Las escuelas de la Ribera acusan de deslealtad al PSPV por el referéndum sobre el topónimo de Alfarb

La Coordinadora de Centres señala que la consulta popular representa no reconocer la autoridad científica de la Acadèmia Valenciana de la Llengua

Escultura en los accesos al pueblo en la que arrancaron la última letra del topónimo, en una imagen de archivo.

Escultura en los accesos al pueblo en la que arrancaron la última letra del topónimo, en una imagen de archivo. / Levante-EMV

La Coordinadora de Centres en Valencià de la Ribera considera que la convocatoria de una consulta popular sobre el topónimo de Alfarb impulsada por el alcalde y único concejal del PSPV, Raúl Mínguez, con el respaldo de los ediles del PP, representa un acto de «deslealtad institucional» al no reconocer la autoridad científica de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, entidad que a finales del anterior mandato avaló la normalización del topónimo con la forma en valenciano acabada en «b» frente a la denominación castellana Alfarp que se había utilizado hasta ese momento.

El Gobierno autorizó el pasado mes de febrero la celebración de la consulta popular solicitada por el ayuntamiento mediante un acuerdo de pleno respaldado por el alcalde y el PP, a pesar de que el PSOE comparte gobierno con Compromís, el grupo que gestionó la valencianización del topónimo y que votó en contra de este referéndum, que sigue sin fecha oficial.

La Coordinadora de Centres en Valencià de la Ribera advierte de que «es poco acertado hurgar en las cenizas de cualquier conflicto social que puede alimentar alguna llama inesperada», más si cabe, señala la entidad que encabeza Joan Cortés, «cuando se solicitan, arbitrariamente, opiniones personales por medio de una iniciativa municipal que no reconoce la autoridad científica de la Acadèmia Valenciana de la Llengua». «Puede ser que con su rudimentaria perspectiva política, el actual alcalde y el grupo municipal que se ha sumado a la convocatoria no saben que están preparando el terreno a otras opciones políticas que se alimentan de enfrentamientos y de conflictos artificiales para obtener votos en las elecciones», incide la coordinadora.

«Es poco acertado hurgar en las cenizas de cualquier conflicto social que puede alimentar alguna llama inesperada»

La entidad recuerda que la AVL hace ya años que, en su nomenclator toponímico valenciano, aclaró las dudas sobre el nombre de Alfarb y otros casos similares «gracias al trabajo incansable y erudito de sus académicos y académicas» y que ese era uno de los objetivos establecidos cuando se creó la Academia en 1998, mientras que la reforma del Estatut d’Autonomia realizada en 2006 también reconocía a la AVL como «el único organismo competente en la regulación del valenciano, así como un ade las instituciones estatutarias valencianas».

La Coordinadora de Centres defiende que el cambio de la forma Alfarp por la acabada en «b» se basa en «criterios rigurosos» de las denominaciones toponímicas que forman parte del documento publicado por la propia Acadèmia bajo el título «Criteris per a la fixació de la toponímia valenciana», en el que «los académicos y académicas de la AVL han trabajado mucho tiempo para no dejar ninguna denominación toponímica en manos de la improvisación, evitando así que su labor se desprestigiara».

«La gobernabilidad saludable y provechosa de un pueblo no se ha de identificar con campañas populistas, sino con una buena gestión municpal y con proyectos de futuro de los que se beneficie la ciudadanía», señala la Coordiandora de Centres, mientras emplaza a que «se deje de utilizar el valenciano como excusa para promover campañas populistas que no benefician a nadie».