El acueducto dels Arcs de Manises entra en la lista roja del patrimonio por su estado de deterioro

La organización Hispania Nostra incluye este BIC en el catálogo de elementos en riesgo e insta a su recuperación

El consistorio había iniciado gestiones para que la comunidad de regantes propietaria lo cediera

Acueducto dels Arcs de Manises.

Acueducto dels Arcs de Manises. / Hispania Nostra

El alto deterioro del acueducto dels Arcs de Manises, que tiene la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC), así como la degradación de su entorno, donde a menudo se acumulan basuras y la vegetación ha invadido parte del monumento, sin que haya un plan de rehabilitación, han llevado a la organización Hispania Nostra a incluirlo en su lista roja del patrimonio.

Así se ha comunicado esta semana la decisión al grupo que promovió la queja y envió los informes sobre el estado de este elementos hidráulico, que data de la romanización y que ya aparece en una orden del rey Jaume I de 1273. Tras estudiar la situación, el comité científico de Hispania Nostra ha decidido incluirlo en su lista roja por considerar que está en riesgo.

El acueducto permite que la acequia Quart-Benàger, una de la histórica red que alimenta la huerta de las aguas del Túria, salve el barranco del Salt de l'Aigua de Manises. Según la ficha elaborada por Hispania Nostra, “posee un extraordinario valor histórico, arquitectónico y etnológico por formar parte de una red de ingeniería hidráulica representativa de una forma de asentamiento humano, de intervención en el entorno y explotación de sus recursos, que se ha venido produciendo en la Vega de València desde la romanización”.

"Posee un extraordinario valor histórico, arquitectónico y etnológico por formar parte de una red de ingeniería hidráulica representativa de una forma de asentamiento humano"

El monumento se compone de 28 arcos de medio punto con un trazado rectilíneo en ligera curva, que tiene 230 metros de longitud. En la estructura, “se distinguen tres series de arcadas consecutivas determinadas por las dimensiones de sobre arcos”. En el extremo sur, hay un grupo de cuatro vueltas y, en el norte, otro de tres, que presentan una elevación mayor que el conjunto central, integrado por las otras 21.

Los pilares son de planta rectangular, con unas dimensiones de entre 130 y 150 centímetros de anchura, y entre 370 y 390 de altura, “sólidamente construidos con bloques medianos de piedra caliza de forma irregular trabados con mortero de cal”. Por su parte, “los arcos están construidos con losas irregulares de caliza dispuestas a modo de dovelas, presentando unas dimensiones poco regulares”.

La vegetación a menudo crece y afecta al monumento.

La vegetación a menudo crece y afecta al monumento. / Hispania Nostra

De la estructura, cabe destacar que no se conservan restos del cajero original “pues las sucesivas destrucciones y reformas sufridas por la conducción han afectado especialmente al cauce” aunque todo apunta a que estuvo construido en hormigón de cal encofrado y superpuesto a la arcada. “Un largo periodo de abandono debió ser la causa del colapso de la construcción pues no se aprecian ni evidencias de destrucción intencionada ni desplomes de pilares por avenidas del torrente”, añade.

En la misma ficha se indica que el elemento hidráulico ha sido sometido a “obras de refuerzo” en distintos momentos de los siglos XVIII, XIX y en los inicios del siglo XX, con ladrillo macizo (30 x 14,50 x 3,5 cm) que data de entre del XVI y XVII.

El acueducto es propiedad de la Comunidad de Regantes de la Acequia de Benáger y Faitanar y de la Comunidad de Regantes de la Acequia de Quart. No obstante, el Ayuntamiento de Manises informó hace unas semanas de las negociaciones para que fuera cedido a la institución local.

No existe un plan de conservación

Hispania Nostra ha incluido els Arcs en su lista roja porque “no existe plan de conservación, el deterioro de la zona es alto y la vegetación que ha nacido entre las piedras del acueducto puede afectar a su estado”, a pesar de tratarse de un Bien de Interés Cultural declarado por la Generalitat Valenciana en 2007. La institución informa al colectivo denunciante de que dispone de una plataforma de micromecenazgo que se puede utilizar para “presentar un proyecto de rehabilitación y solicitar financiación para llevarlo a cabo”.

Diversas gestiones para recuperarlo



A lo largo de la legislatura que ahora culmina, el Ayuntamiento de Manises ha realizado gestiones para frenar el deterioro de este monumento y ponerlo en valor, que todavía no han culminado por su complejidad. La primera fue un acuerdo plenario en 2019 instando a intervenir al resto de instituciones sobre los problemas que sufre el barranco del Salt de l'Aigua, situado bajo el acueducto, que se ha convertido en el desagüe de las lluvias que se acumulan sobre las pistas del aeropuerto desde su ampliación. Una situación que ha agravado el deterioro del acueducto.

Al inicio de 2020, la actual consellera de Cultura en funciones, Raquel Tamarit, entonces en calidad de secretaria autonómica, realizó una visita a la zona en la que se acordó que la institución autonómica realizaría una valoración del coste de una intervención en el este BIC. La pandemia ralentizó ese posible estudio. En 2022 se realizó una limpieza del entorno. Y finalmente, en 2023, el consistorio ha avanzado en las gestiones para obtener el acueducto, cedido por las comunidades de regantes, con la intención de impulsar un plan de gestión que abriría la puerta a obtener ayudas.

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