Crítica

Valencianos en Cantabria

Concierto protagonizado por los valencianos Javier Eguillor y Vicent Pelechano

Concierto protagonizado por los valencianos Javier Eguillor y Vicent Pelechano / J. R.

Justo Romero

Sabido es que las orquestas y bandas de medio mundo y también del otro suenan plagadas de músicos de la Comunitat Valenciana. Santander, la ciudad cantada por el también valenciano Jorge Sepúlveda, no es una excepción. Allí, en un viernes fresco y lloviznoso, a apenas unos metros del partido que al otro lado de la calle jugaban en el Sardinero el Racing y el Ibiza, volvió a sonar en el Palacio de Exposiciones y Congresos la Banda Municipal de Santander, bajo la dirección de su titular, Vicent Pelechano, maestro de sólidos saberes y maneras, nacido en Alfarp y desde 2017 radicado en la capital cántabra. Pelechano despliega allí una fructífera actividad musical, tanto como titular de la Banda como desde su posición de director musical y artístico de la Sinfónica Juvenil UIMP-Ataúlfo Argenta.

En esta ocasión, y tras el éxito obtenido en diciembre de 2021, ha invitado de nuevo como solista al timbalero y baterista Javier Eguillor (Xixona, 1975), músico que se presenta con legítimo orgullo como “solista internacional”. Y lo es, no ya por desarrollar su carrera en países lejanos y cercanos, tampoco por su ambicioso repertorio, que abarca muy variados géneros y estilos, sino, sobre todo, por esa natural amplitud de miras y horizontes que distingue a los verdaderamente grandes. Eguillor toca -tocó en Santander- con esa generosidad visceral, con ese talento, sentido rítmico, pundonor y energía que tanto significan sus interpretaciones, ya sea en una sinfonía de Mahler, un concierto con orquesta, un recital o, como en esta ocasión, la vistosa y espectacular Suite para batería y banda de concierto del estadounidense David Mancini.

Si en 2021 Eguillor y Pelechano la estrenaron en versión con orquesta -con la Menéndez Pelayo-, en esta ocasión lo han hecho en la adaptación para banda escrita expresamente por el también valenciano Jesús Salvador, “Chapi”, a la que se añade la larga cadencia, en la que Eguillor, que es un repentista de primera, se explayó hasta arrancar el aplauso y bravos espontáneos del público en mitad de la actuación. Fue un punto culminante, en el que solista, maestro y los selectos y contados profesores de la Banda Municipal de Santander (no alcanzan la treintena) sacaron a relucir el coloreado universo melódico y brillante de una partitura que es referencia en su género. Brillante y muchísimo es también la propina que coronó la exitosa interpretación, la “obertura latina” Paconchita, del alicantino de Novelda Óscar Navarro.

Antes, Pelechano corroboró su condición y categoría en una lectura de la Jazz suite número 2, de Shostakóvich, en la que cuidó y realzó la fina escritura, irónica, ácida y siempre genial, del creador de la Sinfonía Leningrado. Como preámbulo, las músicas menores pero no por ello inferiores de los latinoamericanos El cumbanchero de Rafael Hernández, Conga del nuevo fuego, de Arturo Márquez o el mambo de Mario Bauza desembocaron en la genialidad incontenida de West Side Story, dicha en genuino inglés pero con universales sal y pimienta.

El concierto, seguido por un público popular y ávido de música, contó con el aliciente de la actuación de alumnos y alumnas procedentes de diversas escuelas de danzas cántabras. Al final, al salir, en la calle Real Racing Club, bajo el sirimiri de las últimas horas del día, la confluencia entre futboleros de la acera de enfrente y de melómanos que acababan de disfrutar del concierto dibujaban una curiosa y estimulante postal. Maravillosa Santander. Siempre siempre “mirando al mar”, que cantaba el valenciano.

BANDA MUNICIPAL DE SANTANDER. Javier Eguillor (batería). Vicent Pelechano (director). Programa: Obras de Hernández, Marques, Bauza, Bernstein, Shostakóvich y Mancini-Chapi. ­Lu­gar: Santander, Palacio de Exposiciones y Congresos. Entrada: Alrededor de 600 personas. Fecha: viernes, 28 abril 2023.

Suscríbete para seguir leyendo