Cuatro sistemas del Júcar entran en sequía prolongada y uno ya está en alerta por escasez

La falta de lluvias agrava la situación en el Mijares-Plana de Castellón, Palancia-Los Valles, Bajo Túria y Magro

Los embalses se sitúan por debajo de la media española, con un 46 % de agua almacenada

Bellús, en una imagen de archivo cuando las lluvias obligaron a desaguar.

Bellús, en una imagen de archivo cuando las lluvias obligaron a desaguar. / Perales Iborra

Minerva Mínguez

Minerva Mínguez

Los embalses de la demarcación del Júcar se han situado por primera vez en mucho tiempo por debajo de la media española, con un 46 % de agua almacenada. Aunque todo apunta a que las demandas estarían garantizadas, como viene insistiendo la Confederación Hidrográfica, lo cierto es que cuatro unidades territoriales han entrado en sequía prolongada: Mijares-Plana de Castellón, Palancia-Los Valles, Bajo Túria y Magro. El primero sigue en prealerta por escasez, pero el segundo pasa ahora a un escenario de alerta. De ahí que desde el organismo de cuenca se siga con especial atención el régimen de lluvias. Un escenario bien distinto al del año pasado, donde las persistentes lluvias de primavera llevaron incluso a programar sueltas técnicas.

Las medidas a implementar por parte de ayuntamientos, mancomunidades, consorcios, usuarios o la propia Generalitat en caso de agravarse el tema pasan desde el aprovechamiento de los recursos de estaciones depuradoras, especialmente de Sagunt y Segorbe. También existe la posibilidad de activar planes de emergencia, así como acudir a la desalinización a partir de la IDAM de Sagunt, como recoge el Plan Especial de Sequía de la CHJ.

Desalinización y depuradoras

En el caso de Mijares-Plana de Castellón, las opciones no difieren mucho con la sustitución de las aguas subterráneas para abastecimiento urbano en la Plana por recursos de la desalinización.En cuanto a las posibles vías de ahorro para proteger los recursos superficiales disponibles, se contempla incluso la reducción de los suministros superficiales hasta el 25 % de octubre a marzo en todos los usuarios agrícolas respecto de la demanda consolidada superficial.

Informe de sequía de la Confederación Hidrográfica del Júcar.

Informe de sequía de la Confederación Hidrográfica del Júcar. / CHJ

Así lo recoge el documento de la Confederación del Júcar, con especial vigilancia al río Palancia, entre la localidad de Teresa y la devolución del agua al río aguas abajo por la Acequia Mayor de Sagunt. De persistir el déficit pluviométrico, la planificación hidrológica plantea el establecimiento de una serie de restricciones a los usuarios dependientes del embalse de El Regajo, siempre en función de las épocas de menores necesidades para los cultivos.

La cuenca del Segura, preocupante

Los 1.310 hectómetros cúbicos que almacenan las presas del Júcar son 281 menos que hace un año, pero 46 más que la media de los últimos diez años. Más preocupante es la situación en la cuenca del Segura, donde los pantanos están al 19,2 por ciento de su capacidad, 27,1 puntos por debajo de la media española, con 219 hm3, 163 menos que hace un año y 182 menos que la media de los últimos diez años.

Atentos a la evolución

«Habrá que estar atentos a la evolución de los indicadores durante los próximos meses, en función del régimen de lluvias», explicaban ayer desde la CHJ, tras celebrar la última Junta de Gobierno de 2023. Entre otros aspectos se abordó también el grado de ejecución del presupuesto de gastos, con un 82,10 %.

Para el capítulo de gastos corrientes, ha quedado finalmente en el 82,23 %; superior en más de diez puntos porcentuales a la de 2022 (71,42 %), según subrayaba ayer la CHJ. En el capítulo de inversiones reales, mientras, ha quedado en un 77,67 % «a pesar de algunas dificultades sobrevenidas durante la ejecución de determinadas obras o la tramitación de algunos contratos», según Miguel Polo, presidente de la CHJ.

Bellús, en una imagen de archivo

Bellús, en una imagen de archivo / Perales Iborra

Un tercio menos de precipitaciones y 1,4 ºC más de temperatura en 2023

Aemet certifica que de seguir sin lluvias, este sería el tercer otoño más seco en siglo y medio

Con cerca de cuarenta récords de calor, un 33 % menos de precipitaciones y hasta 1,4 ºC de temperatura más que el promedio normal, 2023 encara su recta final como un año «extremadamente cálido y seco» en toda la Comunitat Valenciana. Si además se mantiene la actual ausencia de lluvia, sería el tercer trimestre «más seco en siglo y medio», como certificaban ayer Jorge Tamayo, delegado de la Agencia Estatal de Meteorología de la Comunitat Valenciana, el jefe de la Unidad de Predicción, Jose Manuel López, y el jefe de Climatología, José Ángel Núñez, que además del balance anual presentaban la predición estacional para el invierno 2023-2024.

Con los datos hasta diciembre, el 70 % de los días del año ha tenido una temperatura media superior al promedio normal, una tendencia que podría ir en aumento en los próximos años. Así, destacaban como fenómenos más significativos del año las nevadas del 7 y 8 de febrero en el interior norte de Castellón, con un espesor de entre 15 y 20 centímetros; las tormenta del 22, 23 y 26 de mayo, que dejaron precipitaciones torrenciales; el 3 de julio con granizo del tamaño de una nuez; las lluvias del 26 de agosto y madrugada del 27, y el 12 de septiembre, que causaron fenómenos violentos con un tornado o reventones húmedos.

m.m.calabuig. valència

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