El PP denuncia la declaración institucional del Consell contra la violencia machista

Los populares acusan al Botànic de interferir en la precampaña del 23J con la aprobación del texto, que consideran de "marcado carácter electoralista" por "atacar al PP y Vox" y que excede las competencias de un Gobierno en funciones

Reclaman a la Junta Electoral que sancione a la vicepresidenta y portavoz del Gobierno saliente, Aitana Mas

Aitana Mas, portavoz del Consell, ayer tras el pleno.

Aitana Mas, portavoz del Consell, ayer tras el pleno. / ANA ESCOBAR

Mateo L. Belarte

Mateo L. Belarte

El PP ha denunciado ante la Junta Electoral de Valencia la declaración institucional contra la violencia machista aprobada por el pleno del Consell el pasado viernes. Los populares consideran que el texto es "electoralista" y que interfiere en la precampaña de las elecciones generales, período en el que se entró el 29 de mayo tras el adelanto de los comicios.

Según el escrito, presentado este miércoles y al que ha tenido acceso este diario, solicitan la apertura de un expediente sancionador contra la vicepresidenta y portavoz del Ejecutivo valenciano saliente, Aitana Mas, por valerse del "altavoz" que le otorga la portavocía del Botànic para "atacar al PP y a Vox".

El Consell aprobó la declaración el viernes pasado, apenas unas horas después de conocerse el acuerdo entre PP y Vox para gobernar en coalición en la Comunitat Valenciana y que a lo largo de sus 50 puntos este no recoge los términos "violencia machista" ni "violencia de género", sino que asume el marco de la ultraderecha, hablando de "violencia intrafamiliar".

Mazón y Flores lideraron las dos delegaciones negociadoras.

Mazón y Flores lideraron las dos delegaciones negociadoras. / Germán Caballero

"Marcado carácter electoralista"

En la denuncia el PP señala en la denuncia que el texto versaba "aparentemente" sobre este asunto, pero defiende que "en realidad sirvió para atacar a las formaciones políticas de PP y Vox" y que Aitana Mas "utilizó el foro y su posición institucional para vertir mensajes de marcado carácter electoralista, con ataques directos al PP". Por todo ello, entiende que se vulneró la ley electoral.

Los populares recuerdan que según esta norma que regula los procesos electorales, los poderes públicos deben ser "neutrales" y remarcan que tanto la declaración institucional como las declaraciones de Mas en rueda de prensa "exceden la debida asepsia" y "constituyen una toma de partido electoralista".

Añade entre los fundamentos de la denuncia que la propia doctrina del Tribunal Supremo ha fijado en "reiteradas ocasiones" que las competencias de un Gobierno en funciones, como es el caso del Botànic, "se reducen a la gestión ordinaria de los asuntos públicos". Además, el PP entiende que la cercanía electoral agrava estas "injerencias en la campaña".

La declaración institucional

Después de las elecciones del 28 de mayo, el Consell se encuentra actualmente en funciones. Aun así, hay cuestiones que no se pueden rehuir por la dignidad de esta institución y del autogobierno valenciano. En los últimos días se han cruzado líneas rojas en la consideración y la respuesta al principal problema que tiene la sociedad valenciana: la violencia machista.

Primero, la negociación de un Gobierno valenciano dirigida por una persona que ha sido condenada por maltrato a una mujer y continúa negando la existencia de la violencia machista. Y después, la publicación de un acuerdo de gobierno que silencia el fenómeno discriminatorio de la violencia machista.

Un acuerdo oficial que habla de “Violencia intrafamiliar”. Que se centra, literalmente, en “la igualdad entre todas las víctimas”. Por responsabilidad institucional, ética y social, no podemos desproteger a las mujeres que sufren la violencia machista. 1.206 mujeres asesinadas en España en 20 años. 149 mujeres asesinadas en la Comunidad Valenciana en 20 años.

Solo en el primer trimestre del año, más de 7.000 denuncias por violencia de género en los juzgados valencianos. Más de 80 denuncias en el día. Esa es la mayor indecencia. Una anomalía insoportable.

Por eso, resulta inadmisible el negacionismo de la violencia machista. Menos aún desde las instituciones. Una violencia que asesina, que maltrata y que subordina a miles de mujeres cada día. Proteger a cualquier víctima es un imperativo ético para una sociedad decente. Más encara, a las víctimas de un fenómeno despreciable. La violencia machista o de género es la que los hombres ejercen contra las mujeres por el hecho de ser mujeres. Para creerse que las mujeres son de su propiedad.

Con el apoyo inmenso de toda la sociedad, hemos ido construyendo un marco consensuado de respuesta y rechazo del machismo en todas sus expresiones. Acuerdos políticos, avances legales y concienciación ciudadana construidas a lo largo de las dos últimas décadas.

Al 2004, en España, con la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de género. Y en 2017, en la Comunitat Valenciana, con el Pacto Valenciano contra la Violencia de género y Machista, suscrito por 63 representantes de partidos políticos, agentes económicos y sociales, universidades, asociaciones, medios de comunicación, fuerzas y cuerpos de seguridad y administraciones públicas.

Ese es el marco que hay que proteger y renovar. Esa tiene que ser la primera alianza política y social. Sin relativizar el machismo. Sin banalizarlo. Sin integrar sus ideas en las instituciones.

En esta declaración institucional, el Consell quiere enviar un mensaje a la ciudadanía valenciana. En especial, a todas las mujeres. Y muy especialmente, a las mujeres que sufren violencia –física o psíquica– por parte de un hombre. A las que ya son atendidas en la red de oficinas de atención a las víctimas, y a aquellas que tienen que dar el paso y no resignarse. La Comunitat Valenciana no puede convertirse en una tierra franca para el machismo. La Comunitat Valenciana tiene que seguir siendo una tierra de derechos, respeto e igualdad.

En aquella intervención, la también consellera de Igualdad acusó al PP de Carlos Mazón de "comprar el marco de la ultraderecha" con esa eliminación del término "violencia machista" y de "renunciar a lo que ha defendido durante años" a cambio de "ocupar una silla". Consideró que asumir esos conceptos es "disimular la violencia machista" y supone "un retroceso".