Todas las novedades en los colegios valencianos para el curso que viene

El curso escolar 2023-2024 se espera la incorporación de 1.600 maestros de primaria y 1.400 de secundaria, que reforzarán la enseñanza para alumnado con necesidades especiales, inglés y Bachillerato

Los orientadores pasan de tener una ratio de 700 a 400 estudiantes y se reformularán los protocolos de convivencia

Alumnado del CEIP Les Arts, en València.

Alumnado del CEIP Les Arts, en València. / Francisco Calabuig

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

El curso escolar comienza el próximo 11 de septiembre en infantil, primaria y ESO, pero Conselleria de Educación y sindicatos ya están metidos de lleno en los preparativos. El próximo curso 2023-24 viene con la mochila bien cargada de cambios. Para empezar, 3.000 docentes más.

Eso es lo que trataron ayer Conselleria y los sindicatos educativos en una mesa sectorial que se alargó toda la mañana, y donde trataron, principalmente, las órdenes de plantillas. El curso que viene se prevé la incorporación de 1.600 maestros de infantil y primaria y de 1.400 profesores de secundaria.

En infantil y primaria el refuerzo se va a dividir en dos áreas, la atención a alumnado con necesidades especiales o dificultades de aprendizaje, y la ensenanza del inglés. En secundaria, gran parte de los docentes irán a reforzar la plantilla de bachilerato, que pasa de tres a cinco modalidades.

Valencia. Inicio del curso escolar, CEIP El Grau. Alumnos en clase. Archivo

Valencia. Inicio del curso escolar, CEIP El Grau. Alumnos en clase. Archivo / Miguel Angel Montesinos

"Hay un acuerdo de Conselleria y todos los sindicatos pero todavía no es oficial hasta que se publique en el DOGV, si la negociación no se hubiera retrasado tanto no estaríamos en esta situación a las puertas de un cambio de Gobierno", explica Alejandro López, portavoz del sindicato Stepv.

Oxígeno para los orientadores

Un cambio importante de este decreto es que los orientadores también se reforzarán, y pasarán de tener una ratio de 700 alumnos por profesional, a "tan solo" 400 estudiantes por cada orientador en un centro. Se trataba de una reivindicación histórica de un colectivo que se sentía completamente desbordado.

Otra novedad en las aulas, que ya estaba aprobada pero entrará en vigor en septiembre es el decreto de igualdad y convivencia. El texto cambiará los protocolos de convivencia de los institutos dando voz y espacio a las familias e incluso a los estudiantes. El espíritu de la norma es dejar de optar por el castigo y la expulsión cuando haya problemas de convivencia y empezar a trabajar en la prevención y potenciar la pedagogía. "Se enfoca en prevenir antes de tener que castigar", cuenta López.

Alumnado del CEIP Les Arts

Alumnado del CEIP Les Arts / Francisco Calabuig

El refuerzo de los orientadores también va en este sentido, a lo que se suma más profesorado para trabajar la resolución de conflictos y educar al alumnado para evitar los problemas de convivencia en el aula en la medida de lo posible. "El decreto de convivencia recoge todos los cambios de la ley de infancia de este año que debemos aplicar", cuenta Javier Zurita, de UGT.

La nueva ley educativa

El decreto de currículum es el mayor cambio de cara al curso que viene, aunque ya estaba a medio hacer. Se trata de implantar la nueva ley educativa del Gobierno (Lomloe), que impone una nueva forma totalmente de aprender, por competencias y con ejemplos reales aplicables para los alumnos.

Este cambio supone también hacer programaciones didácticas completamente nuevas. Es decir, hacer de cero un programa sobre el cual los profesores enseñarán los contenidos a su alumnado, con fechas, ejercicios, competencias por cada etapa educativa, etc.

El trabajo es tan grande que el Gobierno implantó la ley este año solo en los cursos impares, y el año que viene tocan los pares. Esto supone una gran carga de trabajo que debe afrontar el profesorado este verano, y muchas novedades en la forma de aprender de muchos estudiantes el año que viene.

Alumnado del CEIP Les Arts en Valencia

Alumnado del CEIP Les Arts en Valencia / Francisco Calabuig

La burocracia asfixia los centros

La principal reivindicación de los sindicatos frente a estas medidas es que Conselleria apruebe un plan para reducir la enorme cantidad de burocracia y agilizar el trabajo. "Tenemos que hacer informes para todo y muchos igual no son necesarios", cuenta López.

Sin embargo, la nueva ley educativa también trae consigo evaluaciones individuales de cada alumno por cada asignatura. Una numérica (basada en las notas que ha sacado), y otra cualitativa, en función de su rendimiento y actitud en el aula, progreso y otros factores. "Eso está muy bien pero hace falta mucho personal", añade.

Otro tema que se ha hablado en la mesa sectorial con Conselleria y Sindicatos es la colaboración entre Educación y Sanidad en algunas situaciones que comenzará el curso que viene. Un ejemplo son los grupos de psicólogos de respuesta rápida que la Generalitat Valenciana creó para que pudieran intervenir si lo reclamaban los centros que pudieran tener muchos casos de alumnado que presentara conductas suicidas.