La Saïdia se planta: sus 9 motivos para rechazar un macrohotel de 500 plazas

Los vecinos y vecinas del barrio presentan un documento con nueve alegaciones y 100 firmas presenciales

Las asociaciones rechazan la "turistificación" del barrio y reclaman más vivienda social en lugar de los complejos hoteleros

Protesta de vecinos de la Saïdia contra la turistificación

Protesta de vecinos de la Saïdia contra la turistificación / Germán Caballero

Claudio Moreno

Claudio Moreno

Los vecinos de la Saïdia han presentado nueve alegaciones contra la construcción de un gran hotel de 1 estrella para 500 personas, previsto en las parcelas de la calle Maximiliano Thous, 8 y la calle Benipeixcar, 6 y 10. Tras la fuerte movilización que supuso la construcción de un macrohotel o macrorresidencia de estudiantes en las cercanas naves de la calle Guatla, los vecinos vuelven a mostrar su indignación ante un nuevo proyecto hotelero que el Ayuntamiento acaba de someter a información pública.

Dentro de esta ventana de alegaciones, la plataforma vecinal Saïdia Comuna presentó el lunes un documento respaldado por la Asociación de Vecinos San Antonio-Zaidía y otras entidades del distrito en el que, como punto de partida y anclaje, se manifiesta el rechazo al crecimiento descontrolado del turismo en el barrio” y la consecuente carencia de vivienda asequible.

A renglón seguido los vecinos y vecinas de la Saïdia explican que el PGOU de València define el uso residencial plurifamiliar como el uso que tiene que dominar en las zonas denominadas como Eixample. “La dedicación de tres parcelas, ocupando el espacio central de una manzana residencial, a la actividad hotelera entra en clara contradicción con esta obligación”; señala el escrito. 

También habla el vecindario de la “turistificación” que está sufriendo en los últimos tiempos y de cómo los precios de los alquileres están expulsando a muchos residentes de la zona, con la pérdida de tejido de proximidad que eso significa. “Según el portal inmobiliario Idealista, hemos llegado a un récord histórico de 12 €/m² en noviembre de 2023, con una subida del 13,4 % en un año. La subida sufrida en los últimos 5 años es de un 50 % aproximadamente, puesto que en diciembre de 2018 era de 7,5 €/m² llegando a una media de 1080 € mensuales para alquilar una vivienda de 90 m²”, detalla el texto. 

Recuerda además el documento que el barrio de Sant Antoni tiene una renta neta mediana anual por unidad de consumo de 20.660 euros –por contraste con los precios crecientes de compra y alquiler–, señala que el complejo hotelero prevé dar trabajo a un máximo de diez trabajadores y detalla “la espiral especulativa” de la que formaría parte este negocio: “El primer administrador único de la empresa que promueve el hotel-apartamento es administrador único de 2.515 empresas. Y su actual administrador único de 39 empresas”, señalan. 

Las siguientes alegaciones se centran en pedir viviendas públicas en lugar de complejos hoteleros, denunciar el “incumplimiento de los compromisos” en cuanto a participación ciudadana –”no se ha tenido en cuenta la opinión del vecindario al cambiar el uso de residencial plurifamiliar a terciario hotelero”– y exigir un estudio de impacto social en un espacio del núcleo urbano con importantes desequilibrios socioeconómicos. 

Zona con restos arqueológicos

Pero el barrio va más allá de la turistificación y la función social de la vivienda y alega asimismo que el proyecto se sitúa sobre un lugar donde se han encontrado restos arqueológicos, de los cuales hay que averiguar el valor con tiempo suficiente para reconocer cuál es el tratamiento que requieren. “Se ha dado el permiso de actividad antes de las conclusiones de estos informes, hecho que puede suponer una medida de presión para evitar descubrimientos que comprometan la edificación”, señalan los vecinos y vecinas. 

Finalmente, en las últimas alegaciones las plataformas y asociaciones vecinales de la Saïdia ponen el foco sobre otras tres preocupaciones: la pérdida de tejido comercial de proximidad en detrimento de una oferta efímera e impersonal, el impacto ambiental de la construcción de dos bloques en un contexto de cambio climático y la desconexión que ruptura que ocasiona este proyectos en la conexión entre la Saïdia y Morvedre. Sin vecinos –lamentan– se pierde la red de apoyo mutuo entre ambas zonas.  

Por todo ello, las asociaciones vecinales han presentado este documento con cien firmas presenciales –más las telemáticas no contabilizadas– donde reclaman que se paralice la aprobación del proyecto hotelero y se les notifiquen las posteriores actas y resoluciones sobre el tema en cuestión.