"Ser madre sola es duro pero liberador"

Las mujeres que deciden ser madres en solitario aumentan un 28% en los últimos 5 años

Davinia Moyano acaba de ser mamá a los 34 años tras un proceso de reproducción asistida por la Seguridad Social

Davinis, que celebra este año su primer Día de la Madre posa con Nil.

Davinis, que celebra este año su primer Día de la Madre posa con Nil. / Loyola Pérez de Villegas

Mónica Ros

Mónica Ros

Davinia Moyano tiene 34 años y acaba de ser madre de un precioso bebé llamado Nil. Este es, pues, su primer Día de la Madre precisamente como eso, como madre. Es mamá soltera y decidió serlo con apenas 30 años. En la teoría de esta sociedad con maternidades tardías, Davinia era joven. En el mundo de la biología, Davinia ya estaba en tiempo de descuento. 

La mujer alza la voz para reivindicar una maternidad consciente, pensada, deseada y sin coste económico. «Pensé que me costaría un dineral, pero no ha sido así. Por eso quiero dar visibilidad y ofrecer mi testimonio para que si alguna mujer busca lo que yo busqué en su día encuentre mi testimonio y vea que la realidad puede ser diferente a lo que marca el imaginario colectivo», explica. 

Y como profesora que es, empieza su narración por el principio: «En mi vida había pensado que iba a ser mamá soltera. Sí tenía claro que quería ser dos cosas en esta vida: maestra y madre. Pasé mucho tiempo con una pareja pero esa relación terminó de un día para otro y con ella se destruyeron los planes que tenía. Así que, una vez me recuperé, establecí mis prioridades y yo quería ser madre, pero no quería ser madre con cualquier persona ni esperar más tiempo no sabía bien para qué. Así que me puse manos a la obra, busqué información y empecé el proceso». 

Davinia empezó su proceso en planificación familiar porque cumplía los requisitos para poder relizar un procedimiento de reproducción asistida por la Seguridad Social al ser menor de 40 años. Durante un año le realizaron todas las pruebas pertinentes. Luego, pasó a formar parte de una lista de espera para empezar con las inseminaciones a las que da cobertura la Seguridad Social. La llamaron a los 6 meses. «Si las inseminaciones no dan resultado se pasa a la fecundació in vitro. A mí me fue muy bien y me quedé embarazada a la primera», explica. 

Sin embargo, Davinia es una mujer previsora y había estudiando bien todas las opciones posibles. «Yo sí busqué clínicas y pregunté precios porque te tienes que poner en todas las situaciones que puedan surgir. Pero la gente también debe saber que se puede realizar por la Seguridad Social, aunque no tengas pareja ni problemas de infertilidad», explica la joven. 

Duro pero liberador

De hecho, las mujeres que deciden ser familia monoparental van en aumento. Así lo reflejan los datos ya que en los últimos 5 años, las mujeres que han decidido ser madres en solitario han aumentado un 28%, según datos del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI). Davinia no forma parte de esta estadística porque su proceso fue mediante el sistema de salud público pero, por una vía o por la otra, anima a mujeres en su misma situación a dar el paso. «Ser madre sola es duro pero también es muy liberador», concluye.