El autor de las pintadas nazis de Carcaixent sigue sin borrar sus mensajes
El colectivo vecinal que ejerció la acusación popular en el juicio apremia al ayuntamiento
La alcaldesa asegura que cumplirá con la condena en breve
Las centenares de pintadas con simbología nazi y mensajes de odio que David Pelufo Tormos pintó en muros y fachadas de Carcaixent durante años todavía forman parte de la imagen que la población ofrece a sus vecinos y al exterior. Casi ocho meses después del juicio, el colectivo ciudadano que ejerció la acusación popular ha reclamado al ayuntamiento que cumpla la condena y elimine todo rastro de sus grafitis. La alcaldesa, Carolina Almiñana, ha asegurado a Levante-EMV que estas tienen los días contados.
Pelufo se incorporó, hace varias semanas, la empresa pública Procarsa, encargada de los servicios municipales. Desde hace años, tal y como ha recordado Almiñana, cualquier persona condenada por la justicia a realizar trabajos en beneficio de la comunidad lo hace a través de Procarsa. Sin embargo, en este tiempo, todavía no se ha puesto manos a la obra a eliminar las pintadas.
Labor social reparatoria
Una circunstancia que ha generado impaciencia en el grupo de vecinos que impulsó la acusación popular contra David Pelufo tras documentar más de 700 pintadas. «Creemos que es urgente que los grafitis desaparezcan cuanto antes, lleva mes y medio en Procarsa y la imagen que no queremos que se dé es, precisamente, la de que se pueda pensar que sembrar odio queda impune», expone uno de los representantes de la acusación popular. De igual modo, el colectivo ciudadano insiste en que los trabajos en beneficio de la comunidad a realizar por el condenado deberían suponer «una labor social que sea reparatoria».
Almiñana ha reconocido que ya se ha formalizado la petición a la empresa pública para que Pelufo destine las horas que dedica a cumplir su condena al borrado de las pintadas. «Él está predispuesto a eliminarlas y nos ha manifestado su intención de no volver a hacerlo», ha afirmado la alcaldesa. De hecho, no volver a delinquir en tres años era uno de los acuerdos alcanzados entre el propio Pelufo, el ayuntamiento, la acusación popular y la Fiscalía Provincial de València. El condenado evitaba la entrada en prisión, pero debía, además, realizar nueve meses de trabajos en beneficio de la comunidad y limpiar las pintadas. También fue obligado a pagar una multa de 1.890 euros más los daños causados al Ayuntamiento de Carcaixent (11.000 euros).
«Acabaréis como en el 36»
Pelufo llenó la ciudad, durante años, de esvásticas, puntos de mira y símbolos de ideología nazi, como el número 88, que representa la octava letra del alfabeto, la hache, en referencia al saludo hitleriano. También de mensajes como ‘rojos a la cuneta’, ‘acabaréis como en el 36’, ‘LGTBI=SIDA’, ‘moros no’ o ‘feminismo=cáncer’, entre otros. Sobre edificios públicos y privados, en calles del casco urbano y caminos rurales. Incluso cuando sabía que iba a ser juzgado aparecían nuevos grafitis.
«En todo este tiempo, hemos consentido, como pueblo, que se normalizara esta situación. Veíamos normal ir a la escuela o un parque y encontrarnos con esvásticas y símbolos que promueven el odio y eso es algo que no se debe consentir», comenta al respecto el representante de la acusación popular.
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