Madrid atrae casi la mitad de las grandes rentas valencianas que cambian de residencia

Casi 300 ricos valencianos fijaron su residencia fiscal en la capital entre 2016 y 2019

Un informe del Instituto de Estudios Fiscales concluye que bajar impuestos no provoca un aumento de la recaudación y recomienda armonizar la política fiscal

Zona financiera de Madrid, en el Paseo de la Castellana

Zona financiera de Madrid, en el Paseo de la Castellana / Juanjo Martín/EFE

José Luis García Nieves

José Luis García Nieves

Un nuevo estudio certifica el poder de atracción de la Comunidad de Madrid para las grandes rentas y patrimonios. En este caso, se trata de un informe elaborado por investigadores de la Universidad de Zaragoza y publicado por el Instituto de Estudios Fiscales (IEF), dependiente del Ministerio de Hacienda.

Y la conclusión es clara: Madrid funciona como una aspiradora de grandes contribuyentes, que se mueven a la capital atraídos por su fiscalidad, en virtud de la descentralización tributaria, pero también por otras ventajas ligadas a la capitalidad. En clave valenciana, la balanza sale negativa: se van más de los que vienen. En el periodo analizado 2016-2019 (coincide además con la primera legislatura del Botànic), 598 grandes contribuyentes cambiaron su residencia fiscal a otra autonomía. Y la mayoría pusieron rumbo a Madrid. En concreto, fueron 283, el 47,3 % del total. Por el contrario, la Comunitat Valenciana recibió en estos cuatro años a 558 grandes patrimonios o rentas de otras autonomías, lo que arroja un saldo negativo.

En realidad, la mayoría de autonomías salen perdiendo. Solo otras tres comunidades, además de Madrid, ganaron grandes contribuyentes fruto de desplazamientos en este periodo 2016-2019. Fueron Cantabria, Extremadura y Galicia. En términos generales, “Madrid sigue siendo el destino principal de los contribuyentes ricos que cambian de comunidad autónoma, ya que el 42,44% de estas migraciones se producen a la región madrileña”. En el conjunto nacional, en ese periodo 2016-19 se detectan 6.018 cambios de residencia entre los contribuyentes de mayor capacidad económica. A Madrid se marcharon 2.554. Cataluña, por ejemplo, captó 479, pero perdió 764. En este sentido, la C. Valenciana es una de las que mejor paradas salen. Andalucía, por citar una autonomía de gran tamaño, ostenta más del 13,3 % de las salidas, pero solo el 10,6 % de las entradas. La C. Valenciana, por su parte, tiene un mayor equilibrio entre las mudanzas (el 9,94 % del total nacional) y las llegadas, el 9,27 %. Esta autonomía, de hecho, es la que mejor situación tiene entre las que arrojan saldo negativo. Cataluña es la que peor resultados obtiene.

La guerra fiscal entre las comunidades (descentralización tributaria) es una de las ideas de fondo que atraviesa este informe 'Migraciones interregionales en España de determinados perfiles de contribuyentes en el período 2006-2019: el papel de las variaciones autonómicas en la imposición sobre la renta y la riqueza'. Los investigadores analizan los impuestos de sucesiones, patrimonio y los tipos máximos de IRPF en cada autonomía. Además, constatan que dentro del colectivo de rentas altas migrantes, los que cambian de residencia en ese periodo van declarando rendimientos superiores durante el periodo analizado. Esto también ocurre en los patrimonios estudiados.

Menor recaudación

En su apartado de conclusiones, los investigadores de la Universidad de Zaragoza contradicen algunas ideas defendidas por la literatura política, especialmente desde el ámbito conservador. Frente a la máxima de que bajar los impuestos genera mayor actividad y, por tanto, mayor recaudación, los expertos señalan que "aquellas regiones españolas que bajan sus tipos impositivos en su tarifa regional del IRPF reducen globalmente su recaudación en este tributo”.

Esa menor recaudación se da incluso en la región madrileña, que es la que absorbe estos nuevos contribuyentes. Esa merma recaudatoria "es notablemente superior a las posibles ganancias de ingresos públicos generados por la migración inducida de contribuyentes provenientes del resto de España (o por el posible incremento también inducido en la oferta laboral)”, señalan los autores, citando un informe de Agrawal y Foremny de 2018.

Efecto capitalidad

Respecto al destino de estas mudanzas, los datos sostienen la existencia de "una importante concentración en la Comunidad de Madrid de las migraciones de las rentas/patrimonios altos". Pero también que "es la confluencia conjunta de factores tributarios y no tributarios la que está contribuyendo a esta relocación", aseguran.

En realidad, estos resultados se alinean con otros informes como el elaborado por el IVIE en 2020, bajo el título 'Madrid: capitalidad, economía del conocimiento y competencia fiscal'. Los autores de la Universidad de Zaragoza lo citan explícitamente. Se trata de un estudio donde se analizaba con detalle la creciente capacidad de atracción de capital humano nacional de la región madrileña y la trataba de explicar por la conjunción de tres factores: la existencia de una oferta educativa especializada extensa, el protagonismo en la región de sectores basados en el conocimiento y por la buena conectividad de Madrid con el resto del país.

"Si a lo anterior se le suma el hecho de que el sector público concentre sus centros de decisión en Madrid, que las sedes de dirección efectiva de las grandes empresas españolas también lo hagan, y que la oferta tributaria de esta comunidad sea la que conceda ventajas fiscales más generosas para los contribuyentes de mayor capacidad económica, se concluye que una pluralidad de factores estimula de forma creciente la llegada de capital humano especializado (y bien retribuido) a la región madrileña", citan los autores del nuevo estudio.

Esta línea de la competencia fiscal como imán de grandes contribuyentes la aborda también el secretario general del sindicato de técnicos de Hacienda Gestha, José María Mollinedo. En una entrevista publicada este lunes en Levante-EMV, Mollinedo señala que "no hay grandes diferencias tributarias entre territorios para la clase media de la población, la que gana hasta 30.000 euros, que son un 85% del total. Donde hay diferencia es en las rentas de más de 60.000 euros, es decir el 4 % de los declarantes. Estos pagan menos en algunos territorios porque se aplican rebajas fiscales", señala el experto, que está presentando el libro "Los ricos no pagan IRPF".

Armonización fiscal

Como consecuencia de esta situación, los autores apuntan a la necesidad de acompasar la política fiscal: “Todo lo anterior refuerza además las peticiones de mayor armonización tributaria en los impuestos cedidos con capacidad normativa autonómica". Y señala a modo de ejemplo que "el esquema seguido en un impuesto municipal como es el IBI marcaría un posible camino a seguir: la fijación de tipos mínimos con cierta discrecionalidad subcentral para su aumento (dentro de un intervalo también prefijado)”.

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