La militancia del PP de Loriguilla se da de baja en bloque tras la imposición del exalcalde de Cs como candidato

La política municipal de Loriguilla, con menos de 2.000 habitantes, ha alcanzado un nivel de tensión máxima. El último movimiento que se ha producido es la baja en la afiliación de un centenar de militantes, que han formalizado su renuncia a formar parte del PP tras el 'dedazo' del Comité Ejecutivo Provincial a poner de candidato a quien fuera alcalde de Ciudadanos, Sergio Alfaro. Quedó fuera de la alcaldía tras una moción de censura de los concejales de PP y PSPV -que se dieron de baja de sus partidos para poder pactarla- y, tras quedar en la oposición, Alfaro fichó por los populares. El movimiento le ha costado al PPCV la baja de 106 afiliados, incluido el presidente local y exalcalde durante 13 años del municipio, Javier Cervera, que ha calificado esta maniobra del presidente provincial, Vicent Mompó, de "autoritaria y desleal hacia los afiliados de Loriguilla".

Este gesto sentó muy mal a la dirección local y a las bases. Sabían que la concejala que firmó la moción de censura y que ahora es alcaldesa, Montse Cervera, no podría ser la candidata tras haberse ido del partido, sin opción a ser readmitida. Por eso, según explica el presidente local, Javier Cervera, las bases habían acordado que fuera Juan Vicente Cervera el candidato. Una pretensión que la dirección provincial no ha satisfecho al designar a Alfaro, que se siente como un "ninguneo y desdén" según el presidente de la agrupación local.

"Es una persona que ha vertido un rosario de agravios y humillaciones hacia el PP durante su etapa como alcalde de Ciudadanos, y no ha tenido ni tiene relación con la militancia, es sencillamente intolerable y un atropello", ha declarado Cervera a este diario. Como ha señalado en su discurso tras darse de baja, este nombramiento se produce "con la expresa y firme oposición de los afiliados del PP de Loriguilla, que en reiteradas ocasiones se ha manifestado a la dirección provincial".

De hecho, el 9 de septiembre de 2022, un total de 91 afiliados firmaron un documento donde expresaban su negativa a que Alfaro fuera nombrado, pues ya había rumores de que podría producirse. "El PP ha desoído la voz unánime de sus afiliados, prefiriendo imponer como candidato al concejal de otro partido en la oposición" y que, según ha dicho, "ha llevado a lo personal el debate saludable entre diferentes posiciones políticas, propiciando el enfrentamiento entre vecinos que ha crispado la convivencia".

Sin embargo, fuentes provinciales del PP relativizaron estas bajas al asegurar que de las 106 personas que han presentado su renuncia, "alrededor del 20 % eran militantes de pleno derecho", mientras que el resto eran simpatizantes. Además, la elección de Alfaro como candidato es una decisión tomada "pensando en lo mejor" y lamentan "que haya gente que no lo vea así".

Además, en contraposición a todas estas bajas producidas hoy, aseguran que el 31 de enero aprobaron alrededor de 70 nuevas afiliaciones que provenían de Loriguilla arrastrados por la nueva candidatura, "lo que nos parece un buen indicador".

"Lo que está claro es que los cambios siempre cuestan. Pero esperamos que, con el tiempo, las personas que actualmente no se sienten identificadas con el PP de Loriguilla recapaciten", señalaron.

Un partido independiente

El malestar con la dirección de Mompó ha llegado a tal punto que según Cervera, van a crear un nuevo proyecto político que les represente. Según ha explicado, "permaneceremos unidos en un nuevo proyecto, libres de injerencias de políticos de sillón y ética inexistente, que nada saben sobre la unión, la lealtad y la convivencia en nuestro pueblo".

Gobierno en minoría y moción de censura

La moción de censura terminó por perpetuar la crispación que había en el municipio desde que Sergio Alfaro accediera al poder y gobernara en minoría, con cuatro concejales, frente a los 3 que obtuvo el PP y los 2 de PSPV. Por eso, en mayo de 2022 estos cinco concejales se dieron de baja de sus partidos para poder pactar y expulsar a los naranjas del poder. Entonces, las críticas entre Alfaro y el resto de concejales se agravó y en redes sociales se intercambiaban mensajes poco propios de gestores públicos.

Tras prosperar la moción de censura, Carlos Rodado (PSPV) y Montse Cervera (PP) decidieron repartirse la alcaldía hasta final de legislatura en cinco meses cada uno.

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