En el día en el que se cumplían 40 años de la pantanada de Tous, el exconseller de Hacienda Vicent Soler se detiene primero ante la portada de Levante-EMV en la que se informa de los efectos de la riada de València.

Era 1957 y Soler apenas tenía ocho años, pero recuerda con detalles aquella jornada. Vivía en Rocafort, su pueblo natal, y rememora cómo el refranero popular sirvió de aviso en ausencia de las redes sociales.

«Había un dicho que decía que si el Barranquet baja lleno, València se inunda. No sabíamos si estaría inundada, pero se decía eso y así fue», explica.

Esa es solo una de las 150 portadas históricas que ha seleccionado Levante-EMV para celebrar su siglo y medio de vida y que se exponen estos días en la plaza de la Reina de València con el patrocinio de Global Omnium, CaixaBank y Grupo Boluda

Soler realiza un ejercicio muy habitual entre los visitantes a la muestra: recordar dónde estaba entonces. Así, mientras pasea entre los documentos gráficos va recordando también una parte de su trayectoria vital, como que cursaba bachiller cuando dimitió Nixon o que estudiaba en Londres cuando Joan Lerma ganó las primeras elecciones autonómicas en 1983.

La muestra volvió a concentrar a muchos visitantes. Miguel Ángel Montesinos

Pero hay una edición especialmente significativa para Soler. Es la que se hace eco de la histórica manifestación que llenó València el Nou d’Octubre de 1977 para reivindicar el autogobierno valenciano tras cuatro décadas de dictadura.

«Es una gran portada», concluye con una sonrisa algo nostálgica.

El exdiputado socialista es una de las grandes figuras de aquel movimiento valencianista que luchó por la España autonómica y participó activamente en aquella convocatoria a la movilización, en la que participaron «casi medio millón» de personas, según la portada de Levante-EMV. Ni el propio Soler se lo esperaba, admite.

Soler destaca que aquella movilización supuso un impulso vital para dejar atrás «una dictadura y un centralismo horrible, con la lengua marginada y con ataques a cualquier sentimiento valencianista», algo que se logró, a su parecer, «a través del autogobierno» que puso fin a «siglos» de gobernanza desde Madrid.

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Las personalidades eligen su portada favorita de la exposición del 150 aniversario de Levante-EMV Germán Caballero

Ese camino se consumó en 1983 con los primeros comicios autonómicos, en los que se impuso el PSPV. La portada seleccionada de ese año es la que recoge el triunfo de Lerma, un hito que impactó de lleno en la carrera política de Soler.

Ante ella, Soler recuerda que se encontraba en Londres estudiando y que hizo campaña «por la España autonómica» en tierras británicas. Posteriormente sería diputado en las Corts.

Revisando la historia reciente con un valencianista convencido y además economista y exconseller de Hacienda es inevitable hablar de financiación.

Pese a que en aquella legislatura se sentaron las bases del actual sistema, Soler retrocede para señalar el origen del agravio. «El problema es anterior a la autonomía, viene del franquismo y su centralismo».

Varios ciudadanos observan algunas de las portadas, ayer. Miguel Ángel Montesinos

Y pese a que la C. Valenciana es la gran perjudicada, asegura ser partidario del reparto territorial frente a los que defienden que un Estado centralizado sería más ecuánime.

«Al contrario, sería más arbitrario», apunta. Eso sí, apuesta por una reforma que eleve los recursos de las autonomías, la única forma de solventar los perjuicios que sufren algunos territorios sin que los actuales beneficiados bloqueen cualquier cambio.

La otra parada obligada es ante la portada del triunfo de la izquierda tras 20 años. Soler, a quien Puig dio 24 horas para decidir si aceptaba dirigir Hacienda, recuerda la ‘herencia’ del PP en las arcas públicas: «Tuve que hacer una provisión de 4.000 millones impagados».

Ahora, ya en segunda línea de la política, asegura haber «cambiado el chip» y estar a gusto con su nuevo rol. Pero reconoce que echa de menos cosas como la negociación presupuestaria: «Tenía su morbo», bromea.