ocasionan muchos problemas públicos, causantes de innumerables molestias ciudadanas y de transmisión de enfermedades a otros animales e incluso al hombre". Las palomas, que en algunos momentos se han calificado como las "ratas del aire", pueden transmitir hasta 40 enfermedades y son portadoras de parásitos como piojos o garrapatas, expone el pliego de condiciones del nuevo contrato, que detalla que los microbios de los excrementos de paloma, muy corrosivos y especialmente dañinos para el patrimonio, "pueden ser transportados por el viento y absorbidos por los equipos de aire acondicionado".

"Acabarán gaseadas"

La exconcejala de Bienestar Animal y animalista declarada, Gloria Tello, asegura que el método que su equipo implantó, basado únicamente en el reparto de pienso esterilizado y el control de los puntos de alimentación "fue ejemplar, todo un referente proteccionista y efectivo de control ético". En 2021, se logró estabilizar la población de palomas en 24.700 ejemplares, frente a los 35.500 que hay en la actualidad. Compromís atribuye el incremento de la población de palomas, que en un año ha crecido en casi 5.000 ejemplares, a la eliminación de dispensadores de pienso esterilizado, que han pasado de 16 a cuatro.

El PP ha decidido sustituir estas "prácticas por otras más agresivas, no garantistas del bienestar animal y violentas". La concejala de Compromís se pregunta cómo va a controlar el ayuntamiento adónde van a parar las palomas de València y evitará que acaben gaseadas como ocurría antes".

El contrato del servicio de control de palomas y estorninos contempla otras obligaciones para el contratista además del control en si de la población, en concreto, la elaboración de un censo anual de aves, establecer un umbral de tolerancia y llevar a cabo campañas de concienciación ciudadana para evitar prácticas como alimentar a las palomas o sobre las medidas que se pueden tomar en sus hogares para evitar anidamientos. En este sentido, Compromís destaca que en las campañas se debería incidir también en la intermediación con el sector de la hostelería, colegios, empresas y almacenes de piensos, sectores que tenemos comprobado que requieren por parte del ayuntamiento de unas pautas específicas que permitan disminuir la presencia masiva de estas aves. 

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