El PP ficha como asesor en la diputación a un concejal de Vox

Los populares ceden una plaza libre en busca de complicidad con el partido de Abascal, cuyos votos son necesarios para aprobar los presupuestos

Gil Lázaro, con el concejal de la Pobla de Vallbona

Gil Lázaro, con el concejal de la Pobla de Vallbona / Levante-EMV

José Luis García Nieves

José Luis García Nieves

El Partido Popular en la Diputación de Valencia ha fichado como asesor a un cargo de Vox. En concreto, se trata de Miguel Ángel Huerta, concejal de esa formación en La Pobla de Vallbona y con responsabilidades en la dirección provincial de Vox en Valencia.

Por sorprendente que parezca a priori, las fuentes consultadas restan trascendencia a un movimiento que estaba consensuado con Vox. No se trata de ninguna OPA. Al contrario: enmarcan la decisión en la sintonía entre dos socios; un socio, Vox, al que el PP tiene que cuidar. Pasados los primeros meses desde el cambio de gobierno, el PP quiere reforzar la comunicación y la complicidad con Vox, el socio de investidura necesario para el control de la corporación, aunque no forme parte del equipo de gobierno PP-Ens Uneix.

Huerta es un valor emergente de Vox. Fue en la lista a las autonómicas por València, y hace menos de un mes fue investido por el presidente provincial de Vox Valencia, Ignacio Gil Lázaro, como nuevo coordinador de la Junta Electoral de Llíria, que agrupa a las comarcas del Camp del Turia, Los Serranos y el Rincón de Ademuz.

La mayoría que convirtió al popular Vicent Mompó en presidente de la diputación se sustenta en la alianza entre los diputados del PP y el único voto de Ens Uneix, con el apoyo externo de los dos diputados de Vox, que votaron a favor de Mompó pero no se integraron en el equipo de gobierno. Ens Uneix, de hecho, reivindicó que su apoyo al PP significaba dejar fuera a Vox.

Dos votos necesarios

Sin embargo, Vox es necesario para todo lo sustancial en la diputación. Lo fue para la investidura y sus dos votos son necesarios para sacar adelante los planes estratégicos y, sobre todo, los presupuestos anuales de aquí a 2027. En este contexto, el PP ha aprovechado una plaza de asesor que había quedado libre para incorporar a un cargo de Vox, partido al que ya le corresponden dos asesores, uno por cada diputado, como a todos los grupos.

Pleno de la Diputación de Valencia

Pleno de la Diputación de Valencia / Miguel Angel Montesinos

Las fuentes consultadas trasladan que Huerta trabaja efectivamente para el grupo popular, en tareas propias de asesor de pleno, pero también juega un papel importante de comunicación con Vox, con quien el PP no tiene una relación tan intensa como con Ens Uneix, con quienes se comunican a diario por tareas de gobierno. Eso es lo que se busca: más fluidez y coordinación en las cuestiones del día a día de la diputación y de la actividad plenaria.

Votaciones dispares

La relación en la diputación entre PP y Vox, hasta la fecha, no sigue las mismas coordenadas que en el Ayuntamiento de València, la Generalitat o las Corts, donde Vox sí ocupa cargos y marca agenda en determinados temas, sobre todo en cuestiones identitarias. En el caso de la corporación, han sido varios los plenos en los que el PP y Ens Uneix se han desmarcado, han votado con la oposición y han dejado solo a Vox. Ha ocurrido, por ejemplo, con cuestiones ligadas a la cultura, como la celebración de l'Any Estellés, o la memoria histórica, con la rehabilitación reciente de Isidre Escandell, un diputado socialista asesinado tras la guerra.

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