Josep Almenar optará a la reelección como alcalde de Picanya tras 40 años en el cargo

La asamblea socialista aprueba su proyecto, que limita el aumento demográfico para crecer el servicios e infraestructuras

Josep Almenar.

Josep Almenar. / L-EMV

El alcalde de Picanya, Josep Almenar (PSPV), volverá a optar a la reelección después de cumplir 40 años en el cargo. Así lo ha acordado este viernes la asamblea socialista por unanimidad, después de que el veterano mandatario haya presentado un proyecto sobre cómo ve la evolución del municipio en las próximas décadas y sus proyectos.

De este modo, Josep Almenar considera que la "clave actual de los pueblos y ciudades es definir el tipo de crecimiento que quieren", teniendo en cuenta la calidad de vida que ha de tener la ciudadanía y la situación de emergencia climática que existe. En este sentido, ayer abogó por limitar el aumento demográfico de la ciudad «que ha de estar entre los 10.000 y los 12.000 habitantes y no más», para crecer el servicios y dotaciones públicas.

Para ello, Almenar defendió un proyecto para las próximas décadas en el que se ha de cerrar el casco urbano envolviéndolo con una corona boscosa, como algunas ciudades europeas, de forma que así se incrementa la superficie verde. Este modelo supone un cambio con el último planeamiento que hace quince años proyectó el consistorio, que suponía un crecimiento demográfico en la zona sur. «Pero ahora una gran parte es huerta protegida por el PAT de l’Horta, por lo que solo habrá un pequeño crecimiento industrial que también quedará dentro de ese bosque», explicó el veterano mandatario a Levante-EMV.

"La población de Picanya tiene que estar entre 10.000 y 12.000 habitantes"

Josep Almenar

— Alcalde de Picanya

Frente al límite población, el alcalde entiende que el crecimiento ha de producirse en «políticas para las personas y el servicios». De este modo, considera que el consistorio ha de aumentar los proyectos en materia de educación, cultura, deporte, mayores, juventud e infancia, entre otros, «lo que requerirá nuevos contenedores para toda esa actividad o la remodelación de las infraestructuras ya existentes». 

Uno de ellos sería un nuevo teatro auditorio, ya que el actual se ha quedado pequeño, o las posibilidades que ofrecerán edificios adquiridos como l’Hort de les Palmes (el edificio donde el Gobierno de la República ubicó durante la guerra civil el proyecto educativo de la Residencia de Señoritas, en la que las grandes intelectuales dieron clase a las futuras maestras) o el Motor de Giner, que incluirán dependencias administrativas o para uso social y cultural. Asimismo, el consistorio ha llegado a un acuerdo con el Arzobispado para que ceda la parte de la casa de la cultura que es de su propiedad, una infraestructura que será remodelada, a cambio de un terreno para ampliar el cementerio parroquial.

Los barrios de los 60

Respecto al urbanismo, el punto de mira de Almenar se dirige a los barrios que rodean el centro histórico con edificios construidos en los años 60 y 70 para las familias que llegaron de distintos puntos de España. «Esas viviendas van a ir necesitando intervenciones para mejorar las condiciones, tanto para las personas que ahora viven allí como para las generaciones jóvenes que pueden vivir en el futuro», indica.

Aunque el consistorio ha recibido ahora del Consell cuatro millones de euros, que permitirán intervenir en unos 15 edificios, cuyas viviendas mejorarán en eficiencia energética y accesibilidad, una vez acabe ese plan, «tiene que continuar la iniciativa con fondos nuevos, hasta que se haya actuado en todas las fincas. Esta actuación se prolongaría durante varias décadas.