Gandia necesita que el Gobierno cumpla para reutilizar el agua de la depuradora

La exigencia del Ministerio para la Transición Ecológica para aprovechar el caudal no se puede hacer efectiva porque falta el sistema del tratamiento terciario

A los 10 hectómetros cúbicos que se podrían reutilizar en Gandia se suman los 4,5 previstos en la depuradora de Oliva

La ciudad reclama la obra, de unos 6 millones de euros, desde hace cerca de 20 años

La depuradora comarcal de la Safor-Sur, en Gandia, con el cauce del Serpis en primer término.

La depuradora comarcal de la Safor-Sur, en Gandia, con el cauce del Serpis en primer término. / Levante-EMV

Sergi Sapena

Al ritmo actual, el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) podría verse obligado a invertir por la vía de urgencia los más de seis millones de euros que son necesarios para que el agua que sale de la depuradora comarcal de la Safor-Sur, situada en Gandia, pueda ser aprovechada para determinados usos y así ahorrar los recursos de los acuíferos.

Esa reutilización del agua de las depuradoras es lo que el Mitma va a exigir a los municipios españoles de más de 50.000 habitantes, entre los que se encuentra Gandia, para fomentar el ahorro y hacer frente a los más que previsibles episodios de sequía que se verán incrementados por los efectos del cambio climático. En Cataluña y Andalucía el escenario del déficit de lluvias ya es de crisis y a partir de febrero la Generalitat contempla restricciones en numerosas áreas urbanas, incluida Barcelona, así como para el riego.

En el caso de Gandia, lo curioso es que el Gobierno español le va a pedir lo que el ayuntamiento hace mucho tiempo que reclama. Porque es este consistorio el que hace cerca de veinte años pide que se invierta el dinero necesario para que la depuradora comarcal pueda aplicar el llamado «tratamiento terciario», es decir, la serie de dispositivos que convierten en «aprovechable» el caudal depurado. Porque en la actualidad el que sale del proceso de depuración es tan malo que su destino solo puede ser el vertido directo al mar a través de un emisario submarino.

La pluviometría media de la Safor, que ronda entre los 600 y los 1.200 litros por metro cuadrado al año, permite que esta comarca disponga de recursos hídricos por encima de otras comarcas, pero el escenario de sequías severas, como la reciente que se dio entre 2014 y 2016, ha puesto en guardia a las administraciones, de manera que ahora se considera que no debe perderse más tiempo y ejecutar aquellos proyectos que, por una parte, permitan ahorrar agua y, por otra, reutilizar toda la disponible. Esa es, también, una medida que la Unión Europea reclama a sus estados miembros, especialmente los del sur del continente.

El mejor argumento para actuar

Como ayer informaba este periódico, el Mitma va a comunicar a los ayuntamientos de municipios de más de 50.000 habitantes que aprovechen el agua depurada para riego, baldeo de calles e incluso para el llenado de estanques, y solicitará que los gobiernos locales planifiquen actuaciones que permitan cumplir ese objetivo. El caudal reutilizado de la depuradora reduciría el se extrae de los acuíferos, un líquido de mayor calidad destinado, en primer lugar, al suministro humano.

Esta iniciativa del Gobierno español pone sobre la mesa el mejor de los argumentos para que tanto el Ayuntamiento de Gandia como la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar), un organismo de la Generalitat, soliciten a la Administración del Estado que invierta sin demora y aplique el tratamiento terciario en Gandia.

La depuradora de la Safor-Sur figura entre las mayores de la Comunitat Valenciana. A través de una amplia red de colectores subterráneos, hasta allí llegan las aguas negras de 17 municipios, incluyendo la propia ciudad de Gandia, así como todas las playas del sur, excepto las de Oliva.

Bombeo para caudal ecológico

De media, en la depuradora de Gandia se tratan cerca de 10 hectómetros cúbicos de agua cada año, y la mayor cantidad corresponde justamente a los meses del verano, cuando las playas están llenas y la comarca registra el mayor número de personas residentes. Este hecho la hace especialmente atractiva para ejecutar los proyectos que necesita, dado que ofrecería un mayor caudal depurado reutilizable en los meses en que la agricultura requiere más agua.

Gandia incluso llegó a plantear un sistema de bombeo automático desde la depuradora, situada junto al puente de Daimús, para que el río Serpis presentara un caudal ecológico permanente en todo su tramo urbano. 

Reutilizar el agua depurada va a ser muy habitual en un futuro inmediato, y ahí la Safor vislumbra un escenario positivo. A los 10 hectómetros cúbicos que podría ofrecer la estación de Gandia se suman otros 4,5 previstos por la futura depuradora general de Oliva, un proyecto que ahora mismo está en fase de estudio y redacción.

Enero concluye con solo 7 hectómetros cúbicos de reserva en Beniarrés

Pasa el tiempo y, desde el punto de vista de los recursos hídricos que la Safor necesita, no hay noticias positivas. A finales de verano los agricultores clamaban para que el otoño llegara con las lluvias habituales en esta estación, pero el déficit es escandaloso. Literalmente casi no llovió nada. Y después la esperanza se puso en el invierno, que está resultando, a un solo día de que concluya enero, muy seco. El único episodio positivo han sido los entre 20 y 40 litros por metro cuadrado que han contribuido a detener el proceso de sequedad de la tierra.

La situación actual comienza a generar alarmas, hasta el punto de que los regantes temen que se tenga que recurrir a la extracción de agua de los pozos para poder mantener los cultivos, una acción que encarece mucho la producción.

A día de ayer, y según los datos públicos que ofrece de forma permanente la Confederación Hidrográfica del Júcar, el pantano de Beniarrés retiene 7 hectómetros cúbicos. Es solo un 25% de la capacidad total, establecida en 27 hectómetros cúbicos, y obliga a activar alarmas.

El invierno requiere menos agua para la agricultura y afortunadamente esas precipitaciones han ralentizado el desembalse desde Beniarrés, pero nadie duda de que, de no producirse un cambio de ciclo en lo meteorológico, el pantano no dispondrá de reservas suficientes para todo el verano y se tendrán que activar los pozos que extraen del subsuelo.

Responsables de comunidades de riego de la comarca, especialmente los de los Canales Altos y los Canales Bajos del Serpis, ya han mostrado su preocupación de que se repitan las imágenes de los años 2015 y 2016 y que finales del verano que se acerca se tengan que cerrar compuertas en el pantano por haber llegado a su punto crítico.

En esta época del año lo normal es que Beniarrés se encontrara en niveles muy por encima del 50%. En los últimos dos años las reservas en primavera incluso superaron el 80% y la agricultura de la Safor dispuso de toda el agua necesaria sin tener que recurrir a los caros bombeos.