Un desconocido agrede a un guardia civil en la puerta del cuartel de Riba-roja sin mediar palabra

El atacante, de origen árabe, huyó del lugar tras propinar varios puñetazos al agente sin motivo aparente

Cuartel de la Guardia Civil de Riba roja del Túria donde se produjo la agresión.

Cuartel de la Guardia Civil de Riba roja del Túria donde se produjo la agresión. / Levante-EMV

La Guardia Civil investiga una agresión a un agente del propio Instituto Armado que se encontraba realizando labores de vigilancia en la puerta del cuartel de la Guardia Civil de Riba-roja del Túria y que fue atacado el domingo por la noche por un desconocido sin motivo aparente. El asaltante llamó al timbre de las dependencias de la Benemérita y nada más abrirle la puerta la emprendió a golpes con el agente.

Después de que el guardia civil repeliera el ataque, el sospechoso huyó del lugar siendo perseguido inicialmente por el propio agredido y posteriormente por una patrulla, al no poder abandonar el agente su puesto en las puertas del cuartel.

Por la descripción facilitada por el agente agredido, el sospechoso es un joven de entre 20 y 30 años, de origen árabe, y que vestía un pantalón corto oscuro y una camiseta de manga corta blanca. Según las fuentes consultadas por este periódico, el agresor en ningún momento realizó ninguna referencia hacia Alá y todo apunta a un hecho puntual que será debidamente aclarado cuando se detenga al sospechoso y se le interrogue sobre lo ocurrido.

La agresión no pudo ser captada por ninguna cámara de seguridad porque el cuartel de la Guardia Civil de Riba-roja, como ocurre en otras dependencias antiguas del Instituto Armado en determinados municipios, carece de sistema de videovigilancia.

Esta agresión se suma a otro incidente en el cuartel de Llombai, donde otro guardia civil que se encontraba solo fue atacado con un cuchillo. Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) exigen que "por la seguridad de los agentes, bajo ningún pretexto, debe haber nunca un solo agente de la Guardia Civil en su puesto de trabajo". Asimismo plantean que si no hay personal suficiente se puede cerrar ese cuartel y unirse al más cercano, "para así juntos poder desarrollar su cometido con un mínimo de seguridad y coherencia".

Carencias en Seguridad Ciudadana

Fuentes de AUGC critican que el estado de la plantilla del Instituto Armado en Valencia y lo que consideran una "nefasta distribución del personal" ha tocado fondo. "La Guardia Civil que trabaja a pie de calle, la que tiene que asistir a los avisos, llevar detenidos a juzgados, instruir diligencias y recoger denuncias, agoniza cada día que pasa", remarcan.

Uno de los problemas que han detectado es el incremento del tiempo de reacción en la demarcación de la Guardia Civil tras recibir un aviso de seguridad ciudadana por parte de un ciudadano. "Por grave que sea el aviso este tiempo oscila desde 15 a 45 minutos, incluso en ocasiones no puede acudir nadie por ser totalmente imposible", aseguran desde la asociación mayoritaria de guardias civiles. Cuando en otros cuerpos, como la Policía Nacional, el tiempo de reacción es de dos a cinco minutos, o en las ambulancias de 8 a 10, o de 7 a 9 en el caso de los bomberos.

"No hay guardias civiles para atender al ciudadano, los cuarteles son pequeños con pocos agentes, hace falta cerrar muchos cuarteles para poder tener cuarteles más grandes con personal suficiente para atender todas estas incidencias", aseguran desde AUGC. Además, "el problema se agrava al retraer del poco personal que hay, los innumerables puestos de trabajo ficticios que se han inventado pasando a estar agregados o en comisión de servicio en otras Unidades fuera de seguridad ciudadana", añaden estas mismas fuentes.

"Denunciamos que no se puede tratar a los ciudadanos de primera o de segunda. Según donde residan, si tienen un problema, no van a tener la misma respuesta que en la ciudad, la patrulla más cercana va a llegar tarde o no va a llegar", advierten desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles.

De igual modo remarcan que faltan patrullas en los tres turnos de servicio, además para intentar solventar este déficit, "la última moda es dejar sólo a un guardia civil en Atención al Ciudadano, con un peso de trabajo excesivo para una sola persona, pero lo más grave no es el trabajo, es la falta de seguridad con la que trabajan", critican. Donde se exponen a la agresión de cualquier desequilibrado, como estos dos últimos casos en Riba-roja y Llombai. Todo ello pese a que conviene recordar que en España, y por tanto en la Comunitat Valenciana, nos encontramos en nivel 4 (riesgo alto) de alerta terrorista.