Fátima, una mujer que luchó por su independencia

«Fátima era una luchadora». Ésta es la descripción que ayer coincidieron en hacer varias mujeres de Sagunt al recordar a la vecina que, el día anterior, fue asesinada brutalmente por su expareja y se convirtió en la sexta víctima mortal de violencia machista en la Comunitat Valenciana en lo que va de año.

El asesino machista de Sagunt acabó de cumplir condena por maltrato en abril de 2018

«Era muy trabajadora y muy responsable, amable, educada. Una buena persona», resumían a preguntas de Levante-EMV.

Empleada de una empresa cárnica, Fátima había optado por separarse hace un tiempo de su pareja, el hombre con el que se casó hace más de una década en su Marruecos natal; el país donde ella había crecido bajo el cuidado de su abuela, ya que sus padres habían fallecido. Tras contraer matrimonio y asentarse en Sagunt, hubo un tiempo en que ambos llegaron a convivir con la familia de su marido, que llevaba tiempo residiendo en la ciudad. Ese tiempo, según explicaban quienes la conocían, sirvió para que Fátima tejiera con ellos fuertes lazos que ni siquiera se rompieron cuando la pareja se resquebrajó.

La separación llegó después de, al menos, un episodio de malos tratos que ella denunció en diciembre de 2016 y que, en enero de 2017, acabó en una condena a Abdellah K. a 42 días de trabajo por la comunidad y 16 meses de alejamiento de la víctima.

Aquella ruptura no impidió a Fátima rehacer su vida e incluso cambiar de barrio. «En su afán de mejorar, como era decidida, incluso se aventuró a comprarse a plazos un piso dentro del núcleo urbano de Sagunt», añaden.

Esto, según explican, implicó también toda una novedad para sus hijas, al dejar de residir en una vivienda social de la Generalitat de la zona de ‘Bajo Vías’, un barrio separado del casco urbano de la ciudad por el ferrocarril, que dispone de menores servicios.

Muy centrada en el trabajo y en el cuidado de sus pequeñas, hace poco hasta se llegó a comprar un coche; «unos gestos de independencia» que, a juicio de sus allegadas, «debían molestar aún más a su expareja». Lo que no esperaban en su entorno, según reconocían, es que Fátima acabara siendo asesinada por él, tras unos hechos que también han llevado a que la hija de ambos, de 13 años, se debata entre la vida y la muerte.

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