Las obras para proteger Alzira y Carcaixent de los barrancos costarán más de 40 millones de euros

La CHJ prevé aprobar en 2024 los proyectos de las cinco actuaciones prioritarias mientras que las primeras obras arrancarían ya en 2025

La ampliación del torrente de la Casella supone unos 24 millones y 16 el desvío del Barxeta y la mota de Cogullada

La confluencia del barranco de Barxeta en el Casella, que será modificada por la CHJ para reducir la actual peligrosidad.

La confluencia del barranco de Barxeta en el Casella, que será modificada por la CHJ para reducir la actual peligrosidad. / Perales Iborra

Los cinco proyectos que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha declarado prioritarios para proteger a Alzira y Carcaixent de las inundaciones que de forma cíclica provocan los barrancos representarán una inversión de más de 40 millones de euros, según las estimaciones del coste de ejecución de las diferentes actuaciones. 

La CHJ sometió a información pública durante el verano los proyectos para mejorar la seguridad de Carcaixent y, en particular, de la pedanía de Cogullada, y en las últimas semanas ha lanzado las actuaciones previstas en el término de Alzira. Fuentes de la Confederación señalan que los siguientes pasos en el trámite administrativo pasan por la aprobación técnica de cada uno de los proyectos, que se prevé formalizar ya 2024 y, a partir de ese momento, asignar la financiación para poder licitarlos. Teniendo en cuenta que un proceso de licitación suele consumir entre seis y siete meses, apostillan, el inicio de las obras no es probable que se produzca hasta el año 2025, según las mismas fuentes, que indicaron que corresponde a la dirección general del Agua del ministerio decidir si continúan todos los proyectos en paralelo o se prioriza alguno de ellos por una cuestión presupuestaria.

Los proyectos de mayor envergadura desde el punto de vista económico corresponden a la ampliación del barranco de la Casella en el tramo comprendido entre el Pont de Xàtiva -la salida de Alzira hacia Carcaixent por la antigua CV-41- y el cauce del Xúquer, con un coste estimado en 24 millones de euros, como ya adelantó Levante-EMV, y la construcción de un dique de protección de Cogullada de 635 metros y un desvío del Barxeta para que desagüe directamente en el Xúquer a su paso por Carcaixent, lo que minimizaría los caudales que llegan a Alzira. En este caso, el importe estimado de las obras es de 16,2 millones. Las otras actuaciones representan inversiones muy inferiores, si bien hay que tener en cuenta que estas actuaciones no contemplan obras como el derribo y construcción del nuevo Pont de Xàtiva sobre el barranco o de la reordenación de la confluencia de la CV-50 con la antigua CV-41 ya que no son competencia de la CHJ. Fuentes del organismo de cuenca aclaran en cualquier caso de que se trata de una estimación y que, en una licitación, suele haber pujas a la baja.

Los proyectos con la fase administrativa más avanzada son los diseñados para proteger Carcaixent, que ya han completado el período de información pública y se encuentran a la espera de que el Abogado del Estado certifique que todo el proceso ha cumplido los requisitos. Las actuaciones proyectadas en Carcaixent contemplan la construcción de la nueva mota que proteja Cogullada de las crecidas tanto del Barxeta como del Barranc dels Prínceps y dos fases diferentes en el Barxeta. Por un lado, el nuevo cajero que permita desviar caudales al río como forma de evitar que lleguen a Alzira y, por otra, la renaturalización del nuevo cauce y parte del viejo, aumentando su capacidad hidráulica.

La primera actuación ya en término de Alzira también afectará al Barxeta y consiste en desviar la desembocadura que ahora confluye en perpendicular con el barranco de la Casella, creando un punto crítico en caso de crecida, para crear una curva de forma que desagüe a favor de corriente, creando una zona de laminación en torno a estos barrancos. La estimación del coste de estas obras no llega al millón de euros.

«Los proyectos permiten cumplir la protección que exige la normativa, pero el riesgo cero no existe»

 El segundo proyecto en el término municipal Alzira y el de mayor envergadura de los cinco seleccionados para ejecutar a corto plazo por la inversión que requiere corresponde a la ampliación del barranco de la Casella en un tramo de unos 800 metros entre el Pont de Xàtiva, el paso de la antigua CV-41 sobre el cauce, y la desembocadura en el Xúquer. 

En este caso, se plantea aumentar la profundidad del cauce junto a la instalación de unos muros pantalla ya que la ampliación en el tramo inicial será mínima para llegar a veinte metros, mientras que una vez superadas las construcciones del polígono industrial de Materna el cauce alcanzará los 27 metros de anchura en la base, mientras que en la parte alta del talud será incluso superior. La Federació d’Associacions de Veïns d’Alzira ha emplazado al ayuntamiento a presentar alegaciones para intentar que la amplición del barranco alcance los 27 metros desde el primer tramo nada más salvar el Pont de Xàtiva, lo que obligaría a modificar el malecón.

La Confederación Hidrográfica del Júcar defiende que las actuaciones diseñadas son suficientes para una avenida de un período de retorno de cien años, es decir, la probabilidad de que suceda una vez cada cien años, unos ciclos que los expertos consideran «muy elevados», lo que permite cumplir la normativa autonómica que obliga a proteger los núcleos urbanos en este período. Con todo, las mismas fuentes de la CHJ advierten de que «no existe el riesgo cero».

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