"La reducción de los residuos no solo es una necesidad ambiental, sino también económica"

Autoridades, empresarios y expertos apuntaron las claves para afrontar este reto en el foro organizado por Levante-EMV en Quartell

Hay mucho camino recorrido, pero la meta todavía queda lejos. Ese fue uno de los mensajes más repetidos durante el último foro de economía comarcal organizado en Quartell por la edición de Levante-EMV en el Camp de Morvedre bajo el título ¿Por qué reciclar es cada vez más importante? El debate reunió a todos los agentes implicados en la gestión de los residuos, que coincidieron también al señalar que, de la mano de la educación ambiental, la máxima responsabilidad recae sobre los hombros de los ciudadanos, a la hora de reducir la cantidad de basura y clasificarla bien para minimizar el rechazo que va a vertedero.

Además de una necesidad ambiental, este objetivo tiene implicaciones económicas, especialmente después de que la Ley de Economía Circular haya incorporado un nuevo impuesto sobre el depósito de residuos en vertederos, la incineración y la coincineración

Protagonistas del foro sobre la gestión de residuos.

Protagonistas del foro sobre la gestión de residuos. / Daniel Tortajada

El presidente de la Mancomunitat de les Valls, Toni Sanfrancisco, apuntó que el incremento de costes debido a la nueva ley rondará el 15 %. El también alcalde de Benifairó de les Valls reconoció que «no tenemos medios para afrontar este aumento, así que es importante concienciar a los vecinos de que hay que reducir los residuos», lo que «no solo es una necesidad ambiental, sino también económica. El reto de la sostenibilidad empieza en las casas».

El nuevo impuesto estatal sobre el rechazo que llega a vertedero hace necesario separar en origen para pagar menos

También el director general de Calidad y Educación Ambiental de la Generalitat, Joan Piquer, abordó esta cuestión y lo hizo con datos: «En la Comunitat Valenciana generamos cerca de 3 millones de toneladas de residuos municipales, que necesitamos reducir. En 2015, el 70 % acababa en vertedero y en 2022 fue el 38 %. El avance es espectacular, pero supone que el rechazo alcanza el millón de toneladas». Así, la previsión es que el nuevo impuesto ronde los 30 millones de euros que, eso sí, la Generalitat se ha comprometido a redirigir a un fondo ambiental para fomentar políticas sostenibles, ya que el objetivo no es recaudar, sino «que nadie tenga que pagarlo porque las cosas se hacen bien», añadió.

Piquer también insistió en que el escenario es «positivo», pero cambiente, lo que «nos obliga a ser dinámicos.Con los residuos nunca se acaba el trabajo, así que una de las claves está en la mejora continua». Las inversiones millonarias en las plantas de tratamiento o las subvenciones a la recogida selectiva en origen son algunas de las medidas impulsadas por el Consell que detalló el director general.

Tuvo palabras también para el consorcio Palància-Belcaire, que da servicio a 56 municipios del Camp de Morvedre, l’Alt Palància y la Plana Baixa: «Es un privilegiado y será de los que menos paguen, porque cuenta con la planta de valorización de Algímia d’Alfara, que, pese a llevar 12 años en funcionamiento, es puntera en el ámbito europeo». El aula ambiental de la que dispone, así como su configuración, que la hace visitable, son otras ventajas, que la han convertido en referencia para muchos planes zonales, según destacó Piquer.

Rechazo del 27,4 %

El presidente de este consorcio C3/V1, Rafa Mateu, introdujo más números en el debate al señalar que «nuestros datos de rechazo son del 27,4 %, lo que nos permite estar por delante del objetivo. Sin embargo, estamos todavía lejos del 10 % que se fijado como máximo en 2035, así que, estamos satisfechos, pero con mucho trabajo por delante».

El también alcalde de Estivella detalló algunas de las medidas que se están implementado en la planta de Algímia para mantener esa evolución positiva, al tiempo que señaló el énfasis que se está poniendo desde hace unos años para la utilización de los ecoparques, que «tienen su propio proceso de valorización que nos garantiza que no lleguen al vertedero». Además, aseguró que  la principal explicación de que en este tiempo se haya aumentado un 15 % la cantidad de residuos que llegan a estas instalaciones es que «en cuatro años hemos bonificado la tasa a los usuarios de los ecoparques con 1,3 millones de euros».

Mateu reiteró que la sostenibilidad «es tarea de todos» y recordó que «lo que ahora cuesta dinero es no reciclar», aspecto en el que incidió Piquer al apuntar que «otro salto de calidad en la gestión de los residuos llegará cuando se apliquen descuentos por la separación en origen de los residuos orgánicos». En este aspecto ya se trabaja desde el consorcio Palància-Belcaire, donde «estamos avanzando en la caracterización de la basura que llega a la planta de Algímia. Cuanta más información tengamos, mejor», teniendo en cuenta, además, que «la aplicación del impuesto no es lineal», según su presidente.

Esa «fiscalidad variable» también la abordó el director general de Calidad y Educación Ambiental, que apuntó como opción «la recogida puerta a puerta, que es más eficiente y también conlleva mayores costes, pero, con el nuevo impuesto, hay que plantearse si, en determinados municipios y zonas de las grandes ciudades, resulta rentable». Bastaría para introducir ésta u otras medidas, que «el coste fuera inferior a los 30 euros por tonelada», precisó Piquer. 

Ejemplo empresarial

Desde el sector empresarial, la presidenta de la patronal comarcal, Cristina Plumed, reconoció el «miedo inicial» a la nueva ley, que obliga a asociaciones como la suya a «hacer que cale en el territorio y las empresas sean conscientes y se transformen, como la ciudadanía». La dirigente de Asecam (Asociación de Empresarios del Camp de Morvedre) también quiso destacar que «desde hace 2017 tenemos un foro de sostenibilidad, donde introdujimos conceptos como la simbiosis industrial y la economía circular, que hoy todo el mundo entiende».

A este respecto, Plumed se refirió a la plataforma Insylay, donde se fomenta la cooperación empresarial para que «los subproductos, que no residuos, que no sirven para uno los pueda aprovechar otro». Según destacó, a esta iniciativa se han adherido 60 compañías en toda España, de las que 17 pertenecen a Asecam.

La presidenta de la patronal comarcal también señaló la necesidad de la educación ambiental, como antes habían hecho Mateu, para recalcar las campañas de sensibilización impulsadas desde el consorcio, y Piquer, quien resaltó que el trabajo de estos educadores «supone una mejora media del 15 %» en los lugares donde desarrollan sus actividades y talleres. 

Para abordar con más detalle esta materia, el foro de economía comarcal de Levante-EMV contó con Víctor Benlloch, técnico del Centre d’Educació Ambiental de la Comunitat Valenciana con sede en Sagunt. Además de destacar las líneas que se desarrollan en los ayuntamientos, los colegios y entre los profesores para que incorporen la gestión de los residuos en sus temarios, Benlloch destacó el curso de formación para educadores ambientales que se importe en formato online y por el que ya han pasado 400 personas en los dos últimos años. 

Una misión de la educación ambiental es desterrar el mito de que, como se paga una tasa, ya está todo hecho

También adelantó la creación de una red para compartir las acciones que tienen mejores resultados dentro del objetivo general de «dar a conocer a la ciudadanía, que lo tiene que hacer es generar menos residuos para ser más sostenibles». 

Pero con los ponentes no se acabó el debate, porque varias voces desde el público quisieron plantear preguntas y reflexiones sobre la gestión de los residuos. Así, desde CC OO, Isidro Andújar, se centró en el impacto en esta materia que también tendrá la instalación de la gigafactoría de Volkswagen en Parc Sagunt II y el necesario cambio de mentalidad que requiere la sostenibilidad.

Asistentes al foro.

Asistentes al foro. / Daniel Tortajada

También tomaron la palabra el concejal responsable de la SAG, empresa municipal de aseo urbano de Sagunt, Roberto Rovira, quien incidió en que lo fundamental es la reducción de la generación de residuos, además de admitir que «todavía se recoge poca basura orgánica», o Delia Álvarez, responsable de Medio Ambiente de UGT-PV, quien planteó sus dudas sobre los bioplásticos, el ecoetiquetado o greenwashing. Sobre este último, Benlloch tomó la palabra para señalar que «una de nuestras misiones es desarrollar una conciencia crítica entre los ciudadanos para identificar los productos que nos tratan de colar como ecológicos, cuando no lo son».

Concienciación

También desde Acció Ecologista Agró, Paco Pinilla insistió en la «enorme importancia» de la concienciación, aspecto en el que «la población debería conocer el funcionamiento de las plantas de valorización y comprobar así las ventajas de hacer bien las cosas», algo en lo que coincidió Benlloch al señalar el «interés en que todos sepamos lo que pasa con la basura desde que la depositamos en el contenedor».

Este enriquecedor debate, que introdujo el director de Levante-EMV, José Luis Valencia, y moderó la delegada del diario en el Camp de Morvedre, Mónica Arribas, también reunió en el auditorio de Quartell al presidente de la Mancomunitat de la Baronia y alcalde de Gilet, Salva Costa; concejales de Sagunt como Pepe Gil y Ana María Quesada; la secretaria general de UGT en el Camp de Morvedre, Pilar Tarragón; el gerente de la SAG, Jorge Silvestre; así como representantes de los comerciantes y colectivos vecinales.

Educadores ambientales que no quisieron perderse el foro.

Educadores ambientales que no quisieron perderse el foro. / Daniel Tortajada

El broche al debate lo puso Guillermo, un educador ambiental quien, además de señalar como principal clave «la formación», que «es difícil evaluar a corto plazo», apuntó que «una de las primeras cosas que nos encontramos es que la gente cree que, como paga, ya está todo hecho», un mito que poco a poco se va desterrando.