Camela hace vibrar a diez mil personas en Tavernes de la Valldigna

Camela pasó por Tavernes de la Valldigna como ha venido haciendo en los últimos años y especialmente este verano, reventando aforos y haciendo disfrutar a un público de varias generaciones, fruto de sus casi 30 años de carrera musical.

Cerca de diez mil personas, según el ayuntamiento, asistieron el miércoles pasado al concierto del grupo madrileño en el recinto del Vergeret, una afluencia de público como pocas veces se ha visto en la capital vallera. Fans llegados también de varios puntos de la provincia de València. El recital, que estaba promovido por el ayuntamiento con entrada gratuita, estaba previsto para el 14 de septiembre, en el marco de las fiestas mayores, pero el Gobierno local decidió aplazarlo ante el riesgo de lluvia que presentaba ese día. 

A la altura del paseo Colón la Policía Local ya había cortado el tráfico, y los aparcamientos se llenaron de vehículos, tanto los del este, en Marjaletes, como al otro extremo del recinto de conciertos, el mismo, por cierto, donde se celebra el Festivern, otra de las citas multitudinarias que acoge la ciudad cada fin de año. 

Entre canción y canción Ángeles y Dioni recordaron parte de su trayectoria e incluso su propia biografía, y aclararon, por ejemplo, que son cuñados, ni hermanos ni pareja, para quienes no lo supieran. A sus cincuenta años se mantienen incombustibles, sobre todo Dioni, como demostró con sus peculiares giros de baile sobre el escenario.

Repasaron todos sus éxitos, e interpretaron temas de su nuevo disco. Destacó «Cuando zarpa el amor», del que hicieron dos versiones, la electrónica y otra más intimista y acústica, con ellos y varios guitarristas sentados. 

Tras el concierto recogieron el testigo los DJ para los más trasnochadores, primero Xevi DJ, con música de la época del "bakalao", y luego Ismael Lora. El Gobierno local expresó su agradecimiento a la Policía Local por la coordinación en materia de seguridad y la circulación del tráfico, a la brigada municipal en las labores de adecuación del recinto, así como a la asociación Alanna y a las Concejalías de Igualdad y Mujer, que montaron un Punto Violeta.