La grave caída del azulejo no evita que las exportaciones valencianas sigan en récord

La evolución del comercio valenciano en el exterior muestra síntomas dispares. Por un lado, hasta mayo se seguía acumulando el mejor registro histórico en cuanto a ventas fuera de las fronteras nacionales de la historia de la autonomía, por un valor de 16.725 millones de euros, casi un punto por encima del registrado en el mismo periodo de 2022, el hasta ahora mejor máximo registro. Acompañando a esta cifra, un superávit en la balanza comercial que sigue creciendo y que ya alcanza los 1.727 millones de euros, el segundo dato más alto de toda España solo superado por el de País Vasco (2.365 millones), debido sobre todo a unas importaciones que están cayendo un 7,5 % respecto al pasado ejercicio -hasta los 14.997 millones debido especialmente a la bajada en la compra energética (-28 %).

Todo ello a pesar de una mala noticia como es que en mayo, siguiendo la tendencia que se inició en abril y según los datos ofrecidos por la Dirección Territorial de Comercio en Valencia este jueves, los datos han mostrado una caída considerable de la actividad comercial en el exterior (-13,9 %), una bajada explicada sobre todo a causa del mal momento que experimenta el sector cerámico, unas de las principales ramas exporadoras de la Comunitat.

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Sin ir más lejos, en lo que va de año se ha exportado este tipo de artículos -de azulejos a pavimentos- por valor de 1.607 millones de euros, un 11 % menos que en 2022. No obstante, la caída en ventas en el exterior de este sector -altamente afectado por la subida de los precios de la energía durante el pasado año- se ha visto reflejada especialmente en mayo, último mes del que se tienen datos, donde las cifras se desplomaron hasta un 26 %.

Buen crecimiento del automóvil

En el otro lado de la moneda, aunque con diferente empuje, están las otras dos grandes magnitudes exportadoras del comercio valenciano. Por un lado, la alimentación, que se ha expandido en ventas este año hasta un 8,1 % impulsada por el buen hacer de las frutas hortalizas y legumbres que rozan los 2.600 millones de euros en ingresos. En el otro lado, el sector del automóvil, que tras solventar el grave problema que venía experimentando por una crisis de suministros que ha lastrado durante los últimos años la producción de vehículos en plantas como la Ford Almussafes, se ha logrado recuperar y ya exporta un 5,5 % por encima de los datos del año pasado (creciendo un 23 % en mayo, eso sí).

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También buen avance sigue anotando, pese al ligero revés de mayo (-4,2 %), el sector de los bienes de equipo, que en los cinco primeros meses de 2023 movió 2.432 millones en exportaciones, un 25 % más que el pasado año, gracias sobre todo al crecimiento en ventas de aparatos eléctricos.

Europa, la resistencia

En cuanto a áreas geográficas, cada vez se aprecia más cómo las ventas en el extranjero se realizan con países de mayor proximidad. No en vano, hasta mayo desde la Comunitat Valenciana solo crecían las exportaciones con Europa, un repliegue hacia el Viejo Continente y especialmente hacia la Unión Europea que como avanzaba ya hace semanas a este diario el responsable del área internacional de la Cámara de Comercio de Valencia, Vicente Mompó, se produce entre otros factores por compartir con los países comunitarios una misma legislación, tener productos «competitivos» y ofrecer mayor «confort» a las firmas.

Por eso, la exportación con los tres grandes mercados de la autonomía -Francia, Alemania e Italia- se incrementa en un 13,3 %, 4,6 % y 5,2 %, respectivamente. También al alza se encuentran las ventas en Reino Unido (3,4 %) o Turquía (46 %), pero no así en otras regiones como América (-4,3 %, más o menos la misma caída que registra Estados Unidos), Asia (-8,5 %) o África (-16,8 %), eso sí con Marruecos aumentando un 8,3 % sus compras de productos valencianos.