La sociedad civil propone para dirigir Antifraude al responsable de Investigación del ente

Las organizaciones contra la corrupción eligen a Gustavo Segura para sustituir a Llinares, pero deberá recibir el apoyo de los partidos

El director de Análisis e Investigación, Gustavo Segura, en un evento de Antifraude.

El director de Análisis e Investigación, Gustavo Segura, en un evento de Antifraude. / Levante-EMV

Diego Aitor San José

Diego Aitor San José

La futura dirección de la Agencia Antifraude podría pasar por la propia Agencia Antifraude. Este miércoles se termina el plazo en las Corts para proponer al sucesor de Joan Llinares, que termina mandato y no puede repetir, al frente del organismo fiscalizador y las organizaciones vinculadas a la lucha de la corrupción han coincidido en el mismo nombre para hacerse cargo de la institución: Gustavo Segura, para quien, por otra parte, la agencia no sería un lugar novedoso.

Segura es desde abril de 2020 director de Análisis e Investigación de la entidad, uno de los cargos destacados dentro de la agencia que cuenta, dentro de su organigrama, con hasta cuatro direcciones. Es el encargado de los departamentos de Buzón de denuncias, de Análisis e Investigación, de Apoyo y Pericia y de Sistemas de Información. Este puesto no ha sido sencillo ya que en los primeros tres años de la agencia, Segura se convirtió en la tercera persona que pasaba por este cargo.

El nombre de Segura cuenta con el consenso de las tres organizaciones ciudadanas que tienen experiencia acreditada en la lucha contra la corrupción y que, según la ley de creación de la agencia, pueden presentar candidatos a la dirección. Así, tranto la Fundación por la Justicia, Acción Cívica contra la Corrupción como el Obsertori Ciutadà contra la Corrupció (que a su vez cuenta con 12 entidades) han registrado este martes su consideración de que el actual director de Análisis e Investigación es el idóneo para dirigir el ente.

Pero este consenso entre las entidades de la sociedad civil no garantiza que Segura, anteriormente interventor en ayuntamientos como Llíria, Mislata y Bétera, vaya a ser el sustituto de Llinares. La decisión final está en manos de los partidos. Y no es sencillo porque requiere que lo apoyen tres quintas partes, es decir, 60 diputados, lo que hace necesario el voto favorable de PP y Vox y alguno de los dos partidos de la oposición (o solo PSPV y PP).

Voto de los partidos

Pero además de votar, las formaciones tiene capacidad para presentar sus propios nombres. Fuentes de Compromís aseguran que apoyaran el nombre que salga de la sociedad civil, el PSPV indica que decidirá según los candidatos que haya mientras que el que estudia si presentar una propuesta diferente es el PP. Fuentes de los 'populares' no deshojan la margarita y decidirán en las próximas horas.

Si proponen algún nombre deberán contar con el apoyo de socialistas o valencianistas, además de sus socios de Vox, pero de momento no ha habido ningún tipo de contactos entre los gurpos. La renovación de Llinares, propuesto en 2017 por Podem, será la primera prueba de si es posible que haya acuerdos entre los grupos de gobierno y oposición para renovar los órganos autonómicos con mandato caducado.