Ebau 2024

Consejos de los estudiantes más brillantes de la EBAU para afrontar la selectividad

"Estudiar con amigos funciona" dicen Joan Gil y Diego Almagro (13,8 y 13,9 sobre 14), los estudiantes más brillantes de la pasada selectividad

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

Diego Almagro se quedó a 8 centésimas de la perfección en la Ebau (13,928 sobre 14) y Joan Gil a doce (13,88). Son los mejores estudiantes de la pasada selectividad, y ninguno de los dos lo lograron subrayando los apuntes. Estos son los consejos que dan a los estudiantes que afrontan la selectividad este 2024.

Para empezar, ambos reconocen que cada persona es un mundo y que este método fue el que les funcionó a ellos, pero ninguno basó su estudio en memorizar, ni tampoco en estudiar por la noche, ya que ambos le dan muchísima importancia al descanso.

Algo que sí que le funcionó a los dos fue estudiar con amigos, dedicar mucho tiempo a leer y explicárselo a sí mismos. "Las rutinas son clave. Las semanas antes de la Ebau es fundamental estudiar cada día y crear un hábito. Yo me levantaba por la mañana, desayunaba tranquilo y me ponía a estudiar. Dedicaba toda la mañana a leer apuntes sin parar, para que se me fuera quedando. Después descansaba un poco tras comer y volvía a estudiar con esquemas y explicándomelo a mí mismo en voz alta", cuenta Almagro.

Esto, explicárselo a uno mismo en voz alta, es para Almagro -que estudia Derecho y Relaciones Internacionales- lo más importante. "Hay gente que se sienta en una silla y no se levanta hasta que no se sabe todo lo que dice el libro de memoria. Para mí es mucho mejor levantarse y explicártelo a tí mismo, con tus palabras, para demostrar que realmente lo entiendes", cuenta.

Joan Gil y Diego Almagro.

Joan Gil y Diego Almagro. / Levante-EMV

Joan, que estudia Ingeniería Aeroespacial, explica que estudió mucho con amigos para la selectividad, también con el objetivo de explicárselo unos a otros de viva voz. "A mi me servía mucho y me parece súper útil, porque lo entiendes cuando lo explicas tú, y también cuando escuchas a tu amigo explicarlo con sus palabras, además os podéis ayudar mutuamente con dudas".

Estudio diurno

Otro factor en el que coinciden Joan y Diego es en que es mucho mejor estudiar por el día. "Hay gente que dice que se concentra más por la noche, pero no creo que sea así, al menos en mi caso". Añade que hay que darle mucha importancia al descanso para rendir bien al día siguiente. "Siempre dejo de estudiar por las tardes, porque hay que encontrar un momento para desconectar y la noche está para descansar", explica.

Diego también da mucha importancia a la lectura de los propios apuntes, "por las mañanas me leo los apuntes 3, 4 o 5 veces, sin subrayar nada ni pararme, simplemente para entenderlo", cuenta. Ahora, estudiando uno de los dobles grados más exigentes que hay, sigue reivindicando la importancia del tiempo libre. "Hay que tener hobbies y vida social como una prioridad y encontrar ese balance, porque si no te puedes acabar quemando de echarle tantas horas", cuenta Diego.

Estudiantes en la biblioteca Gregori Maians de la UV.

Estudiantes en la biblioteca Gregori Maians de la UV. / Loyola Pérez de Villegas Muñiz

Conocer tus puntos fuertes

Joan también explica que es importante planificar el tiempo para cada asignatura en función de tus puntos fuertes y de las puntuaciones (hay asignaturas que valen doble para entrar a la carrera deseada). "Si no eres muy bueno en castellano, que vale un punto, pero sí en Biología, que vale dos, merece más la pena que te concentres en la segunda porque es lo que más te va a servir de cara a la nota final", explica.

En las asignaturas teóricas, Joan estudia prácticamente igual que Diego, mientras que en las prácticas recomienda precisamente eso: practicar. "Lo más inteligente es hacer todas las operaciones y ejercicios posibles, para ir mejorando poco a poco, y echarle horas", cuenta.

Al final -reivindican ambos- la selectividad no es un sprint, sino una maratón en la que la constancia los dos primeros años de Bachillerato (que valen la mayoría de los 14 puntos) son mucho más importantes que dos semanas de estudio intenso. "Al final el que ha estado estudiando los dos años llega mucho más preparado, y eso no se puede igualar en el último mes de estudio", explican ambos estudiantes, con una nota media de 10 en Bachillerato.

Trabajar bajo presión

Joan y Diego sabían que aspiraban a carreras con notas de corte muy altas, y eso implica que no hay a penas margen para el fallo en los dos años de Bachillerato y los exámenes de la PAU. Haber soportado la presión es otra de las cualidades que se le atribuye a estos chicos, que por otro lado se han sentido siempre muy respaldados por los suyos. "Mi familia siempre me dice que no importa que falle una, dos y tres veces. Lo importante es ser constante y no decaer", cuenta Almagro.

Estudiantes de la UV preparan los exámenes.

Estudiantes de la UV preparan los exámenes. / Loyola Pérez de Villegas Muñiz

El joven cuenta que "es un poco triste que todo se resuma a una nota, pero la selectividad funciona así". Sin embargo, añade que en su centro siempre le han inculcado que lo importante "es todo lo que aprendes y los conocimientos que has ido adquiriendo por el camino, más que el resultado final".

Joan sabe que afronta una carrera con un nivel de exigencia muy alto, pese a todo, tiene muchos planes y muchísima curiosidad. "Mis amigos y yo somos fans de la Fórmula 1, y una de las cosas que me motiva de la Ingeniería Aeronáutica es el motor y poder trabajar en uno de estos equipos. De la Física me da mucha curiosidad la astronomía y el funcionamiento de los cuerpos celestes. Un sueño sería poder construir un cohete". El límite para ellos no es el cielo, es más.

Suscríbete para seguir leyendo