La plaza de la Virgen preparada para otra Ofrenda de récord

Junta Central Fallera prevé que habrá 135.000 personas desfilando, incluyendo las entidades colaboradoras, como las las casas regionales o las policías Local y Nacional

El renovado cadafal de 12 metros de altura y reforzado asegura la seguridad de los casi 50 vestidores, entre escaladores y bordarores, que darán forma al manto de la virgen, cuyo diseño es el secreto mejor guardado

La plaza de la Virgen preparada para otra Ofrenda de récord

La plaza de la Virgen preparada para otra Ofrenda de récord

La tradicional Ofrenda de Flores a la Mare de Déu de Fallas que se celebrará este 17 y 18 de marzo batirá este año otro récord por el incremento del censo fallero registrado este año. Junta Central Fallera calcula que este año desfilarán 135.000 personas. A los 115.000 falleros censados (dato actualizado al mes de marzo) se sumarán otros 20.000 de las entidades colaboradoras, entre los que se incluyen las representantes de las fiestas de Alicante y Castelló, las casas regionales, Lo Rat y, este año, las policías Local y Nacional. Serán tantos como ramos y canastillas que se depositarán a los pies de la Geperudeta que este año lucirá imagen renovada.

Este año, por suerte, ha habido mayor previsión con las flores del manto, normalmente claveles rojos y blancos, aunque con variación del color predominante. Los vestidores de la Virgen y el Gremio de Floristas de la Comunitat Valenciana se han organizado para diseñar con tiempo el manto y poder encargar a los proveedores las flores. El año pasado la carestía de clavel blanco, color mayoritario del blanco, obligó a echar mano de otro tipo de flor, como margaritas.

Además de desfilantes, se espera una afluencia de público masiva, que ha coindido con el fin de semana festivo. La ciudad espera estos días alcanzar la cifra de 1,3 millones de visitantes, la mitad aproximadamente extranjeros.

Un millón de claveles rojos y blancos

La organización y logística de la Ofrenda no presenta grandes variaciones este año en relación al pasado, donde ya superadas las restricciones de la pandemia se volvieron a establecer los recorridos habituales por las calles de la Paz y San Vicente para la entrada de las comisiones desde la plaza de la Reina, peatonalizada y donde el paso es ahora más fluido, hasta la plaza de la Virgen, donde tras horas de caminata y espera la emoción se desata y las lágrimas son muchas veces inevitables. El vicepresidente de Festejos de Junta Central Fallera, Vicente de Marco, explica que este año será "nuevamente de récord" y en previsión de la afluencia de pública se han introducido algunas mejoras en el recorrido y en la organización del especio en la plaza de la Virgen.

Por primera vez se vallarán los dos recorridos de entrada por la Paz y San Vicente. Habrá un triaje perfecto hasta la plaza de la Virgen para que el desfile fluya. Se abrirán además en cada uno de los dos recorridos cuatro puntos de cruce para facilitar el paso del público sin interrumpir constantemente el desfile. Se pretende así no eternizar la ofrenda y reducir los tiempos de espera. Con todo no se espera que el primer día, la Ofrenda, que empezará a las 15.30 acabe antes de la 1 de la madrugada. El segundo día se espera acabar antes por que serán menos comisiones las que desfilen

Cadafal renovado y una virgen "más natural"

El coordinador de los vestidores, Josep García Bosch, lleva décadas organizando este multitudinario y emotivo acto fallero. Los vestidores y bordadores son un ejercito de 50 personas, voluntarios y expertos escaladores los que trabajan en altura. Vestir a la virgen requiere pericia porque los puntos de apoyo en la estructura del cadafal son estrechos.

Las líneas de vida para anclar los arneses que se instalaron hace dos años y que con el renovado cadafal se han mejorado, redoblan la seguridad de los vestidores este año. Lo más complicado para ellos explica Bosch es tener que bordar a ciegas el manto. Aunque está dibujado con cuerdas en la estructura también en ocasiones les tienen que ayudar desde abajo señalizando con punteros láser donde van los ramos de cada color. El diseño del manto como viene siendo tradición guardan celosamente los vestidores.Los claveles como sea llevan semanas comprados y guardados en cámaras hasta su entrega a las distintas comisiones. El año pasado por la carestía de clavel, muchos productores nacionales se pasaron del cultivo floral al de fruta y verdura durante la pandemia, hubo que acudir a las margaritas para poder completar el manto.

La devoción por la Virgen hace que San José, patrón de los carpinteros y cuya festividad se celebra el día 19 de marzo, quede en un segundo plano, aunque el santo también recibe las ofrendas en un espacio en la plaza de la Virgen, si bien las ofrendas al santo, cuya imagen se exhibe dentro de una hornacina en un pequeño altar a un lado de la "Geperudeta" y su colosal manto de flores, siempre suelen quedan en un segundo plano.

La novedad de este año el renovado cadafal de la Mare de Déu, obra de los artistas Sanabria y Ceballos que han hecho una verdadero "lifting" a la virgen, cuyas manos, rostro y pelo presentaba una estado de abandono preocupante, con grietas y desconchones que deslucían el conjunto floral, que tras los dos intensos días de desfile recibe miles de visitantes que quieren hacerse el selfie con el manto o disfrutar del aroma a flores que impregna durante días la plaza. El cadafal se podrá ver, previsiblemente, hasta el miércoles 20 de marzo. Las altas temperaturas que se esperan para el lunes pueden llegar a agostar las flores, algo que se verá agravado nuevamente por la ausencia del toldo mecanizado que se instaló hace casi una década y que nunca ha sido extendido, primero por el conflicto con los vecinos del edificio en el que se anclan los cables de acero y posterioremente por la necesidad de ajustar el proyecto a las nuevas exigencias de seguridad.