Los ojos azules son, probablemente, uno de los que más llaman la atención. Fascinantes y arrebatadoramente seductores como lo eran los de personajes tan excepcionales como Paul Newman o Elizabeth Taylor, los ojos azules siempre han levantado la admiración de la población en general. Y no es para menos porque es el color de ojos menos habitual entre los seres humanos. De hecho, actualmente sólo entre el 8 y el 10 % de la población mundial tiene los ojos azules.

Pero, aunque nos parezcan de color azul, en realidad no lo son, sino que son incoloros. Los ojos azules únicamente adquieren esta tonalidad por la incidencia de la luz en el iris y cómo esta se refleja hacia el exterior. Se trata del mismo fenómeno que sucede con el agua del mar, que toma tonalidades azules o incluso verdes en función del día o de la profundidad, por ejemplo.

El color azul en los ojos se debe a la cantidad de melanina de que disponen. La melanina es un pigmento, una sustancia natural que da color a todos aquellos elementos en los que está presente. Ella es la responsable del tono de nuestra piel, del color de nuestro cabello y también del tono de nuestros ojos. A menos melanina, piel más blanca (menos en verano, cuando el sol estimula su producción), pelo más claro (incluso blanco por la pérdida de esta, como ocurre con las canas) y ojos más claros.

Así, es habitual que los ojos azules se asocien a personas de piel clara y pelo rubio. Pero, ¿por qué ocurre esto? ¿por qué tienen menos melanina que la mayoría de la población? Pues porque todas ellas presentan dificultades, en mayor o menor medida, para producir melanina. Y esto se debe a un único motivo: todas proceden de un mismo antepasado.

El mismo ancestro para 150 millones de personas

Se cree que todas las personas de ojos azules tienen un ancestro común. Son 150 millones de personas y todas ellas, en principio, compartirían un antepasado común. Este ascendiente se remonta muy atrás en el tiempo, concretamente a la Prehistoria y, por ser más específicos, al Neolítico, el período en el que el hombre deja de ser cazador y recolector para pasar a convertirse en agricultor y ganadero. Abandona sus rutinas nómadas en busca de alimento y se asienta en tierras fértiles de Mesopotamia, donde cultiva el suelo y cuida de los animales de los que después se alimentará. Ya no está tan a merced de la Naturaleza, sino que empieza a controlarla aunque de modo muy rudimentario aún.

Ojos azules: todas las personas con este tono tienen el mismo antepasado.

Este ancestro de todas aquellas personas que tienen los ojos azules vivió hace aproximadamente entre 6.000 y 10.000 años y se cree que emigró de África, donde surgieron los homínidos, a Europa. De hecho, es Europa el lugar donde más población de ojos azules hay en todo el planeta. Pese a que también hay numerosas personas con ojos claros en otros puntos de la Tierra, en su gran mayoría se trata de hombres y mujeres que hunden su origen genético en el Viejo Continente.

Este antepasado común para las personas con ojos azules sufrió una rara mutación del gen OCA2, que entorpeció su capacidad para generar melanina de forma natural. No se trataba de un albino o albina (personas en las que este gen está desactivado por completo), sino que simplemente presentaba dificultades para producir melanina. Por este motivo, es de suponer que tendría la piel más clara que sus coetáneos, el cabello también y, por supuesto, los ojos tan claros que resultarían azules por el reflejo de la luz en su iris.

A partir de ahí, lo demás es historia de la genética. Su asentamiento en Europa y su posterior reproducción perpetuó la mutación del gen OCA2 hasta el punto de que los ojos azules se extendieron por todo el continente y, desde entonces, la población europea es la que más ciudadanos con ojos azules tiene del mundo. En concreto, Estonia es el país con mayor porcentaje de personas con este tono de ojos, ya que casi 9 de cada 10 estonios tiene los ojos azules.

Finlandia, Suecia e Islandia son otros tres países con gran presencia de población de ojos azules, mientras que en el sur de Europa predominan los ojos oscuros. No obstante, también hay personas con ojos claros. En España, Galicia, Asturias, Cantabria, el País Vasco y Navarra son las comunidades autónomas donde más ciudadanos de ojos azules hay al alcanzar un porcentaje de entre el 30 y el 40 % del total de su población.