Las familias que comparten piso se duplican en la última década

El aumento del precio del alquiler obliga a cohabitar con desconocidos

Tres de las seis personas que comparten una vivienda en Torrent

Tres de las seis personas que comparten una vivienda en Torrent / M.A. MONTESINOS

Mónica Ros

Mónica Ros

Natalia vive con su marido y con su cuñada en un pequeño piso, en Torrent. Los tres, en la misma habitación. El resto de dormitorios también están ocupados. En total son seis. No se conocían con anterioridad ni tienen un vínculo más allá del de ser compañeros de piso. No saben mucho los unos de los otros porque, al final, se trata de convivir para repartir los gastos y pagar un alquiler al que no pueden acceder por separado; En otro pueblo (en Paterna) vive Zulimar. Tiene dos hijas, de 17 y 12 años, y con ellas vive en un piso, con otra familia con la que tampoco comparte vínculo alguno. A Natalia la ayudan desde Cáritas. A Zulimar, desde Save The Children.

Las familias, como la de Zulimar, que se ven obligadas a compartir casa con otra familia son cada vez más. De hecho, en la Comunitat Valenciana los hogares formados por dos o más familias han pasado de ser 3.363 en 2011 a 6.019 en 2021. El doble, en una década. Las familias, como la de Natalia, que comparten vivienda con más personas con las que no tienen vínculo alguno han pasado de 22.529 en 2011 a 59.005 en 2021. El triple, en esos mismos diez años.

Se duplica el número de personas y familias que se ve obligada a compartir piso.

Se duplica el número de personas y familias que se ve obligada a compartir piso. / Miguel Ángel Montesinos

Análisis de una década

Así consta en el informe «Censos de Población y Viviendas 2021», realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El último documento publicado es el de «Hogares y Vivienda» y es una radiografía sobre cómo vive la población en España y que analiza las características de las personas y de las viviendas que habitan.

Compartir piso ha pasado de ser una opción para los jóvenes a una obligación para personas a las que el sueldo no les da para vivir

El informe se realiza cada 10 años y muestra la evolución de unas familias que, según los últimos datos, cada vez viven más hacinadas.

Compartir piso ha pasado de ser una opción para los más jóvenes a la hora de emanciparse a una obligación para personas a las que uno o dos sueldos no les dan para vivir de forma independiente. Así, en casa de Natalia se organizan como en un piso de estudiantes. Las labores de limpieza se reparten por semanas y los armarios y estanterías de la nevera están divididas «por habitaciones». Las cosas que se colocan en una zona común de la nevera «las podemos coger todos» y los gastos de suministros están incluidos en el el precio que cada uno paga por habitación. «Empezamos a comer y cenar juntos pero al final cada uno lleva su vida y sus rutinas y vivimos de forma individual. Sabemos muy poco los unos de los otros porque lo que hay que hacer es convivir y evitar conflictos. Compartimos por necesidad pero se trata de vivir lo mejor posible», explica Natalia.

Se duplica el número de personas y familias que se ve obligada a compartir piso.

Se duplica el número de personas y familias que se ve obligada a compartir piso. / Miguel Ángel Montesinos

Arrendamientos inaccesibles

Todos los alquileres del país han subido. Sin embargo, la Comunitat Valenciana se lleva la palma al ser la autonomía donde más han subido los arrendamientos en los últimos seis años, según datos del INE. De forma acumulada, los alquileres han subido una media del 12,85 %, a nivel autonómico. Es más, si hablamos de capital de provincia, el aumento en València se cifra en un 20 %, lo que obliga, sí o sí, a compartir vivienda, principalmente, si se tiene en cuenta que el precio medio de un alquiler de un piso de 70 metros cuadrados en València ya cuesta 1.500 euros, según datos de abril de 2023 de la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universitat Politècnica de València (UPV).

Así, el coste medio de los arrendamientos ha subido 500 euros en los últimos cuatro años tras dispararse la demanda de familias que no pueden acceder a la compra. La tensión de los alquileres se ha extendido al área metropolitana con alquileres a 1.159 euros de media en l’Horta Nord y 830 euros en l’Horta Sud.

El salario medio de los trabajadores valencianos de hasta treinta años ronda los 840 euros al mes (está por debajo del salario mínimo interprofesional porque una gran parte tiene contratos a tiempo parcial). El salario medio ordinario bruto de la Comunitat Valenciana es de 1.598 euros. Así, al no estar compensados salarios y precios del alquiler hay que compartir.

Entidades como Save The Children y Cáritas trabajan con los colectivos más vulnerables ya que, aún en pisos compartidos, el precio por los pagos de una habitación se han disparado hasta los 400 euros, según los últimos datos del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Valencia.