El personal subrogado de Sanidad se duplicará tras las reversiones de Dénia y Manises

La conselleria se hace cargo de unos 2.600 laborales a extinguir de Torrevieja y Alzira y sumará otros 2.435 trabajadores en 2024 | La conflictividad laboral de este colectivo se ha hecho patente por las diferentes condiciones laborales

Concentración de protesta en el hospital de la Ribera para demandar mejores condiciones laborales.

Concentración de protesta en el hospital de la Ribera para demandar mejores condiciones laborales. / PERALES IBORRA

El Gobierno del Botànic quiere seguir adelante contra viento y marea, si las elecciones del próximo 28 de mayo no lo impiden, con uno de sus proyectos estrellas: el devolver a manos públicas las cinco áreas de salud gestionadas por manos privadas en la Comunitat Valenciana desde tiempos del Partido Popular. De las cinco, el gabinete de Ximo Puig ya ha revertido dos (Alzira y Torrevieja) y para el año que viene, salvando los comicios, tocaría hacer lo mismo con otros dos departamentos, Dénia y Manises.

La promesa política está ahí y se quiere cumplir aunque suponga engordar la bolsa de personal subrogado (el contratado en su día por la gestora privada y que pasa a depender de sanidad) y con ello muy posiblemente la conflictividad laboral como ya se ha puesto de manifiesto en los últimos meses con las movilizaciones del personal subrogado de Alzira y Torrevieja para reclamar mejoras en sus condiciones laborales.

Según las estimaciones de los propios departamentos, si se completan en 2024 las dos reversiones programadas, Sanidad duplicaría el volumen de personal a su cargo como personal laboral a extinguir (sin contar los revertidos de las resonancias o del servicio de farmacia de residencias públicas) ya que a los cerca de 2.600 empleados subrogados de Alzira y Torrevieja se sumarían otros 2.400 de Dénia y Manises.

Una figura que nació con polémica y ha generado problemas

Esta figura jurídica se creó ex profeso para solucionar el problema que se planteaba al decretar el fin del modelo Alzira. Precisamente la de la Ribera fue la primera reversión que se hacía y sus trabajadores estrenaron la incertidumbre del proceso. La nueva figura creada les aseguraba poder quedarse en sus puestos de trabajo hasta su jubilación o hasta que ellos lo decidieran aunque no fueran ni funcionarios ni personal estatutario como el resto de sanitarios de la pública.

Los problemas han venido por las condiciones en las están trabajando y la difícil convergencia con la plantilla propia de Sanidad

Era una salida que en su día generó no pocas dudas jurídicas, pero se consideró la más adecuada. Con el tiempo, sin embargo, no ha sido la propia figura jurídica la que está generando problemas sino las condiciones en las que el personal está trabajando y la difícil convergencia con la plantilla propia de Sanidad: ni hacen las mismas horas, ni cobran lo mismo ni tienen las mismas facilidades para ir a trabajar a otras áreas o, por ejemplo, se quedan fuera de procesos como el especial de consolidación de plazas para interinos.

De hecho, los problemas generados por esta bolsa de personal en estos años ha venido, precisamente, por estas diferencias de consideración y sobre todo porque en ambos casos la empresa gestora de Alzira y Torrevieja (Ribera Salud) aprobó unos convenios colectivos para su plantilla que Sanidad no ha aceptado en estos años y que ha estado bloqueando incluso en los juzgados, como en el caso de Torrevieja.

Protesta del personal subrogado a las puertas del hospital de Torrevieja.

Protesta del personal subrogado a las puertas del hospital de Torrevieja. / TONY SEVILLA

Un convenio único para evitar más incendios

Como resultado, convocatorias de huelga, protestas y movilizaciones, fuegos que en las últimas semanas el conseller de Sanidad, Miguel Mínguez ha estado apagando con acuerdos puntuales con la plantilla subrogada de ambos departamentos.

Conscientes de que la llegada de más personal va a generar nuevos problemas (todos relacionados con las condiciones de trabajo), el plan de conselleria pasa por idear un convenio colectivo "marco" que aglutinase a todos los subrogados ya que, tal como reconoció Mínguez a este diario, no tienen planeado cambiar la situación jurídica de los subrogados o plantear nuevas alternativas para asumir esta bolsa de empleados laborales que no sea la del personal laboral a extinguir.

850 más en Dénia y 1.600 en Manises

La bolsa de subrogados no crecerá, por el momento, al menos hasta el 1 de febrero de 2024. Esa es la fecha en la que el área de salud de Dénia debería de volver a ser gestionada de forma pública después de cumplirse los 15 años de contrato entre la conselleria y Ribera Salud. En esta área y según cálculos del comité de empresa entrarían en la bolsa de subrogados unos 850 trabajadores aunque en los últimos meses (y como ya se vio en Alzira y Torrevieja) muchos son los que deciden continuar con la empresa o buscar otras alternativas. Por ahora, Sanidad se ha ceñido al plan seguido en las anteriores reversiones y ya ha presentado las normas de reversión para acceder a documentación y material que necesita para hacer el traspaso y la empresa, como también ha hecho anteriormente, ha llevado la decisión a los juzgados.

En Manises se espera, por contra, que la transición sea más amable. En esta reversión estarían implicados unos 1.600 trabajadores según fuentes de la empresa que pasarían a depender de Sanidad a partir del 7 de mayo del año que viene. Sanidad anunció que este mes o a principios del que viene, un año antes de que se cumpla el plazo del fin del contrato, notificará a la gestora (Sanitas) su decisión de no prorrogar el acuerdo y de asumir la gestión del área.

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