El apagón de las cámaras de Ciutat Vella, cada vez más cerca

Movilidad avanza en la ronda de contactos con colectivos cívicos para suspender la videovigilancia en Ciutat Vella

Catalá prometió suspender la multas y revisar la zona restringida al tráfico rodado junto a las entidades afectadas

Un coche accede al APR de Ciutat Vella por la calle Corona.

Vídeo: EP / Foto: Germán Caballero

José Miguel Vigara

José Miguel Vigara

El concejal de Movilidad Jesús Carbonell continúa con la ronda de contactos con los colectivos afectados por las cámaras sancionadoras de Ciutat Vella Nord, dentro del Área de Prioridad Residencial (APR). Ayer se reunió con la falla Mossén Sorell-Corona, hoy tiene previsto reunirse con Amics del Carme y el viernes lo hará con la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico.

Durante la campaña electoral y está escrito en su propio programa, la alcaldesa María José Catalá del PP prometió «suspender la aplicación del régimen sancionador regulado en el APR de Ciutat Vella Nord hasta que se alcance un consenso con residentes, comerciantes, hosteleros, profesionales, centros educativos y entidades culturales y festivas del barrio». De momento, las multas no han sido paralizadas ni las cámaras apagadas, pero el concejal de Movilidad sí ha empezado a escuchar las propuestas de los agentes sociales y cívicos.

Fuentes del gobierno municipal resaltan que la solución que se adopte en esta área reservada a los residentes «será consensuada con todas las partes implicadas. Las cámaras no se van a quedar como están pero no hay solución concreta decidida aún», resaltan.

La decisión que se adopte, sea «el cierre total o el cierre parcial» de las cámaras que vigilan y sancionan a los conductores sin permisos para acceder a Ciutat Vella, «será consensuada con falleros, vecinos, comerciantes y hosteleros», apuntan las mismas fuentes.

En este sentido, Amics del Carme, los comercios del Centro Histórico y con la falla citada ya han hecho sus aportaciones para mejorar el APR.

Señalización horizontal con velocidad limitada en la zona restringida al tráfico.

Señalización horizontal con velocidad limitada en la zona restringida al tráfico. / GERMAN CABALLERO

Amics del Carme: tres cámaras más

Los responsables de Amics del Carme señalan que las cámaras «no se pueden apagar: no sería razonable». «El sistema funciona y así lo demuestran las estadísticas: a fecha 11 de julio hay un 8% de vehículos han sido sancionados por acceder al APR de forma irregular». En segundo lugar, añaden: «hace falta una revisión de los permisos». Actualmente hay unos 44.000 vehículos autorizados, de los cuales solo el 9% son de residentes. «Esto nos pone en alerta sobre el hecho de que el triaje de autorizaciones no funciona bien. Si es una Área de Prioridad Residencial, cómo es que los vehículos residenciales suponen una cifra tan residual como un 9%», razona el presidente de este colectivo Lluis Mira. Por eso, «pedimos más cámaras que sirvan para reducir el tráfico y hacer calles más amables». Los puntos donde habría que incorporarlas son: la plaça dels Furs y las calles del Pintor Zariñena (en el Carme) y la calle del Pintor Domingo (en el Pilar).

Comercio Histórico: más accesos para negocios

 Por su parte, la gerente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico Julia Martínez lanza tres peticiones concretas al departamento de Movilidad. «Precisamos más número de autorizaciones, aumentar por lo menos a 15 el número de accesos por mes para los comercios pues hay muchos que se quedan cortos», explica Martínez.

Asimismo, proponen que los negocios de la Plaza Redonda también dispongan de autorizaciones para entrar al APR. El motivo es que por obras u otras cuestiones no pueden entrar siempre por la calle la Paz y Sombrerería a Lope de Vega lo que impide el acceso a carga y descarga de suministros.  

Por último, «se precisa incrementar y mejorar la señalización en algunos puntos, como también ha indicado la propia Policía Local en puntos como Plaza Ciudad de Brujas, incluso en María Cristina, donde debería anunciarse al inicio el APR para avisar anticipadamente del giro obligatorio a calle Calabazas, sino estás autorizado».

La falla Mossén Sorell-Corona exige poder autorizar a más coches

La comisión de Mosen Sorell-Corona se reunió ayer con el concejal de Movilidad para explicar su particularidad sobre las dificultades que tienen para acceder al APR de Ciutat Vella Nord exponiéndose a ser multados. Que es la misma que el resto de las comisiones del barrio del Carmen, pero atendiendo así a que la falla sí que envió un informe de su situación a la Mesa de Movilidad.  

La petición de esta falla pasa sobre todo por flexibilizar la normativa. Como decía la presienta Iris Ruiz: «Abrir la horquilla». Es decir, «facilitar el acceso para cuestiones que son imprescindibles. Nosotros entendemos y asumimos que hay una normativa con la circulación en el centro, en esta ciudad y en otras. Pero las Fallas son una particularidad muy grande y muy importante». 

Piden sobre todo que se amplíen las matrículas permanentes habilitadas, más que las dos que tiene autorizada cada comisión, así como ampliar las provisionales, las diez por vecino que se pueden expedir para un mes. Atendiendo sobre todo a que el funcionamiento y el movimiento de un casal y de una comisión «requiere poder tener más accesos provisionales para cargar y descargar». Tanto en el casal, como la numerosa cantidad de falleros que acuden al barrio y que se llevan todo lo necesario para la semana. 

Problemas de aparcamiento

Dentro de la circunferencia que supone Ciutat Vella, las comisiones de falla del Carmen tienen el problema añadido de que no tienen aparcamientos públicos cercanos, lo que hace el tránsito de sus falleros, tanto para juntas y actividades durante el año como para la semana fallera, extremadamente complicado. 

La presidenta aseguraba que han recibido del edil «una gran predisposición a analizar y a dialogar, lo cual es importante y de agradecer. Nosotros consideramos que lo que pedimos es relativamente sencillo y nada invasivo».

Otros negocios como una veterinaria o el propio Teatro Talía también tienen necesidades específicas que el nuevo concejal tiene que valorar y estudiar ya que el equipo de Giuseppe Grezzi se negó a revisar el número de autorizaciones para clientes y empleados.