La Estación Marítima reconvertida en moderno centro de oficinas estará operativa en septiembre

Sus promotores esperan un impacto de cinco millones de euros y ya están al 17% de ocupación

Vistas desde el interior renovado de la Estación Marítima

Vistas desde el interior renovado de la Estación Marítima

De ubicación privilegiada en el centro de la Marina de València, la Estación Marítima de los años 80, en desuso desde hace tiempo, resurge como nuevo espacio de oficinas dentro del distrito marítimo dedicado a la innovación y a las empresas emergentes bautizado como "Terminal Hub". Tras un largo proceso de licitación, que acabó judicializado, por el recurso que presentó Valencia Innovation Distrit contra la propuesta liderada por la belga Fosbury and Sons que en 2018 se hizo con la concesión por 25 años del espacio, y que finalmente se decantó a favor de la primera, liderada por la Asociación Valenciana de Startups, el proyecto echará a andar este verano. Las obras de puesta a punto, que ha podido visitar Levante-emv, estarán terminadas en junio y en septiembre, tras un periodo de prueba y adaptación, empezará a funcionar. Lo hace con buenas previsiones de ocupación, están ya al 17% a pesar de no haber empezado la fase de comercialización pura y dura, y negocio.

Esperan un impacto de cinco millones de euros al año, la misma inversión que han tenido que hacer para adaptar el edificio, según el proyecto del arquitecto e ingeniero, además de socio inversor de la empresa concesionaria, Ricardo Orts. El y la gerente de la Terminal Hub, Paloma Mas, cabanyalera de nacimiento y responsable hasta ahora de eventos y marketing de Plug and Play Spain, han guiado la visita por las instalaciones, que no quieren ser solo un espacio de trabajo y oficinas, sino un lugar de encuentro e intercambio que sirva como puerta de entrada para iniciativas, emprendedores e inversores en la ciudad.

Paloma Más y el arquitecto e ingeniero Ricardo Orts

Paloma Más y el arquitecto e ingeniero Ricardo Orts / Levante-EMV

‘The Terminal Hub’, el nuevo hub tecnológico que congregará al ecosistema innovador valenciano, ofrecerá en tres plantas más de 500 puestos para startups y empresas tecnológicas de alta cualificación. Los precios de alquiler, que podrán ser de corta, media o larga estancia, serán según se anuncia asumibles. "Esto no es París ni Nueva York", apuntan. El coste medio en el mercado español están en torno a los 168 euros (por puesto de trabajo). Por hacerse una idea.

El arquitecto e ingeniero industrial Ricardo Orts ha sido el encargado de dirigir el proyecto de habilitación del emblemático edificio de los años ochenta de la antigua estación marítima de Valencia, que apenas fue utilizada como tal y uno de cuyos últimos usos fue centro de prensa de la America's Cup y de la Fórmula 1. Las obras, que empezaron en mayo de 2023, avanzan al ritmo más o menos previsto.

La tercera planta con los grandes ventanale es un espacio diáfano

La tercera planta con los grandes ventanale es un espacio diáfano / Levante-EMV

Con 5.000 m2, el espacio ha sido concebido en un constante dialogo con el mar, intentando aprovechar al máximo el entorno y la infraestructura existente. Por eso, se ha apostado por el vidrio para lograr que la luz natural se cuele en el interior y se ha respetado la singularidad del edificio y el carácter que le otorga la estructura de hormigón y sus voladizos atirantados. El esqueleto de hormigón, con bóveda de cajetones, se ha dejado a la vista, y en el interior no faltará la vegetación natural, que está previsto poner en las jardineras de la primera planta del vestíbulo.

“Se trata de un espacio en el que hemos apostado por la flexibilidad para que sus estancias puedan adaptarse a los constantes cambios y las diferentes necesidades que vayan surgiendo no solo ahora, sino también en el futuro”, explica Ricardo Orts, arquitecto e ingeniero industrial del proyecto.

Microclima y aislamiento

El proyecto además ha sido ambicioso en términos de sostenibilidad. “Hemos optimizado al máximo la energía que nos ofrecía la ubicación y orientación del edificio y su iluminación natural”, apunta Orts, cofundador del estudio valenciano EquipoTécnico, especializado en intervenciones y reformas de edificios singulares como el Museo de Bellas Artes de Valencia o el Palacio del Marqués de Dos Aguas. En este sentido, se ha realizado una instalación fotovoltaica con placas flexibles de unos 120kW, un sistema de climatización capaz de adaptarse independientemente a cada una de las crujías del edificio, así como aerotermia para todas aquellas necesidades de agua caliente sanitaria.

La iluminación está pensada para regularse automáticamente a las necesidades de los puestos de trabajo, siempre en función de la iluminación natural existente en cada momento, minimizando por tanto las necesidades energéticas del edificio. El interior del edificio, después de la tragedia de Campanar, apuntan sus responsables se ha diseñado con materiales que además de aislar son ignífigos, como la lana de roca de los paneles perforados de las paredes que separan los distintos espacios de trabajo.

Otro de los aspectos clave es el proceso de digitalización del edificio, sobre todo, a nivel de ciberseguridad, con accesos independientes para cada una de las compañías si así lo requieren. Además, el edificio estará dotado con un BMS (building management system) para una gestión inteligente del mismo.

El edificio cuenta con una planta baja en la que se dispone de una zona de restauración, un espacio de coworking flex, con unos 120 puestos para trabajadores nómadas, una sala de conferencias abierta al mar, aulas de formación y una terraza para actos más lúdicos. La primera planta será el lugar en el que se ubicarán las empresas con espacios cerrados que les proporcionen independencia, así como las salas y cabinas de diferentes tamaños para reuniones. Por último, la tercera planta tendrá unos 300 puestos fijos más salas de reuniones y con una cantina privada con terraza. La azotea del edificio, de vistas privilegiadas, de momento no se pondrá en uso.

Valencia Innovation District lleva desde el 2018 apostando por este proyecto como un espacio que integre a todos a favor de la tecnología y la innovación en Valencia. Tras él se encuentran empresarios como Quique Calabuig (fundador de Kaihō Capital), Iker Marcaide (fundador de Zubi Group), Raúl Mir (fundador de Âttrim Technology Group), Ricardo Orts (arquitecto e ingeniero industrial del proyecto), Ángela Pérez (fundadora de Health in Code), Isabel Úbeda (fundadora de Inversiones l’Anella) y Startup Valencia, la asociación del ecosistema startup de la Comunidad Valenciana.